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70. Con mano poderosa y con furia desbordada

Lo escuché el 25 de Siván, el 28 de junio de 1943

Para comprender el significado de “con mano poderosa… y con furia desbordada seré vuestro rey” debemos entender que existe una regla que establece que no hay coerción en la espirituali­dad; tal como está escrito: “Y no me invocaste a Mí, oh Yaakov; ni tampoco de Mí te cansaste, Oh Israel”. Sobre esto existe una conocida in­terpretación del predicador de Dubna; por ende, ¿cuál es el significado del versículo “con mano poderosa… y con furia desbordada, seré vuestro rey”?

Él dijo que debemos saber que de aquellos que desean participar del trabajo de Dios para poder realmente adherirse a Él y al Palacio del Rey, no todos son admitidos. Por el contrario, cada uno es puesto a prueba; y si se demuestra que no tiene ningún otro deseo, sino sólo el deseo de Dvekut (adhesión), sólo entonces será admitido.

¿Y cómo puede ser puesto a prueba uno si so­lamente posee un deseo? Uno recibe todo tipo de obstáculos. Esto significa que le son enviados pensamientos ajenos y mensajeros ajenos para obstruirle y persuadirle de que abandone esta senda, y en lugar de ella tome la senda de las masas.

Y si uno se sobrepone a todas estas dificulta­des, y rompe todas las barreras que le bloquean, y consigue no dejarse persuadir por las pequeñas cosas, entonces el Creador le envía grandes Kli­pot (cáscaras) y Merkavot (carrozas) para des­viarlo de la senda que le lleva a la adhesión a Él solo y nada más. En este caso se considera que el Creador le está rechazando con mano poderosa.

Si el Creador no le enseñara Su mano podero­sa, sería difícil desviarle del camino; ya que po­see un fuerte deseo de adherirse sólo al Creador, y a nada más.

Pero cuando el Creador desea rechazar a aquél cuyo deseo no es fuerte, lo hace desviandolo me­diante la cosa más insignificante. Al darle un gran deseo en lo corporal, aquél ya abandona el trabajo sagrado por completo, y no queda nece­sidad alguna de rechazarlo con mano poderosa.

No obstante, cuando uno trasciende las difi­cultades y los obstáculos, no consigue ser recha­zado con facilidad, sino sólo con una mano po­derosa. Y si uno se sobrepone incluso a la mano poderosa, es porque ya no desea moverse del si­tio de Kedushá (heb: Santidad) en modo alguno, y desea adherirse específica- y verdaderamente a Él; y como ve que está siendo rechazado, dice que” la furia está siendo lanzada sobre él”. De lo contrario, se le permitiría entrar. Pero debido a que” la furia está siendo lanzada sobre él“por el Creador, no termina de ser admitido dentro del Palacio del Rey para apegarse a Él sinceramente.

Entonces, resulta que antes de desear moverse de su sitio y entrar, uno no puede decir que sien­ta que “la furia haya sido lanzada sobre él”. En cambio, después de todos los rechazos a los que es sometido, cuando ve que no puede moverse de su sitio, es decir, cuando la mano poderosa y la furia lanzada sobre él ya le han sido revela­das, ahí “Reinaré entre ustedes”. Esto se debe a que sólo a través de los mayores esfuerzos, hasta casi explotar, es que se le revela el Reino de los Cielos y logra entrar dentro del Palacio del Rey.

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