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Discurso para la conclusión del Zohar

Discurso para la conclusión del Zohar

Puesto que es sabido que el propósito deseado del trabajo en Torá y Mitzvot es unirse al Creador, como está escrito, “y adherirse a Él”, hay que entender, ¿cuál es el significado de la Devekut (adhesión) con el Creador? ¿Acaso el pensamiento no tiene percepción de Él en lo absoluto? Efectivamente, ya nuestros sabios han objetado esta cuestión, preguntándose acerca del verso, “y adherirse a Él” ¿Cómo es posible adherirse a Él? ¿Acaso Él no es fuego consumidor?

Y ellos contestaron: “Adhiérete a Sus atributos. Así como Él es misericordioso, tú también serás misericordioso; así como Él es compasivo, tú también serás compasivo”. Aparentemente es difícil, ¿Cómo dedujeron nuestros sabios el texto literal? ¿Acaso no está escrito explícitamente “y adherirse a Él”? Si el significado hubiese sido “adhiérete a Sus atributos”, debió haberse escrito “adherirse a Sus conductas”; ¿y por qué dice “y adherirse a Él”?

El asunto es que en la corporalidad, que ocupa espacio, entendemos Devekut como la cercanía del lugar, y entendemos lejanía como el distanciamiento del lugar. Sin embargo, en la espiritualidad, la cual no ocupa espacio en lo absoluto, Devekut y separación no son entendidas como proximidad o lejanía de lugar. Ya que al fin y al cabo no ocupan ningún espacio en lo absoluto. Sino que la equivalencia de forma que hay entre dos espirituales la entendemos como Devekut, y la diferencia de forma entre dos espirituales la entendemos como separación.

Tal como el hacha corta y separa un objeto corpóreo para dividirlo en dos, al remover las partes una de la otra, así la diferencia de forma distingue al espiritual y lo divide en dos. Si la diferencia de forma entre ellos es pequeña, diremos que ellos están distantes el uno del otro en una medida pequeña. Y si la diferencia de forma es grande, diremos que ellos están muy distantes el uno del otro. Y si son de formas opuestas, diremos que están tan distantes una de otra, como dos extremos.

Por ejemplo, cuando dos personas se odian mutuamente, diremos acerca de ellas, que está distanciadas la una de la otra, así como lo están el Este del 1Oeste. Y si ellas se aman la una a la otra, diremos de ellas que están adheridas la una con la otra como un solo cuerpo.

Y aquí no se habla de la proximidad o lejanía del lugar; sino que se habla de la equivalencia o diferencia de forma. Pues existen personas que se aman mutuamente, ya que entre ellas hay una equivalencia de forma. Porque en eso que uno ama todo lo que su amigo ama, y odia todo lo que su amigo odia, encontramos que está adherido el uno al otro y se aman mutuamente.

Pero si hay alguna diferencia de forma entre ellos; es decir, que uno ama algo a pesar que su amigo odia aquella cosa o viceversa; por lo tanto, están separados y distantes uno del otro en la misma medida de la diferencia de forma entre ellos. Y si son opuestos de manera que todo lo que uno ama, resulta odiado por su amigo, diremos acerca de ellos que están separados y distantes como lo están el Este del Oeste.

Y encontrarás que la diferencia de forma actúa en la espiritualidad como el hacha que separa en la corporalidad. De igual manera, la medida del alejamiento de lugar y la medida de la separación en ellos, depende de la medida de la diferencia de forma entre ellos. Y la medida de Devekut que hay entre ellos depende de la medida de equivalencia de forma entre ellos.

Y con esto entendemos cuán correctos fueron nuestros sabios cuando interpretaron el verso, “y adherirse a Él“, como la adhesión a Sus atributos: Así como Él es misericordioso, también tú serás misericordioso; así como Él es compasivo, tú también serás compasivo. Porque ellos no sacaron el texto de su sentido literal, sino al contrario, ellos interpretaron el texto precisamente según su sentido simple. Pues la Devekut espiritual no se representará en lo absoluto, en algo diferente; sino, por la equivalencia de forma. Por lo tanto, por medio de eso que igualamos nuestra forma con la forma de Sus atributos, nos encontraremos adheridos con Él.Esto fue lo que ellos dijeron: “Así como Él es misericordioso”; es decir, todos Sus actos son para otorgar y beneficiar a Su prójimo, y no para Su propio beneficio, ya que Él no tiene deficiencias que se requieran complementar, por consiguiente, Él no tiene de quien recibir -del mismo modo tú, todas tus acciones deberán ser para otorgar y beneficiar a tu prójimo. Con esto igualarás tu forma con la forma de los atributos del Creador, la cual es 

Devekut espiritual.

