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Introducción al Zohar (30 a 41). Parte IV

30)  2da. división: Desde los trece años en adelante. En este momento el punto en su corazón, el cual es lo posterior de la santidad, es dotado de fuerza. Aunque en el nacimiento se vista de la voluntad de recibir, empieza a despertar sólo después de los trece años, y luego comienza a entrar al sistema de los mundos sagrados, en la intensidad que observe la Torá y Mitzvot. 

Su papel principal es el de lograr e incrementar la voluntad espiritual de recibir, porque en el momento del nacimiento sólo tiene la voluntad de recibir cosas materiales. Por consiguiente, aunque ha logrado la voluntad excesiva de recibir antes de cumplir los trece años, no significa el fin del crecimiento de la voluntad de recibir, pues el primer crecimiento de la voluntad de recibir se relaciona sólo con lo espiritual. 

Por ejemplo, antes de cumplir los trece años desea recibir toda la riqueza y respeto en este mundo corporal, el cual es aparentemente no eterno, y para todos nosotros es sólo una sombra fugaz. Cuando logra la voluntad espiritual excesiva de recibir quiere digerir –para su propio gozo– toda la riqueza y placeres en el Mundo Superior eterno, lo cual es una posesión eterna. Así, la  mayoría de la voluntad excesiva de recibir es completado sólo con el deseo de recibir espiritualidad. 

31) Nuestros sabios dicen: “La sanguijuela tiene dos hijas, llorando, den, den (Proverbios 30, 15)”. Una sanguijuela significa el infierno. Y la maldad está apresada en ese infierno y llora como perros “Hav Hav (Heb: dar dar)”, significando: “danos la riqueza de este mundo y la riqueza del próximo mundo”. 

Es aún mucho más importante el grado a partir del primero, porque además de lograr el tamaño completo de la voluntad de recibir y todo lo material que necesita para su trabajo, es este el grado que lo lleva para Su nombre. Como nuestros sabios dijeron: “ Uno debería observar siempre la Torá y Mitzvot, no para Su Nombre, porque a partir de la no observación de para Su Nombre, uno llega a para Su nombre”.  

Por consiguiente, el grado que viene después de los trece años es considerado sagrado. Es como un siervo sagrado quien sirve a su dueña, la cual es la Divinidad Sagrada, ya que el siervo lo trae a para Su nombre y logra la inspiración de la Divinidad. Además uno debería tomar cada medida sentado para traerlo a para Su nombre, porque si no se esfuerza por aquello y no viene a para Su nombre, uno cae en el abismo del siervo impuro, el cual es el opuesto al siervo sagrado, cuyo papel confundir al hombre en el sentido que no de para Su nombre, llegará a para Su nombre. Y acerca de ella ha sido dicho: “la doncella que es heredera de su dueña (Proverbios 30, 23)”, ya que ella no dejará a un hombre cerca de la dueña, quien es la Sagrada Divinidad. 

Y el grado final en aquella división es que desea enamorarse apasionadamente de Dios, como si uno se enamorase de un amor corporal, hasta que el objeto de la pasión permanezca ante los ojos de uno todo el día y toda la noche, tal como el poeta dice: “cuando Lo recuerdo, Él no me deja dormir”.  Luego es dicho acerca de él: “pues el deseo realizado es un árbol de la vida (Proverbios 13, 12)”. Porque los cinco grados del alma son el árbol de la vida, el cual continúa por quinientos años, cada grado dura cien años, lo cual siginifca que recibirá los cinco aspectos  de NRNCY (Nefesh, Ruaj, Neshamá, Jayá, Yejidá) explicados en la tercera división. 

32) 3ra. división: Es el trabajo en la Torá y Mitzvot, con el fin de otorgar y no con el fin de ser premiado, lo cual limpia la voluntad de recibir para sí mismo y lo convierte en voluntad de otorgamiento. Con la intensidad que purifica la voluntad de recibir llega a ser digno de recibir las cinco partes del alma llamadas NRNCY. 

Esto es porque éstas son sólo aplicables a la voluntad de otorgar y no pueden vestirse en su cuerpo mientras la voluntad de recibir esté en control, lo cual es opuesto en forma al alma, o incluso sólo diferente. Se debe a que la materia del vestido y la equivalencia de forma van mano a mano. Cuando logra la completa voluntad de recibir y no necesita nada para sí mismo, encontrará que ha logrado equivalencia de forma con sus superiores NRNCY, los cuales se extienden desde el origen en el Infinito en la primera situación, a través de los sagrados ABYA para ser gradualmente vestidos en él.  

