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112. Los tres ángeles

Lo escuché en Vaierá, en octubre de 1943

Entiendan bien esto:

  1. Lo relativo a los tres ángeles que vinieron a visitar a Abraham durante la circuncisión.

  2. Lo relativo al Creador llegando a visitarlo, y lo que Él le dijo durante su visita.

  3. Que nuestros sabios dijeron que el visitante toma la sesentava parte de la enfermedad.

  4. La separación de Lot.

  5. La destrucción de Sodoma y Gomorra.

  6. El pedido de Abraham de no destruir Sodoma.

  7. Lo relativo a la esposa de Lot mirando hacia atrás y convirtiéndose en una columna de sal.

  8. Lo relativo al engaño de Simón y de Leví a la gente de Shejem en lo referente a la circunci­sión, cuando le dijeron: “pues para nosotros eso es una deshonra”.

  9. Lo relativo a las dos separaciones que ocu­rrieron por Lot, que fueron borradas en los días de David y de Salomón, y que son opuestas entre sí.

Para comprender lo que está enumerado arri­ba, primero debemos decir que sabemos que respecto a todo discernimos entre Olam (heb: Mmundo, Shaná (heb: Aaño y espíritu. Por lo tanto, en cuanto a la circuncisión, que simboliza “el Pacto de la Piel” [25], también aplica lo referente a Olam, Shaná y Néfesh (mundo, año y espíritu).

La piel, representada aquí por el prepucio, viene a ser la Bejiná Dálet (heb: cuarta fase), que debe ser removida al sitio que le corresponde: al polvo. Esto se llama: Maljut en su sitio; es decir, bajar a Maljut a un estado de polvo. Esto sucede a las siguientes palabras: Aba (heb: Padre) pro­vee la blancura”, refiriéndose a bajar a Maljut, de todos los treinta y dos senderos, hasta su sitio. Y podrán ver que las Sefirot han sido blanquea­das del Aviut (espesor) de Maljut de la cualidad de Din (heb: juicio) que se encontraba en ellas, puesto que el rompimiento ocurrió por causa de esta Maljut.

Luego, Ima (heb: Madre) provee la rojez cuando recibe la Maljut que ya se encuentra en­dulzada dentro de Biná, llamada “tierra”, y no “polvo”. Esto se debe a que en Maljut se pueden diferenciar las siguientes dos fases: 1) tierra; 2) polvo.

La tierra viene a ser Majut ya endulzada den­tro de Biná, y también se llama Maljut que ha ascendido a Biná”. El polvo viene a ser Maljut en el sitio de Maljut”, y representa la cualidad de Din” (juicio).

Cuando Abraham tuvo que tener a Isaac, que representa a todo Israel, tuvo que purificarse a través de la circuncisión para que Israel pudiera emerger pura. La circuncisión, con respecto a su espíritu, se llama circuncisión y concierne a la remoción del prepucio y a lanzarlo a un lugar de polvo.

En la circuncisión el mundo recibe el nombre de “la destrucción de Sodoma y de Gomorra”.

La integración de las almas en el mundo (en­tiéndase por “mundo” a la integración de mu­chas almas) se llama Lot”, y la circuncisión en el mundo se llama “la destrucción de Sodoma”. La curación del dolor causado por la circuncisión se llama “la salvación de Lot”. Lot” viene de la expresión “tierra infame”, que viene a ser la Bejiná Dálet.

Debemos saber que cuando uno ha adquirido Dvekut (heb: Aadhesión) con el Creador, cuando ha logrado la equivalencia de forma y su único deseo es otorgar en lugar de recibir algo para su propio beneficio, llega a un estado en el que ya no hay sobre qué trabajar. Esto se debe a que esta persona ya no necesita nada para sí misma; y en cuanto al Creador, Él lo ve carente de toda de­ficiencia. Por lo tanto, permanece de pie y sin Trabajo. Y esto le provoca el gran dolor de la circuncisión, ya que la circuncisión le da lugar a trabajar, porque representa la remoción del deseo de recibir para uno mismo.