Hay en la equivalencia de forma el estado del aspecto de “Moja” (Mente) y el estado del aspecto de  “Liba” (Corazón). El asunto de la ocupación en Torá y Mitzvot con el fin de otorgar placer a su Hacedor, es la equivalencia de forma del aspecto de Moja. Pues tal como el Creador no piensa en Sí mismo, tanto si Él existe o si Él supervisa a Sus creaciones, o dudas semejantes. Asimismo a aquel que desea lograr la equivalencia de forma, le está prohibido pensar en estas cosas, puesto que le queda claro que el Creador no piensa en ellas, ya que no tiene una mayor diferencia de forma que eso. Por lo tanto, todo aquel que piensa en tales asuntos, seguramente se encuentra separado de Él, y nunca conseguirá la equivalencia de forma.Esto es lo que dijeron nuestros sabios: “Todos tus actos serán para el Creador; es decir, 

Devekut con el Creador. No harás nada que no traiga a esta meta de la Devekut”. De tal manera que todos tus actos serán para otorgar y beneficiar a tu prójimo. Ya que entonces vendrás a la equivalencia de forma con el Creador, pues todas Sus acciones son para otorgar y beneficiar a Su prójimo, de igual manera tú, todos tus actos serán solamente para otorgar y beneficiar a tu prójimo, lo cual es Devekut completa.

Es posible cuestionar acerca de esto, ¿Cómo es posible que la persona realice sus actos para beneficiar a su prójimo, si después de todo tiene que necesariamente trabajar para su propio sustento y el de su familia? La respuesta es que los actos que hace son a cuenta de la necesidad; es decir, para recibir lo mínimo necesario para su sustento, de ahí que “la necesidad no será ni censurada ni elogiada”. Esto no es considerado que hace algo para sí misma en absoluto.

Y todo el que se introduce en la profundidad de las cosas, por supuesto que se maravillará: ¿Cómo es posible que la persona llegue a la completa equivalencia de forma, tal que todos sus actos sean para otorgar a su prójimo, cuando toda la esencia de la persona no es sino el recibir para sí misma? De parte de la naturaleza de su creación es incapaz de hacer incluso el acto más pequeño en beneficio de su prójimo. En cambio, en el momento que otorga a su prójimo, la persona está obligada a esperar, ya que por medio de esto alcanzará una recompensa que es bellamente perfeccionada en su final. Aún cuando dudase de la recompensa, ya se abstendrá a sí misma de realizar el acto. ¿Y cómo es posible que cada uno de sus actos venga a ser sólo para otorgar a otros y nada para sí misma?

Efectivamente, admito que esto es algo muy difícil. No hay fuerza en la persona que pueda cambiar la naturaleza de su propia creación, la cual es solamente recibir para sí misma. Y no hay necesidad de decir que puede cambiar su naturaleza de un extremo al otro; es decir, que no recibirá nada por sí misma, sino que todos sus actos serán para otorgar.

Sin embargo, el Creador nos dio Torá y Mitzvot, los cuales nos ordenó que los hiciéramos solamente con el fin de otorgar placer al Creador. Si no se ocupare en Torá y Mitzvot Lishmá (por Su Nombre), es decir, para complacer con ellos a su Creador y no para su propio beneficio, no habría ninguna estrategia en el mundo que pudiese ayudarnos a cambiar nuestra naturaleza.

De aquí entenderás la magnitud de la severidad de la ocupación en Torá y Mitzvot Lishmá. Porque si su intención en Torá y Mitzvot no es para beneficiar al Creador, sino para beneficio propio; entonces, no solamente no podrá cambiar la naturaleza del deseo de recibir que está en ella, sino al contrario, el deseo de recibir en la persona será mucho más grande del que tiene por la naturaleza de su creación.

¿Cuáles son las virtudes de esta misma persona que ha alcanzado Devekut con el Creador? Éstas no están especificadas en ninguna parte, excepto en intimaciones sublimes. Pero para clarificar los asuntos de mi ensayo, debo revelar un poco, según la medida de la necesidad. Explicaré el asunto con una alegoría.

El cuerpo con sus órganos son uno. Todo el cuerpo intercambia pensamientos y sensaciones con respecto a cada uno de sus órganos. Por ejemplo, si todo el cuerpo pensase que un órgano específico suyo, debería servirle y satisfacerle, inmediatamente éste órgano conocería el pensamiento de su cuerpo entero, lo sentiría y trasladaría al lugar de descanso para él. No obstante, si sucede que algún órgano del cuerpo decide, entonces se convertirán en dos expresiones distintas, y todo el cuerpo ya no tendrá conocimiento de las necesidades de dicho órgano distinto, y el órgano no conocerá más los pensamientos del cuerpo, tal que pueda asistirle y ayudarle. Y si viniere el médico y uniere el órgano al cuerpo para que quede como antes, aun así, el órgano volvería a saber los pensamientos y necesidades del cuerpo, y todo el cuerpo volvería a saber las necesidades del órgano.

