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240. Indaga a tus inquiridores cuando ellos indaguen Tu rostro

Slijot 1- 86, en honor a mi padre, mi maestro Shalit”a

“Indaga a Tus inquiridores cuando ellos inda­guen Tu rostro; respóndeles desde los Cielos de Tu morada, y no cierres tu oído a sus clamores y sus ruegos” (Slijot para el primer día). Es… que el propósito de la creación del mundo era hacer el bien a Sus creados. Pero para que la corrección se completara en toda su perfección, tenía que estar la cualidad endulzante del atributo de Din (heb: Se­veridad, Juicio) y de Rajamim (heb: Misericordia).

Din es discernido como Gadlut (heb: Grande­za, Adultez). Pero para evitar llegar a una dispa­ridad de forma a través de esto, tiene que haber el siguiente discernimiento que se parece a un compromiso: según el Din habría recibido más, pero todavía estaba en peligro de colocarse en disparidad de forma. Pero cuando se mezcla con la cualidad de Rajamim (misericordia), no reci­be el Gadlut de la Luz, y así puede alcanzar la equivalencia de forma. Y la corrección se lleva a cabo a través de invertir las vasijas de recepción, para que adquieran la intención de recibir con el fin de otorgar.

De esta manera, vemos que cuando uno vie­ne en busca del Creador, todavía se encuentra apegado a la recepción; y a este se le llama defi­ciente e infame; y una persona infame no puede adherirse a lo bendito. Sin embargo, a aquél que recibe con la intención de otorgar, se le llama bendito, ya que no le falta nada, ni necesita nada para sí mismo. De esto se desprende que la única dificultad consiste en lograr estar en ese estado de bendito, puesto que únicamente por medio de la virtud de la Torá y las Mitzvot (preceptos) pueden invertirse las vasijas de recepción para ser vasijas de otorgamiento. Este es el motivo por el cual rezamos “Indaga a tus inquiridores”.

Hay dos tipos de inquiridores: unos inquie­ren sólo por Tu rostro y sólo desean otorgar. Por ende, aquellos que inquieren, con el objetivo de conseguir la posibilidad de recibir salvación, lo hacen sólo por Tu rostro. Acerca de esto, dijo que “cuando indagan Tu rostro”. A aquéllos que in­dagan Tu rostro “respóndeles desde los Cielos de Tu morada”. Esto se refiere a que los Cielos de Tu morada se revelarán, porque ellos no segui­rán mancillando Arriba en lo alto, ya que están limpios de la cualidad de recibir. “Sus clamores y ruegos” aluden a que todas sus plegarias y rue­gos siguen siendo para sí mismos; y que desean estar cerca del Creador, pero aún no están lim­pios de la intención de recibir.

Esto es, porque hay dos discernimientos en el trabajo de Dios:

A. Están aquellos que desean que el Creador se revele en el mundo, y que todos conozcan, así, que existe Divinidad en el mundo. En ese estado, esas personas no están en el medio, sino que solamente desean. En ese estado no puede decirse que esa persona posea un discernimiento de recepción, puesto que no está rezando por es­tar próxima al Creador; sólo está pidiendo que la gloria de los Cielos se revele en el mundo.

B. Y están aquéllos otros que rezan por estar cerca del Creador. Estos sí están en el medio. Uno podría llamar esto recepción para uno mis­mo, por el hecho de que la persona desea recibir abundancia para poder aproximarse al Creador. Esto recibe el nombre de “ruegos” o “clamores”. Y aquéllos que aún se encuentran en un estado de “ruegos”, es decir, rezando por aproximarse a Él, elevan sus súplicas al Cielo. Y por ellos se le dice al Creador: “no cierres Tu oído”.

Esto se debe a que únicamente clama y llora aquel que se siente deficiente y carente. Pero para otro, esto no es un clamor, sino sólo una deman­da, como cuando se dice “da mis saludos”. Por lo tanto, con el rostro sólo existe una demanda.

La expresión “Desde los Cielos de Tu mo­rada” se refiere a los Einaim (heb: Ojos), a la Luz de Jojmá (Sabiduría); es decir, que puedan recibir la esencia de su abundancia, dado a que sus Kelim (heb: Vasijas) se encuentran ya bajo la forma de recibir con la intención de otorgar. Pero respecto de aquellos que aún se encuentran en un estado de ruegos y súplicas, dice: “no cie­rres tu oído”. “Oído” se refiere a Biná, y quiere decir que necesitan extraer fuerzas para conse­guir la cualidad de otorgamiento… sobre la Luz de Jasadim (bondad).

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