Entonces, resulta que al remover el deseo de recibir, cuando este ya no lo controla más, a uno no le queda nada más que añadir a su trabajo. Y para esto existe la siguiente corrección: in­cluso después de haber sido recompensado con circuncidarse a sí mismo de su deseo de recibir, siguen permaneciendo chispas de Bejiná Dálet dentro de sí; y estas también están esperando ser corregidas. Son “endulzadas” sólo por medio de extender las Luces de Gadlut (heb: Grandeza), y así uno tiene sobre qué trabajar.

Este es el significado de los dolores de Abra­ham el patriarca después de la circuncisión, y del Creador que fue a visitarlo luego. Y esto es lo que representa el ángel Rafael curando su dolor (y no podemos decir esto mismo respecto de los cuatro ángeles, pues el orden es el que sigue: Mi­guel a la derecha, Gabriel a la izquierda, Uriel al frente, y atrás, que representa a Maljut, implícito en el oeste, está Rafael. La razón de esto es que él cura a Maljut luego de la remoción del prepu­cio, para que haya sobre qué trabajar).

Y el segundo ángel vino para destruir a Sodo­ma. Esto significa que cuando la remoción del prepucio se considera espíritu, a esto se le lla­ma “circuncisión”; y cuando se entiende como mmundo, se le llama “la destrucción de Sodo­ma”. Y como ya han dicho, luego de la remoción del prepucio, queda dolor; y entonces necesita­mos calmar ese dolor. De igual forma, durante la destrucción de Sodoma, esta curación recibe el nombre de “La salvación de Lot”, por causa de las dos separaciones buenas que estaban por manifestarse.

Aparentemente es difícil comprender lo refe­rente a la separación buena. Si es una separación, ¿cómo puede ser buena? Sin embargo, después de la remoción del prepucio, hay dolor. Esto se debe a que uno ya no tiene sobre qué trabajar. Y esas separaciones, las chispas de Bejiná Dálet que quedan, le dan a uno algo sobre lo cual tra­bajar por su necesidad de corregirlas.

No pueden ser corregidas antes de la remo­ción del prepucio, ya que antes deben ser eleva­das y corregidas las 248 chispas. Posteriormente, se corrigen las treinta y dos chispas que corres­ponden al Lev ha Even (heb: Corazón de Piedra). Por ende, primero el prepucio debe ser removido por completo.

Este es el significado de la necesidad de te­ner un secreto; o sea, de saber de antemano que deben permanecer bajo forma de Reshimó (remi­niscencias). Y este es el sentido del Sod” (heb: secreto): El Sod se torna Yesod (heb: Fundamen­to) a través de la corrección de la circuncisión. Esta representa la interrupción de Yesod; o sea, la interrupción de la Iod (heb: primera letra de la palabra Yesod”).

Este es el significado del ángel Rafael que posteriormente va a salvar a Lot por causa de las “separaciones buenas”. Y a esto nos referi­mos por Rut y Neomí, que vienen a ser la men­te y el corazón. Rut viene de la palabra Reuiá (heb: valioso, respetable), cuando la Álef no se pronuncia. Y Neomí viene de la palabra Noam (heb: agrado); o sea, algo que le es placentero al corazón; que fue endulzado en David y Salomón.

No obstante, previamente el ángel dijo: “no mires detrás de ti”, ya que Lot” es Bejiná Dálet, pero aún sigue conectada con Abraham. Sin em­bargo, detrás de ti”, más allá de Bejiná Dálet, sólo hay Bejiná Dálet sin estar endulzada. Este es el significado de los grandes monstruos ma­rinos de los cuales dijeron nuestros sabios que eran un Leviatán (heb: Ballena) y su esposa, que este Leviatán mató a la Nukva y que la saló para los Tzadikim (heb: Justos) en el futuro. Mediante futuro nos referimos al tiempo después de todas las correcciones.

Esto es lo que quiere decir que la esposa de Lot está mirando detrás de sí, tal como está escri­to: “Pero su esposa miró hacia atrás, por detrás de él, y se transformó en una columna de sal”. Sin embargo, primero había que matarla, que re­presenta la destrucción de Sodoma. Pero Lot, que es considerado el Leviatán (la conexión entre Be­jiná Dálet y Abraham) debió ser salvado.