Según esta alegoría, hay que entender también el beneficio de la persona que alcanzó Devekut con el Creador. Pues ya he demostrado en mi “Introducción al Libro del Zohar (Ítem 9)”, que el Neshamá es una iluminación que se extiende desde Atzmutó (Su Esencia). Esta iluminación ha sido separada del Creador por medio de eso que el Creador es el que se viste en el deseo de recibir. Puesto que el mismo Pensamiento de la Creación es agradar a Sus creados, creó en cada alma un deseo de recibir placer; es decir, esta forma del deseo de recibir, el cual separó esa iluminación de Atzmutó y la convirtió en una parte separada de Él.

Lo que resulta de esto es que absolutamente cada alma, estuvo en Atzmutó antes de su creación, pero con la creación; es decir, con la naturaleza del deseo de recibir placer, el cual fue impreso en ella, y adquirió la diferencia de forma y fue separada del Creador, ya que todo su interés es otorgar. Porque la diferencia de forma separa en la espiritualidad, tal como el hacha lo hace en la corporalidad, de acuerdo a lo explicado anteriormente.

Y encontramos que el alma es completamente semejante a la alegoría del órgano que fue cortado del cuerpo y separado de él. Que a pesar que antes de la separación ambos estuvieron juntos, el órgano y todo el cuerpo eran uno, y estuvieron intercambiando pensamientos y sensaciones el uno con el otro, pero después que el órgano fue cortado del cuerpo, se hicieron con esto dos entidades, y ya el uno desconoció los pensamientos y necesidades del otro. Debido a esto, luego que el alma fue vestida con un cuerpo de este mundo, cesaron todas las conexiones que había tenido antes, tanto que la separaron de Atzmutó, y llegaron a ser como dos entidades separadas.

Según esto, de por sí queda entendido el beneficio del hombre que nuevamente fue recompensado con la Devekut con Él. Esto significa que él ha sido recompensado con la equivalencia de forma con el Creador, por medio de la fuerza de Torá y Mitzvot, la cual es opuesta al deseo de recibir que fue impreso en él, tanto así que lo separó de Atzmutó y lo convirtió en un deseo por otorgar. Y todos sus actos son solamente para otorgar y beneficiar al prójimo, puesto que él ha igualado su forma con el Hacedor. En realidad encontramos una semejanza con el mismo órgano, el cual una vez fue cortado del cuerpo y que retornó nuevamente a él, el cual vuelve a conocer los pensamientos del cuerpo entero otra vez, tal como lo hizo antes de la separación del cuerpo.

También el alma es así, después que adquirió la equivalencia con Él, vuelve y conoce Sus Pensamientos una vez más, tal como lo supo antes que fuera separada de Él debido a la diferencia de forma del deseo de recibir. Entonces se ratifica lo escrito en el verso, “Conoce al Dios de tu padre”, porque entonces mereces conocer la perfección, la cual es el conocimiento de la Divinidad, y mereces también todos los secretos de la Torá, pues Sus Pensamientos son los secretos de la Torá.

Esto es lo que dijo Rabí Meir: “Todo el que estudia Torá Lishmá es recompensado con muchas cosas. Y se le revelan los secretos y sabores de la Torá, volviéndose como un manantial que se intensifica”; o sea, tal como dijimos, que es por medio de la ocupación en Torá Lishmá, ya que su significado tiene que ver con causarle complacencia a su Hacedor mediante su dedicación en la Torá, y no para el beneficio propio en lo absoluto, entonces se le garantiza Devekut con el Creador. Esto significa que alcanzará la equivalencia de forma, y todos sus actos serán para beneficio de su prójimo y no para su propio beneficio en lo absoluto. Es decir, realmente como el Creador, del cual todas sus acciones son solamente para otorgar y beneficiar a Su prójimo.

Mediante esto, la persona regresa a la Devekut con el Creador, tal como fue el alma antes que fuese creada. Por lo tanto, se le conceden muchas cosas, y es recompensada con los secretos y sabores de la Torá, volviéndose como un manantial que se intensifica, a causa de la anulación de las particiones que le separaron del Creador, ya que volvió a ser una con Él, como antes de haber sido creada.

Verdaderamente toda la Torá, tanto la revelada como la oculta, son los pensamientos del Creador, sin ninguna diferencia. Pero, este asunto es semejante a una persona que se ahoga en un río, cuyo amigo le lanza una cuerda para salvarle. Si el que se ahoga toma la cuerda por el extremo que está cercano a él, su amigo puede salvarlo y sacarlo del río.

