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222. La parte dada a la Sitra Ajra para separarla de la Kedushá

Lo escuché

“Al principio, Él creó al mundo con la cua­lidad de Din (heb: Juicio). Luego vio que el mundo no podía perdurar”. Interpretación: la cualidad de Din es Maljut, el lugar del Tzimtzum (heb: Restricción). De ahí hacia Abajo está el si­tio donde se encuentran ubicados “los externos”.

No obstante, en las Nueve Superiores puede haber recepción de la abundancia sin temor, pero el mundo no podía perdurar; esto se refiere a Bejiná Dálet. El mundo no puede ser corregido, porque este es su lugar, y es imposible cambiar­lo, es decir, revocar las vasijas de recepción, ya que esta es su naturaleza, y no puede ser cambia­da. La naturaleza viene a ser la Fuerza Superior, e implica que esa había sido Su voluntad, y que el deseo de recibir sería pleno y completo, e im­posible de cancelarse.

Además, en el hombre, que está Abajo, es imposible cambiar su naturaleza. Y por eso, la única sugerencia al respecto es asociarla con la cualidad de la misericordia, esto es, repetir en Biná el límite que existe enmarcado en Maljut. Quiere decir que Él lo creó como si hubiera una prohibición de recibir, y por eso es posible traba­jar allí, en el sentido de recibir con la intención de otorgar. Esto se debe a que este no es el lugar de Bejiná Dálet, y por ende puede ser revocada.

Entonces, resulta que, en realidad, la manera de corregirse Bejiná Dálet es bajando, descen­diendo. Quiere decir que descubre que ese no es su lugar. Y esto sucede gracias a las Mitzvot y a las buenas acciones. Cuando lo descubre, exami­na a Bejiná Dálet dentro de Bejiná Bet, y esto le revela que su (verdadero) lugar está Abajo.

Y luego, el Zivug (heb: Cópula Espiritual) as­ciende, y el Mojin (heb: Luz) se extiende hacia Abajo. En ese momento, la Hey inferior asciende hasta los Einaim (heb: Ojos), y el trabajo de re­vertir las vasijas de recepción vuelve a comenzar.

Y esta corrección es realizada, porque le da una porción a la Sitra Ajra. Esto es porque antes había lugar para que esta se nutriera sólo de Beji­ná Dálet, puesto que solamente allí se encontra­ba la cualidad de Din, y no en Biná. Pero ahora, Biná también ha adquirido el discernimiento de la disminución, ya que la cualidad de Din se ha integrado con ella. Así, resulta que el lugar de la cualidad de Din ha crecido. Sin embargo, a través de este sitio hay un lugar para el Trabajo, la capacidad de rechazar, puesto que este no es su verdadero sitio. Y entonces, después de acos­tumbrarse a rechazarla de donde le es posible, termina adquiriendo la habilidad de poder recha­zarla de ese mismo lugar donde antes le resultaba imposible.

Y este es el sentido del versículo que dice: “Traga riquezas, pero las vomitará; de su vientre se las hará echar Dios”. De esta manera, al am­pliar sus fronteras, se traga grandes riquezas, y así ella misma termina corrigiéndose completa­mente. Y a esto se refiere la expresión “un cabro para Azazel”: Ella recibe una parte, a través de la cual se la separa posteriormente de Kedushá (heb: Santidad), cuando es corregida en el lugar que Él le da, que, dicho sea de paso, no es su verdadero sitio.

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