Esto aclara la pregunta que hace todo el mun­do: “¿Cómo pudo el ángel que curó a Abraham salvar a Lot? Después de todo, existe una regla que dice: ‘un ángel no puede tener dos misiones (diferentes)’”. Pero esto es una cuestión sola, ya que tiene que quedar un Reshimó de Bejiná Dá­let. Pero tiene que ser un secreto.

Quiere decir que antes de circuncidarse, no había necesidad de saber nada al respecto. En cambio, tuvo que darle muerte. Y, cuando la Sod se tornó Yesod, el Creador la saló para los Tzadi­kim en el futuro.

Esta es la implicancia de la lucha que había entre los pastores del Mikné (heb: Rebaño, Gana­do) de Abraham y los pastores del Mikné de Lot. Mikné simboliza Kinianim (heb: Posesiones) es­pirituales. La lucha se debe a que el rebaño de Abraham representa el propósito de aumentar la fe de Abraham. Esto sugiere que por medio de esto obtuvo mayores fuerzas para trascender por encima de la razón, ya que vio que específica­mente de este modo, mediante la fe por encima de la razón, podría adquirir todas las posesiones.

De esto se desprende que la razón por la cual quería las posesiones era que estas posesiones atestiguarían la “fe por encima de la razón”, que representa el camino verdadero. Esto se eviden­cia del hecho que, puesto que obtiene posesiones espirituales desde Arriba, por medio de ellas se esfuerza en seguir sólo de acuerdo a la “fe por encima de la razón”. Pero su interés en las po­sesiones espirituales no se basa en los grandes grados y logros que estos implican.

Esto significa que, no es que crea en el Crea­dor para alcanzar grandes logros a través de la fe. En cambio, necesita grandes logros para saber que está andando por un sendero de verdad. De este modo, luego de todo el Gadlut, desea espe­cíficamente andar por la senda de la fe, ya que a través de la misma ve que está haciendo algo.

Sin embargo, la única intención de los pastores del rebaño de Lot consistía en alcanzar grandes posesiones y logros. Esto se llama “incrementar el discernimiento de Lot”. Lot lleva el nombre de “la tierra infame”, que corresponde al deseo de recibir de uno, también llamado Bejiná Dálet; ya sea en la mente o en el corazón. Por eso es que Abraham dijo: “sepárense, se lo ruego, por mí”; es decir, que Bejiná Dálet fuera separada de él (de Lot), de la Bejiná de mundo-año-espíritu.

Este es el significado de la remoción del pre­pucio. La remoción de la Bejiná Dálet de Néfesh recibe el nombre de “circuncisión”. En la Bejiná de mundo, la remoción del prepucio se llama “la destrucción de Sodoma”; y respecto de la Bejiná de año, esta representa la integración) de muchas almas; y se llama año). Esta es la Bejiná (heb: discernimiento,) de Lot, que viene de la palabra “infamia”, por “la infamia de la tierra”.

Por tal razón, cuando Abraham le dijo a Lot “sepárense, se lo ruego, por mí”, Lot aún era el hijo de Harán, refiriéndose esto a la segunda restricción, llamada “un río que fluye hacia fuera del Edén para regar el jardín”. Y está el discerni­miento de “más allá del Río”, fuera del río, que viene a ser el primer Tzimtzum (heb: Restric­ción). Y hay una diferencia entre el primer Tzi­mtzum y el segundo Tzimtzum.

En el primer Tzimtzum, los Dinim (hebjuicios) se ubican debajo de todas las Sefirot de Kedushá (heb: santidad), como habían surgido al principio, de acuerdo con el orden descendente de los mun­dos. Pero en el segundo Tzimtzum ascendieron al lugar de Kedushá y ya se sujetan a ella. Por ende, en este aspecto, son peores que los del primer Tzi­mtzum: No se pueden seguir expandiendo.