De igual manera la Torá; la cual es completamente los Pensamientos del Creador, se asemeja a una cuerda que el Creador lanza a las personas para salvarlas y sacarlas de las Klipot (cáscaras). El final de la cuerda que está más cerca de todas las personas, es la Torá revelada, la cual no requiere ninguna intención o pensamiento. Además, aún cuando exista un pensamiento imperfecto en las acciones de las Mitzvot, sigue siendo aceptado por el Creador, como está escrito, “La persona siempre se ocupará en Torá y Mitzvot Lo Lishmá (no para Su nombre), ya que de Lo Lishmá llegará a Lishmá”.

Por lo tanto, Torá y Mitzvot son el extremo de la cuerda, y no hay una persona en el mundo que no pueda sujetarse de ella. Si se sujeta de ella fuertemente; quiere decir, que merece ser recompensado con Torá y Mitzvot Lishmá, para complacer a su Hacedor y no a sí mismo, entonces la Torá y los Mitzvot le guiarán a la equivalencia de forma con el Creador. Esto es lo que significa “y adherirse a Él”. Entonces, uno será recompensado con el alcance de todos los Pensamientos del Creador, llamados “los secretos de la Torá” y “los sabores de la Torá”, los cuales están en el resto de la cuerda. Tal que no hay recompensa en ella sino después que viene a la Devekut completa como se dijo anteriormente.

La razón por la cual asemejamos los Pensamientos del Creador, llamados secretos de la Torá y los sabores de la Torá, a una cuerda, es debido a que hay muchos grados en la equivalencia de forma con el Creador. Por lo tanto, hay muchos grados en el extremo de la cuerda; es decir, en el alcance de los secretos de la Torá. Que según la medida del grado de la equivalencia de forma con el Creador, así es la medida del alcance en los secretos de la Torá, en el conocimiento de Sus Pensamientos. Los cuales generalmente son cinco grados: Néfesh, Ruaj, Neshamá, Jayá y Yejidá. Cada uno está incluido de todos los demás, y hay en cada uno cinco grados, y cada uno de ellos está fragmentado y contiene al menos veinticinco grados.

También son denominados “Olamot” (Mundos), como dijeron nuestros sabios: “El Creador ha destinado conceder a cada justo 310 mundos”.  Y la razón para que los grados en el alcance del Creador sean llamados “mundos”, es debido a que hay dos significados en el nombre Olam:

  1. 1. Todos aquellos quienes llegan a ese mundo tienen la misma sensación; y todo lo que cada uno ve, escucha, y siente; ven, escuchan, y sienten todos quienes están en el mismo mundo.
  2. 2. Todos los que llegan a ese mismo mundo “Ne’elam” (Oculto) no pueden conocer o alcanzar nada en otro mundo. Y es así que también encontramos estas dos definiciones en el alcance:
    1. a) Todo el que haya sido recompensado con un cierto grado, sabe y alcanza en éste, todo lo que han alcanzado aquellos que llegaron a éste grado, en todas las generaciones que fueron y que serán. Y se encuentra con ellos en alcance común, como si se encontraran en el mismo mundo.
    2. b) Todos quienes llegan a ese mismo grado no podrán saber o alcanzar lo que hay en otro grado. Es como en este mundo, que no pudieron saber nada de lo que se encuentra en el mundo de verdad. Por lo tanto, estos grados son llamados con el nombre de “Olamot”.

 

Por lo tanto, los poseedores del alcance pueden componer libros y anotar sus logros en observaciones y alegorías, siendo entendidas por todos quienes han sido recompensados con los grados que los libros describen, teniendo un alcance común con ellos. Pero quienes no han sido recompensados con toda la medida del grado de los autores, no podrán entender sus observaciones. Y ni que hablar de aquellos que no fueron recompensados con el logro; ellos no entenderán, debido a que no tienen alcances en común.

Y ya hemos dicho, que Devekut y alcance completos están divididos en 125 grados en general. Según esto, antes de los días del Mesías, es imposible ser recompensado con todos los 125 grados. Hay dos diferencias entre todas las generaciones y la generación del Mesías:

  1. 1. Sólo en la generación del Mesías es posible alcanzar todos los 125 grados, y no en el resto de las generaciones.
  2. 2. En todas las generaciones, aquellos quienes ascendieron y fueron recompensados con Devekut, fueron pocos, tal como escribieron nuestros sabios acerca del verso, “Encontré una persona entre mil; ya que mil entran a una habitación, y uno sale para enseñar”; es decir, hacia la Devekut y el alcance. Tal como dijeron, “Llena estará la tierra del conocimiento del Señor”. “Y no enseñarán más, el hombre a su amigo, ni el hombre a su hermano, diciendo: ‘Conozcan al Señor’; ya que todos ellos me conocerán, desde el pequeño hasta el más grande de ellos”.