4ta. división: Es el trabajo que es conducido luego del renacimiento de los muertos. Significa que la voluntad de recibir, la cual ya ha sido completamente borrada a través de la muerte y la sepultura, es ahora revivida en su peor forma como una excesiva voluntad de recibir, como nuestros sabios dijeron: “Los muertos están destinados a ser revividos con sus imperfecciones”. Y luego es convertido a una recepción en la forma de otorgamiento. Sin embargo, hay individuos distinguidos a quienes les ha sido entregado este trabajo mientras aún viven en este mundo. 

33) Y ahora queda la sexta pregunta. Nuestros sabios dijeron que los mundos no fueron creados sino para el hombre. Y esto parece muy peculiar, que para tal pequeño hombre, cuyo valor no es más que un manojo comparado a la realidad ante nosotros en este mundo, mucho menos comparado a los mundos espirituales superiores, el Creador se ocuparía de crear eso para él. Aún más peculiar es la interrogante: ¿Por qué el hombre necesitaría de todos estos vastos mundos espirituales?. 

Deberíamos saber que cualquier satisfacción de nuestro Creador a partir del otorgamiento sobre Sus criaturas depende de la intensidad con que las criaturas Lo sienten, que Él es el benevolente y es Él quien las satisface. Él se complace de ellas, como cuando un padre juega con su hijo favorito, al grado de que el hijo siente y reconoce la grandeza y sublimidad de su padre y su padre le muestra todos los tesoros que ha preparado para él. Como el verso dice: “Efraín mi querido hijo, un muchacho querido, cuando sea que hable de él, Yo sinceramente aún lo recuerdo: por consiguiente mis entrañas se mueven por él, seguramente tendré misericordia de él, dice el Señor (Jeremías 31, 19)”. 

Observa cuidadosamente estos mundos y podrás aprender y saber los grandes placeres del Señor con las criaturas completas que han logrado la capacidad de sentir y reconocer Su grandeza en todas las maneras que Él ha preparado para ellas, hasta que Él se relaciona a ellas como un padre se relaciona a su hijo querido. Y no necesitamos continuar con esto, pues es suficiente para nosotros saber que por esta alegría y placer con las criaturas completas, fue digno Su tiempo en crear todos los mundos, superiores e inferiores igualmente.

34) Con el fin de preparar a Sus criaturas para alcanzar el antes mencionado grado exaltado, el Creador pensó en cuatro grados que se desarrollan uno fuera de otro. Estos son llamados: inanimado, vegetativo, animal y “hablante”; son además las cuatro fases de la voluntad de recibir en las que cada uno de los mundos superiores están divididos, ya que aunque la vasta mayoría de la voluntad radica en  cuatro fases de la voluntad de recibir, es imposible para él materializarse de una sola vez, sino a través de  las tres fases precedentes que lo exponen gradualmente y lo desarrollan hasta que su forma ha sido completada. 

35) La primera fase de la voluntad de recibir, llamada inanimada, la cual es la exposición preliminar de la voluntrad de recibir en este mundo corporal, hay pues un movimiento general que incluye la totalidad de la categoría inanimada. Pero en los componentes en particular no hay ningún movimiento aparente. Esto es porque la voluntad de recibir genera necesidades y las necesidades generan el movimiento suficiente para lograr lo que necesita. Habiendo sólo una pequeña voluntad de recibir, esta domina la totalidad de la categoría, pero su poder sobre los componentes es indistinguible. 

36) El vegetativo es agregado al anterior, el cual es la segunda fase de la voluntad de recibir. Su tamaño es más grande que el inanimado y su voluntad de recibir domina a cada uno de los componentes de la categoría, porque cada componente tiene su propio movimiento privado que se expande hacia arriba, abajo y a los lados, y se mueve donde el sol brilla. El asunto de comer, beber y la extracción del desperdicio es también aparente en cada componente. Sin embargo, carece de una sensación individual e independiente en cada componente. 

37) Luego sigue la categoría animal, la cual es la tercera fase de la voluntad de recibir. Su medida ya está completada en una gran intensidad, pues esta voluntad de recibir genera en cada componente separado una sensación independiente e individual, la cual es la vida que es única para cada componente por separado. Además, esos aún no tiene la sensación de los otros, es decir, no tienen la preparación necesaria de participar en el dolor de los otros o en sus alegrías, etc. 

38) Encima de todo vienen las especies humanas, las cuales son la cuarta fase de la voluntad de recibir. Es la medida final y completa, su deseo de recibir incluye también la sensación de los otros. Si quieren conocer la diferencia exacta entre la voluntad de recibir en la tercera fase que está en el animal, y la cuarta fase de la voluntad de recibir en el hombre, les diré que es como el valor de una sola criatura contra toda la realidad, pues la voluntad de recibir en el animal, el cual carece de la sensación de los otros, puede generar sólo necesidades y al punto en que estén grabados en esa criatura sola. 