La “tierra de Canaán” es del segundo Tzimt­zum, que es muy malo debido a que está sujeto a Kedushá. Por eso está escrito acerca del mismo: “no dejarán nada con vida”. No obstante, la Bejiná de Lot, que es Bejiná Dálet, debe ser salvada. Por eso los tres ángeles vinieron como uno: uno para la bendición de la semilla, que representa a todo Israel, que a su vez también implica la multiplica­ción en la Torá. A esto se refiere con la revelación de los secretos de la Torá, llamados Banim (heb: Hijos), de la palabra Havaná (heb: Entendimien­to). Y todo esto sólo puede conseguirse después de la corrección de la circuncisión.

Este es el significado de las palabras del Se­ñor, que dicen: “¿He de ocultar, de Abraham, aquello que estoy haciendo?”. Abraham temía la destrucción de Sodoma, porque no quería perder todas las vasijas de recepción. Por eso dijo: “¡Imagínate que hayan cincuenta Tzadikim dentro de la ciudad!”, pues un Partzuf comple­to representa cincuenta grados. Y luego agrega: “¡Quizás haya cuarenta y cinco Tzadikim!”; o sea, Aviut de Bejiná Guímel, que vale cuarenta; y Dálet de Hitlabshut (heb: vestidura), que es VaK, medio grado, y que corresponde a cinco Sefirot, etc. Finalmente dice: “¿Y si hubiera diez Tzadi­kim?”, haciendo referencia al nivel de Maljut, que es sólo diez. Por ende, cuando Abraham vio que ni siquiera el nivel de Maljut podría emerger de allí, accedió a que Sodoma fuera destruida.

Resulta que cuando el Creador vino a visitarlo, rezó por Sodoma, tal como está escrito: “de acuer­do con el llanto por ella”, que hace referencia a que estaban todos inmersos en el deseo de recibir. “Todos juntos… y si no, lo sabré”. Esto signifi­ca que existen discernimientos de otorgamiento dentro de ellos: “entonces sabremos”. Esto es lo que quiere decir “unión/conexión”; es decir, los conectará con la Kedushá (heb: santidad). Y pues­to que Abraham vio que ningún bien surgiría de ellos, accedió a la destrucción de Sodoma.

Esta es la razón por la cual después de la se­paración de Lot con Abraham, está escrito que “y mudó su carpa bien lejos, hasta Sodoma”, el lu­gar donde mora el deseo de recibir con respecto a sí mismo. Y esto es sólo en la tierra de Israel.

Sin embargo, más allá del río, que representa el primer Tzimtzum, el dominio de Bejiná Dálet, no hay lugar para el trabajo. Esto se debe a que rige y gobierna en su propio sitio; es decir, sólo en la tierra de Israel, considerada el segundo Tzi­mtzum. Allí está todo el trabajo. Este es el senti­do del nombre de Abraham, con la Hey Beraham (heb: creados con la Hey). Quiere decir que la letra Yod que allí se encontraba, fue dividida en dos letras- Hey – la Hey inferior y la Hey supe­rior-; y Abraham tomó de la Hitkalelut (heb: Iin­tegración) de la Hey inferior con la Hey Superior.

Ahora podemos comprender a Simeón y a Leví, que engañaron a los hombres de Shejem. Debido a que Shejem quería a Dina, puesto que toda su intención estaba en el deseo de recibir, dijeron que tenían que ser circuncidados; o sea, debían cancelar sus vasijas de recepción. Y a causa de que su único propósito era el deseo de recibir, fueron matados por la circuncisión, pues perdieron el deseo de recibir a través de la mis­ma. Para ellos, esto se considera la muerte.

Por eso sucede que se engañaron a sí mismos, ya que su intención entera estaba dirigida a Dina, que era su hermana. Ellos creían que recibirían a Dina dentro de las vasijas de recepción. Por ende, en cuanto fueron circuncidados y quisieron recibir a Dina, ocurrió que sólo podían utilizar las vasijas de otorgamiento y que habían perdido las vasijas de recepción por causa de la circun­cisión. Pero, debido a que carecían de la chispa de otorgamiento, porque Shejem era el hijo de Jamor, que no conocía nada aparte de las vasijas de recepción, no pudieron recibir a Dina dentro de las vasijas de otorgamiento, que están en opo­sición con su raíz. Su raíz es sólo Jamor, el de­seo de recibir; y por eso terminaron perdiendo de todas formas. Esto se llama que Simenón y Leví causaron sus muertes. Pero en realidad, fue su propia culpa, y no la culpa de Simeón y de Leví.