Excepto por RaShBI y su generación; es decir, los autores del Zohar, a quienes se les concedió todos los 125 grados en plenitud, a pesar de que fue antes de los días del Mesías. Que tanto sobre él como sobre sus discípulos fue dicho: “Es preferible un sabio que un profeta”. Por lo tanto, a menudo encontramos en El Zohar, que no habrá como la generación de RaShBI hasta la generación del Rey Mesías. Por lo tanto, hizo una gran composición que impactó fuertemente en todo el mundo, puesto que los secretos de la Torá que están en él, ocupan el nivel de todos los 125 grados.

Por lo tanto dijeron en el Zohar, que éste libro no se revelará sino en los últimos días; es decir, en los días del Mesías.  Pues nos dijeron, que si los grados de los lectores no son del tipo de alcance que el de los compositores, no entenderán sus secretos, debido a que no hay alcance común entre ellos dos. Y en vista que los grados de los autores del Zohar están en toda la altura de los 125 grados, es imposible alcanzarlos antes de los días el Mesías. Encontraremos que en las generaciones que son antes de los días del Mesías, no hay alcance común con los autores del Zohar. Por lo tanto, el Zohar no pudo ser revelado en las generaciones anteriores a la generación del Mesías

Y esta es la evidencia de que esta nuestra generación ya ha llegado hasta los días del Mesías. Porque nuestros ojos han visto que todas las interpretaciones acerca del Libro del Zohar que nos precedieron, no clarificaron ni siquiera el diez por ciento de los pasajes difíciles en El Zohar. Y es también una pequeña cantidad la que revelaron, sus palabras son casi tan difusas como las palabras del Zohar mismo. Pero en nuestra generación hemos sido recompensados con el comentario “HaSulam” (La Escalera), que es una interpretación completa acerca de todas las palabras del Zohar. Y no solamente que no deja una sola cuestión confusa en todo El Zohar sin interpretarla, sino que también las aclaraciones están basadas en un análisis simple, tanto que cada estudiante promedio puede entender. Y dado que El Zohar fue revelado en esta nuestra generación, aquí está una clara evidencia de que ya nos encontramos en los días del Mesías, al comienzo de la misma generación sobre la cual fue dicho, “la tierra será llena del conocimiento del Señor”.

Hay que saber que los asuntos espirituales no son como los asuntos corporales, en los cuales tanto la entrega como la recepción vienen juntas. Puesto que en la espiritualidad, el tiempo de la entrega y el tiempo de la recepción están separados. Ya que al principio fue dada la palabra del Creador al receptor; y en esta entrega se le da solamente una posibilidad para recibir. Sin embargo, aún no recibió nada, en tanto no sea santificado y purificado apropiadamente. Entonces será recompensado para recibir. De tal manera que desde el tiempo de la entrega hasta el tiempo de la recepción se puede demorar mucho.

Y según lo que está escrito, que esta generación ya ha cumplido con aquello de: “La tierra estará llena del conocimiento del Señor”; esto se refiere solamente al aspecto de la entrega. Pero al aspecto de la recepción por supuesto que todavía no hemos llegado, sino hasta que seamos purificados y santificados y estudiemos y nos esforcemos en la cantidad deseada, entonces el tiempo de recepción llegará, y el verso, “la tierra estará llena del conocimiento del Señor”, se realizará en nosotros.

Es sabido que la redención y el alcance completo están entrelazados uno tras otro. Y la prueba es que cualquiera que es atraído a los secretos de la Torá también es atraído a la tierra de Israel. Por lo cual no nos fue prometido, “la tierra estará llena del conocimiento del Señor”, sino, en los últimos días; es decir, en el tiempo de la redención.

Y de acuerdo a esto es como que aun no hemos sido recompensados con la plenitud del alcance para el tiempo de la recepción, sino solamente con el tiempo de la entrega, para el cual nos ha sido dada una oportunidad para llegar al logro completo, es así con el asunto de la redención, que no hemos sido recompensados con él; sino solamente con el aspecto de la entrega. Porque el hecho es que el Creador sacó nuestra tierra santa del dominio de los extranjeros y nos la ha devuelto, y con todo esto, aún no hemos recibido la tierra en nuestro dominio, porque aún no ha llegado el tiempo de recepción, tal como explicamos en el asunto de la plenitud del alcance.

De tal forma que Él dio y aún no hemos recibido. Después de todo, no tenemos independencia económica, y no hay independencia política sin la independencia económica. Y aun mucho más que esto: Porque no hay redención del cuerpo sin la redención del alma. Y mientras que la mayoría de la gente se encuentre cautiva de las culturas de las naciones extranjeras, y sean absolutamente incapaces para la religión y cultura de Israel, de igual manera los cuerpos también  estarán cautivos bajo las fuerzas ajenas. Tomando en cuenta esto, el país aún se encuentra en las manos de extranjeros.