Mientras que el hombre, quien puede sentir a otros, se convierte en alguien que necesita todo lo que otros también, y es así como se llena de envidia por adquirir todo lo que otros también tienen. Cuando posee una porción en particular quiere duplicarla, por consiguiente sus necesidades se multiplican para siempre hasta que quiere engullir todo lo que hay en este mundo entero. 

39) Hemos mostrado que el propósito de los deseos de la creación es de otorgar a Sus criaturas, para que puedan conocer su genuinidad y grandeza, y recibir todo el gozo y el placer que Él ha preparado para ellas, tal como lo dice el verso: “Efraín mi querido hijo, un muchacho querido (Jeremías 31, 19)”. Tú claramente encuentras que este propósito no se aplica a lo inanimado y las grandes esferas tales como la tierra, la luna, o el sol; sin embargo, luminosas, y no para lo vegetativo y no para lo animal, pues carecen de la sensación de los otros, incluso entre sus propias especies. Por consiguiente ¿Cómo puede la sensación de lo Piadoso y Su otorgamiento aplicarse a ellas?

El hombre, después de haber sido preparado con la sensación de los otros de su propia especie quienes son similares a él, después de penetrar en la Torá y Mitzvot, transformará su voluntad de recibir en una voluntad de otorgamiento, llegando a la equivalencia de forma con su Creador. Entonces recibe los grados que han sido preparados para él en los mundos superiores, llamados NRNCY, llegando a ser calificado para recibir el propósito del pensamiento de la creación. Después de todo, la intención de la creación de todos los mundos fue únicamente para el hombre.

40) Sé que es completamente inaceptable ante los ojos de algunos filósofos. Ellos no pueden aceptar que el hombre, al cual ellos piensan como inferior e indigno, sea el centro de la creación magnificente. Pero ellos son como un gusano que nace dentro de un rábano y creen que el mundo del creador es así de amargo y así de oscuro como el rábano en el cual nacieron. Pero tan pronto como las cáscaras del rábano se rompa y se asoman hacia afuera, se maravillan y dicen:“!Creí que el mundo entero era del tamaño de mi rábano, y ahora veo ante mí hay un mundo grande, bello y maravilloso!”

Así también se encuentran quienes sumidos en la cáscara de la voluntad de recibir con la que nacieron, y no saborean las especies únicas, las cuales son la Torá y las prácticas Mitzvot, que pueden romper esta cáscara dura y convertirlo en una voluntad de satisfacer a su Creador. Es verdad que ellos deben determinar su vacío y falta de valor, como lo que son realmente, y no pueden comprender que su realidad magnificente no ha sido creada sino para ellos. 

En verdad, si hubiesen penetrado en Torá y Mitzvot con el fin de otorgar alegría a su Creador con toda la pureza requerida, y tratado de salir de aquella cáscara, hubieran nacido y recibido la voluntad de otorgar, sus ojos inmediatamente se abrirían y lograrían todo el placer y la dulzura más allá de las palabras, grados de sabiduría, inteligencia y mente clara, que han sido preparados para ellos en los mundos espirituales. Luego dirían a sí mismos como nuestros sabios dijeron: “Un buen invitado, ¿qué dice?: Todo lo que el anfitrión hizo, lo hizo para mí solo”.

41) Pero todavía queda por clarificar ¿Por qué el hombre necesitaría todos esos mundos superiores que el Creador ha construido para él?. ¿Para qué los usa?. Tenga en mente que la realidad de los mundos es dividida generalmente en cinco categorías las cuales son: 1. Adam Kadmon, 2. Atzilut, 3. Briá, 4. Yetzirá, 5. Asiá. Además, en cada uno de ellos hay un número infinito de detalles, los cuales son las cinco sefirot: Keter, Jojmá, Biná, Tiferet y Maljut. Porque el mundo de Adam Kadmon es Keter, y el mundo de Atzilut es Jojmá, y Briá es Biná y Yetzirá es Tiferet y el mundo de Asiá es Maljut. Todas las luces que se visten en esos cinco mundos son llamadas YCNRN, como la Luz de Yejidá que brilla en Adam Kadmon, la Luz de Jayá que brilla en Atzilut, la Luz de Neshamá que brilla en Briá, la Luz de Ruaj que brilla en Yetzirá y la Luz de Nefesh que brilla en Asiá. Todos estos mundos y cada cosa en ellos son incluidos en el nombre sagrado “Yod Hey Vav Hey”, y el extremo de Yod. En el primer mundo, en Adam Kadmon, no tenemos percepción. Por consiguiente el extremo de Yod , el nombre lo indica, pero no hablamos de eso, siempre mencionamos sólo los cuatro mundos ABYA. Yod es el mundo de Atzilut, Hey es Briá, Vav es Yetzirá y Hey del fondo es Asiá.

 

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