Este es el significado de las palabras de nues­tros sabios que dicen: “Si te cruzas con un villa­no, condúcelo al seminario”. Debemos entender qué significa la frase si te cruzas con”. Sugie­re que el villano, que es el deseo de recibir, no siempre es encontrado; y esto es porque no todo el mundo considera a su deseo de recibir como “un villano”. Pero si hay alguien que siente al deseo de recibir como “un villano” y desea li­berarse del mismo, deberá actuar según lo que está escrito: “Siempre habrá de mover la incli­nación bondadosa por encima de la inclinación malvada”. “Si prevalece, bien; y si no, tendrá que involucrarse con la Torá; y si no, tendrá que leer el rezo de Shemá; y si no, tendrá que acordar­se sobre el día de su muerte” (Berajot, pág. 5). En ese estado, resulta que tiene tres consejos o sugerencias juntos; y uno es incompleto sin los otros dos.

Y ahora podemos comprender el problema que resuelve la Guemará (Torá oral). Si el pri­mer consejo que dice “llévalo al seminario” no sirve, entonces “lee el rezo de Shemá”. Y si eso tampoco ayuda o sirve, entonces “recuérdale so­bre el día de su muerte”. De este modo, si duda de su ayuda, ¿para qué necesita los dos primeros consejos? ¿Por qué no ha de tomar directamen­te el último consejo que consiste de recordarle acerca del día de su muerte? Responde diciendo que esto no quiere decir que uno de ellos indi­vidualmente pueda servir, sino que se requieren todos los tres consejos juntos.

Y significa lo siguiente:

  1. Conducirlo hacia el seminario, que es la Torá.

  2. Leer la plegaria de Shemá, que es el Crea­dor y el Dvekut (heb: Aadhesión) con el Creador.

  3. Recordarle acerca del día de su muerte, que viene a ser la devoción. Esto se considera Israel, que es comparada con una paloma que estira su cuello. En otras palabras, todos los tres discerni­mientos son Uno solo que reciben el nombre “la Torá e Israel y el Creador son Uno”.

Uno puede recibir ayuda de un Rav en cuanto al discernimiento de la Torá y de la lectura de la Shemá. Pero en cuanto al discernimiento de Israel, que viene a ser la circuncisión, que es la devoción, uno debe trabajar solo. Y aunque tam­bién para esto haya ayuda venida desde Arriba, tal como lo dijeron nuestros sabios en “e hiciste un pacto con Él”, o sea, que el Creador le ayudó, aun así el que debe tomar la iniciativa es el hom­bre. A esto se refiere la frase que dice “recuérdale acerca del día de su muerte”. Siempre debemos recordar, y jamás olvidar, puesto que esta es la misma esencia del trabajo del hombre.

Y en cuanto a las Reshimot que debemos dejar a modo de “la salvación de Lot”, esto se hace a causa de las dos separaciones buenas, que repre­sentan el significado de Hamán y de Mardoqueo. Mardoqueo sólo desea otorgar, y no necesita ex­tender hacia sí Luces de Gadlut. “Pero a través de Hamán, que desea engullirse a todas las Luces dentro de su autoridad y dominio, a través de él, él es la causa que lleva al hombre a jalar las Lu­ces de Gadlut”.

Hamán, que son llamadas “vasijas de recepción”, sino sólo dentro de las “vasijas de otorgamiento”. Este es el sentido de lo que está escrito acerca de que el Rey le dijo a Hamán “y hazle eso a Mardoqueo el Judío”. Esto es: “las Luces de Hamán brillando en las vasijas de Mardoqueo”.

[25] Existen cuatro diferentes Britot (heb: Pactos): de los ojos, de la lengua, del corazón y de la piel; y el de la piel incluye a todos los demás.

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