La prueba es que ninguna persona está entusiasmada en lo absoluto acerca de la redención, tal como debió haber sido al momento de la redención luego de dos milenios. Y no solamente que no hay exiliados que no estén emocionados por venir a nosotros y deleitarse con la redención, sino que una gran parte de aquellos que han sido redimidos y que moran ya entre nosotros, esperan ansiosamente para concluir con esta redención y volver a los países de su dispersión. 

Así, a pesar de que el Creador sacó al país del dominio de los extranjeros y nos lo entregó, con todo, aún no lo hemos recibido. Y no disfrutamos de este. Sino que con esta entrega el Creador nos ha dado una oportunidad para la redención; es decir, para ser purificado y santificado y recibir sobre nosotros el trabajo de Dios, en Torá y Mitzvot Lishmá. Y entonces, el Templo será construido y recibiremos la tierra bajo nuestro dominio. Y así de esta manera, experimentaremos y sentiremos la alegría de la redención.

Pero hasta que no lleguemos a eso, nada cambiará. No hay ninguna diferencia entre las buenas costumbres del país ahora, a lo que fue mientras aún estábamos bajo manos de extranjeros, en ley, en economía, y en el trabajo de Dios. Y no tenemos sino solamente, la oportunidad para la redención.

Lo que deducimos es que nuestra generación es la generación de los días del Mesías. Y debido a esto se nos ha concedido la redención de nuestra tierra santa de las manos de los extranjeros. También hemos sido recompensados con la revelación del Libro del Zohar, el cual es el comienzo de la realización del verso, “la tierra estará llena del conocimiento del Señor”. “Y no enseñarán más…ya que todos ellos me conocerán, desde el pequeño hasta el más grande de ellos”.

Pero aún con estos dos, sólo hemos sido recompensados con el aspecto del otorgamiento del Creador; sin embargo, aún no hemos recibido nada en nuestras propias manos. Si no que junto con esto, nos ha sido dada una oportunidad para comenzar el trabajo de Dios, para dedicarnos a la Torá y Mitzvot Lishmá.  Entonces se nos concederá el gran éxito que le es prometido a la generación del Mesías, el cual ninguna de las generaciones anteriores a la nuestra conoció. Y por esto seremos recompensados con el tiempo de la recepción, tanto del “alcance completo” como de la “redención completa”.

De esta manera, hemos explicado a fondo la respuesta de nuestros sabios a la pregunta: ¿Cómo es posible adherirse a Él, de lo cual dijeron que significa “únase a Sus atributos”? Lo cual tiene razón en dos sentidos:

  1. 1. Pues la Devekut espiritual no está en la cercanía del lugar, sino en la equivalencia de forma.
  2. 2. Puesto que el alma no ha sido separada de Su Esencia sino debido al deseo de recibir, el cual fue impreso por el Creador; por eso, luego que separó el deseo de recibir de ésta, evidentemente volvió a la Devekut anterior con Su Esencia. No obstante, todo esto es en teoría. Pero de hecho aún no querrán nada con la explicación de la “Adhesión con Sus atributos”, lo cual significa separar el deseo de recibir, el cual está impreso en la naturaleza de Su Creación, y llegar al deseo de otorgar, el cual cambiará su naturaleza.

Y tal como hemos explicado, que el que se está ahogando en el río necesita sujetar fuertemente la cuerda, y antes de que se ocupe en Torá y Mitzvot Lishmá, de manera que no vuelva a su insensatez, no es considerado como sujetando la cuerda firmemente, la pregunta difícil nuevamente regresa: ¿De dónde tomará el combustible para esforzarse con todo su corazón solamente para complacer a su Hacedor? Porque no hay una persona que pueda hacer un movimiento sin ningún tipo beneficio para sí misma, tal como una máquina no puede funcionar sin combustible. Y si no hubiese ningún beneficio para sí misma, sino solamente complacer a su Hacedor, no tendrá el combustible para el trabajo.

La respuesta es, que todo el que alcanza Su grandeza como corresponde, que después de todo es el otorgamiento, el cual uno otorga sobre Él, es invertido para estar en recepción, como está escrito en Maséjet Kidushin (pág. 7): A una persona importante, cuando la mujer le da dinero, es considerado recepción para ella, y ella es santificada.

Así es con el Creador: Que si alcanzas Su grandeza, no tienes una recepción más importante que complacer al Hacedor. Eso es combustible suficiente para trabajar y esforzarse con todo su corazón y alma a fin de complacerlo a Él. Pero es claro que si aún no alcanzó Su grandeza como corresponde, he aquí que el otorgamiento de la complacencia al Creador, no ha sido considerado para él como recepción en cantidad suficiente tal, que vaya a entregar todo su corazón y su alma al Creador.

En consecuencia, cada vez que realmente se proponga complacer solamente a su Hacedor y no a sí mismo, de inmediato perderá completamente la fuerza para trabajar, pues ha quedado como una máquina sin combustible, puesto que no hay una persona que pueda mover un órgano sin que obtenga de eso algún beneficio para sí misma. Como está escrito: Es un trabajo tan grande como la medida de la devoción de su alma y de su fuerza, según lo establecido en la Torá. Ya que sin duda, no puede hacer esto sin que obtenga alguna recepción de placer para sí misma.

En realidad el alcance de Su grandeza, está en la medida en que el otorgamiento se convierte en recepción, tal como dijeron de una persona importante, que no le es difícil en lo absoluto. Todos conocen la grandeza del Creador, el cual creó todo y consume todo, sin principio ni fin, y cuya majestad  es sin fin ni cesación.

Si no que la dificultad en esto es que, la medida de la grandeza no depende del individuo, sino del ambiente. Por ejemplo, incluso si la persona está llena de virtudes, pero el ambiente no pensará en ella ni le honrará de manera tal, resultará que siempre estará decaída y no será capaz de enorgullecerse de sus virtudes, a pesar de que no duda de que éstas sean verdaderas. Y al contrario, una persona que no tiene méritos en lo absoluto, sino que el ambiente la respetará como si fuese virtuosa, tal persona estará llena de orgullo, ya que la medida de la importancia y grandeza, le es otorgada completamente del ambiente.

Y al momento que la persona ve, cómo su ambiente es indulgente con Su trabajo y no aprecia debidamente Su grandeza, no puede sobreponerse al ambiente. Y tampoco puede alcanzar Su grandeza, sino que es indulgente en cuanto a su trabajo, tal como ellos.

Y puesto que no tiene las bases del logro de Su grandeza, es obvio por supuesto, que no puede trabajar para otorgarle placer a su Hacedor ni para su propio beneficio. Pues no tiene el combustible para esforzarse, y “si no te esforzaste y encontraste, no creerás”.  Y no tiene otra opción sino, o trabajar para sí mismo o no trabajar en lo absoluto, puesto que al que otorga placer a su Hacedor, en realidad no le servirá como recepción.

Y con esto comprenderás lo que está escrito, “En la multitud de la gente está la gloria del rey”, ya que la medida de la grandeza viene del medio ambiente bajo dos condiciones:

  1. 1. La medida de la valoración del ambiente.
  2. 2. La medida de la grandeza del ambiente. Por eso “En la multitud del la gente está la gloria del rey”.

Y debido a la gran dificultad en la materia, nuestros sabios nos aconsejaron: “Hazte de un Rav[1] y cómprate un amigo”; es decir, que la persona elegirá para sí misma a un hombre importante y renombrado para que sea su Rav, con el cual pueda llegar a dedicarse a Torá y Mitzvot con el fin de traer complacencia a su Hacedor. Pues son dos las facilidades que tiene su Rav:

  1. 1. Dado a que él es una persona importante, de aquí el estudiante puede otorgarle complacencia, basado en la grandeza de su Rav, ya que el otorgamiento se vuelve recepción para él, lo cual es un combustible natural con el cual puede aumentar sus actos de otorgamiento cada vez. Y luego que se acostumbró al trabajo del otorgamiento hacia su Rav, él también podrá transferirlo a la dedicación de Torá y Mitzvot Lishmá, hacia el Creador, puesto que el hábito se ha vuelto una naturaleza.
  2. 2. Porque la equivalencia de forma con el Creador no le beneficia si no es para siempre; es decir, “hasta que Aquél que conoce todos los misterios dé testimonio acerca de él, que no volverá a la insensatez nuevamente”. Esto no es así con la equivalencia de forma con su Rav. Dado que su Rav está en este mundo dentro del tiempo, la equivalencia de forma con él le beneficia aún si es sólo temporalmente, aunque luego se vuelva a su insensatez.

Y encontramos que cada vez que iguala su forma a la de su Rav, se adhiere con él a su tiempo. Dentro de lo cual, él logra los pensamientos y el conocimiento de su Rav, según la medida de su Devekut, tal como explicamos en la alegoría del órgano que ha sido cortado del cuerpo y que volvió a ser adherido con él.

 

Por lo tanto, el estudiante puede utilizar el alcance de la grandeza del Creador de su Rav, lo cual invierte el otorgamiento en recepción, siendo combustible suficiente para la entrega de su alma y su fuerza. Entonces el estudiante también podrá ocuparse en Torá y Mitzvot Lishmá con todo su corazón y con toda su fuerza, lo cual es el remedio que trae a la Devekut eterna con el Creador.

Y con esto entenderás lo que dijeron nuestros sabios (Berajot 7): “El Servir a la Torá es más grande que estudiarla, como fue dicho; Elishá, el hijo de Shafat está aquí, el cual vertió el agua sobre las manos de Eliyahu. No está dicho estudió; sino, vertió”. Lo cual aparentemente es un enigma. ¿Cómo simples actos serán más importantes que estudiar la sabiduría y el conocimiento?

Con esta explicación será entendido adecuadamente, pues aquél que sirvió a su Rav con su cuerpo y con sus fuerzas con el fin de traer alegría a su Rav, éste oficio lo lleva a la Devekut con su Rav; es decir, a la equivalencia de forma. Y por medio de esto recibe los conocimientos y los pensamientos de su Rav, en el secreto de “Pe al Pe” (boca a boca), el cual es la Devekut de espíritu con espíritu. Que por medio de esto es recompensado para alcanzar Su grandeza en la misma medida en que se contrapone el otorgamiento a la recepción, para tener el combustible suficiente para la devoción del alma y de sus fuerzas, hasta que sea recompensado con la Devekut con el Creador.

Lo cual no es así con el estudio de la Torá con su Rav, puesto que esto debe ser para su propio beneficio, y no le trae a la Devekut. Esto es considerado “MiPe leOzen” (de boca a oído). De tal manera que este oficio le trae al estudiante los pensamientos de su Rav, y el estudio es solamente las palabras de su Rav. Y el mérito de servir es mayor que el mérito del estudio, tal como la medida de la importancia del pensamiento de su Rav sobre las palabras de su Rav, y como la importancia de “Pe al Pe” sobre “MiPe leOzen”.

No obstante, todo esto es verdad si el servicio es con el fin de otorgarle complacencia. Pero si el servicio es para beneficio propio, tal servicio no puede traerle a la Devekut con su Rav, y ciertamente el estudio con su Rav es más importante que servirle.

Sin embargo, tal como hemos dicho sobre la obtención de Su grandeza, que el ambiente que no le aprecia como es debido, debilita al individuo y le impide obtener Su grandeza. Por supuesto que esta es una cuestión que también es una costumbre con su Rav. Que el ambiente que no aprecia a su Rav como corresponde, impide que el estudiante pueda alcanzar correctamente la grandeza de su Rav.

No obstante, tal como dijimos acerca de obtener Su grandeza, que un ambiente que no Le aprecia adecuadamente, debilita al individuo y le impide obtener Su grandeza. Todo esto ciertamente también es verdad con respecto a su Rav. Un ambiente que no aprecia debidamente a su Rav, impide al estudiante ser capaz de obtener debidamente la grandeza de su Rav.

Por lo tanto, nuestros sabios dijeron, “Hazte de un Rav y cómprate un amigo”. De tal manera que la persona puede hacerse un nuevo ambiente, el cual le ayudará a obtener la grandeza de su Rav por medio del amor de los amigos que aprecian a su Rav. Que por medio de la conversación de los amigos acerca de la grandeza de su Rav, cada uno de ellos recibe la sensación de su grandeza. De tal manera que el otorgamiento hacia su Rav se convertirá en recepción y combustible, a tal grado que le llevará a ocuparse en Torá y Mitzvot Lishmá.

Y por eso dijeron que: “La Torá es adquirida mediante cuarenta y ocho virtudes, al servir a los sabios y por la prolijidad de los amigos”. Porque además de servir a su Rav, uno también necesita la prolijidad de los amigos; es decir, la influencia de los amigos, tal que lo influenciarán para la adquisición de la grandeza de su Rav. Puesto que la obtención de la grandeza depende completamente del ambiente, y es imposible que el individuo vaya a influenciar esto con algo.

No obstante son dos las condiciones que actúan en el alcance de la grandeza:

  1. 1. Escuchar y recibir siempre el elogio de la sociedad en la medida de su separación.
  2. 2. Que el ambiente sea grande, como está escrito, “En la multitud de la gente está la gloria del rey”.

Para recibir la primera condición, cada estudiante debe sentirse así mismo como el más pequeño entre todos los amigos. Entonces podrá recibir la apreciación de la grandeza de todos, ya que el grande no puede recibir del pequeño, y mucho menos ser impresionado por sus palabras. Solamente el pequeño se impresiona del honor del grande.

Y respecto a la segunda condición, cada estudiante debe ensalzar la virtud de cada amigo y para su amigo, como si fuese el más grande de la generación. Entonces el ambiente lo activará como si fuese un ambiente adecuadamente grande, ya que “la calidad es más importante que la cantidad”.


[1] Nota del editor: Un gran maestro, en relación a las enseñanzas de Torá.

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