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Lección 4 - El Mundo de la Restricción

¡Felicidades! Ya pasaron las tres primeras lecciones. Pero, ahora surge la pregunta, ‘¿Qué tiene que ver todo esto conmigo?’ La respuesta es sencilla: ‘literalmente todo’. Como ustedes verán, sólo fuimos creados por una razón: recibir placer total, ilimitado y absoluto, el deleite. Pero para poder alcanzarlo, debemos conocer como ‘operan los mundos espirituales’. Cada ley bajo la que opera nuestro mundo corporal se origina en los mundos espirituales. Aquí se encontraban nuestras almas antes que naciéramos, y aquí es donde regresarán después de que nuestra vida termine.

Sin embargo, sólo nos interesa la parte intermedia, lo que ocurre entre esos dos acontecimientos, el período en que nos hallamos en un cuerpo físico y nos late el corazón. Aquí es cuando precisamente la Cabalá nos ayuda a utilizar todo lo que tenemos en esta vida para lograr la meta: experimentar al Creador. Para ascender espiritualmente necesitamos conocer y utilizar todas las posibilidades que se nos ofrecen.

Antes que nada, debemos conocer todo lo que nos rodea en este mundo en que vivimos. Necesitamos entender las diferentes categorías que existen aquí: los niveles inanimado, vegetal, animado, y hablante, y la manera en que trabajan. Después, debemos entendernos nosotros mismos. No me refiero al nivel animal en donde estamos encerrados, sino al del alma que se encuentra adentro de ese animal. Necesitamos entender como crece, qué papel podemos desempeñar en el desarrollo del alma, y después hacer todo lo que nos sea posible para avanzar en nuestro ascenso espiritual.

Esto no es un proceso natural, sino por el contrario, es extremadamente lento, sangriento, doloroso, y termina justo en donde ustedes se encuentran el día de hoy: aprendiendo a acelerar el proceso conscientemente. Así es que llegamos hasta aquí teniendo que hacer una elección. Ya sea que aceptemos la responsabilidad y caminemos gustosamente por el camino que el Creador nos muestra, o podemos continuar por obligación mediante el sufrimiento. A este último camino se le llama ‘el camino de sufrimiento’. Por mi parte, siendo débil de corazón, prefiero el camino menos doloroso y estoy dispuesto a trabajar arduamente para evitarlo.

La Sabiduría de la Cabalá no trata sobre como resolver nuestros problemas en este mundo. No elimina nuestros problemas financieros o nos ayuda a encontrar una pareja. Lo que nos dice exactamente es cómo cumplir nuestras responsabilidades espirituales, y no tener que seguir avanzando entre los problemas. De esta manera, nos ayuda a resolver el problema general del que proceden todos nuestros problemas cotidianos. Todos nuestros dolores de cabeza y sufrimientos se nos presentan por una sola razón: llevarnos al punto en que podamos iniciar nuestro ascenso espiritual.

Pero una vez que descubrimos como funciona todo: las leyes de los mundos espirituales, quién nos las envía y por qué, podemos utilizar nuestros retos diarios para ayudarnos a comportarnos correctamente y avanzar juntos hacia el Creador.

Entre la parte más baja del último mundo espiritual, el mundo de Assiyá, y nuestro mundo, este mundo corporal en el que existimos físicamente, se encuentra una barrera conocida en la Cabalá como Majsom. Una vez que cruzamos esta barrera y entramos en los mundos espirituales, da principio un camino de 6,000 peldaños hacia el resultado final conocido como el Fin de la Corrección: Gmar Tikkún. Cada vez que subimos un escalón de la escalera, eliminamos de una capa del ocultamiento del Creador.

El Fin de la Corrección ocurre después de la corrección de todos los deseos del hombre. La primera etapa al estudiar Cabalá, consiste en leer tantos libros cabalistas como sea posible y ‘digerir’ todo el conocimiento posible. La siguiente etapa es trabajo de grupo, en que los deseos del estudiante y los del grupo deben fusionarse. La vasija del estudiante crece proporcionalmente al número de miembros del grupo.

En la etapa del trabajo de grupo, es el grupo que simboliza al Creador, ya que todo lo que hay fuera de nosotros es el Creador. En todas las épocas, los Cabalistas han tenido grupos. Solamente dentro del marco de un grupo y basándose en los lazos mutuos impulsados por sus miembros pueden los estudiantes avanzar en el entendimiento de los mundos espirituales.

El estudio de la Cabalá es, de hecho, un proceso de dos-partes. En la primera parte, estudiamos la Creación y su descenso desde ese pensamiento inicial del Creador bajando hasta al nivel de Nuestro Mundo. La segunda parte es el estudio del ascenso, desde donde ahora existimos nosotros, de regreso hacia arriba, por el mismo camino, hasta alcanzar el nivel más elevado. Es importante notar que el cuerpo físico no va a ningún lado; permanecemos justo aquí donde nos encontramos. Ascendemos en forma espiritual a raíz de nuestros esfuerzos y el desarrollo que resulta de los mismos.

En nuestras tres primeras lecciones, aprendimos acerca de las etapas iniciales del proceso de la Creación y las partes de la criatura. Ahora que ya hemos aprendido un poco la anatomía de la criatura, continuemos. Recordarán que la criatura decidió no aceptar dentro de sí toda la luz, sino sólo una porción, el 20%. El restante 80% se quedó afuera. A esta Luz se le llama Luz Circundante, Ohr Makif.

La Luz que ingresa se localiza en Toj, el cuerpo, y la Luz Circundante, Ohr Makif, empieza a influir en la criatura. Le dice, ‘¿Ves que placentero es aceptar esta porción de Luz? No sabes cuánto placer permanece afuera; intenta aceptar un poco mas’. Nos damos cuenta que es mejor no experimentar el placer que experimentar tan sólo un poco. El placer atrae al placer y ejerce presión tanto por fuera como por dentro y por lo tanto es muy difícil oponer resistencia. ¿Alguna vez han intentado comer una sola papa frita?

De alguna manera, es mucho más fácil no comer ni una papa frita que sólo comer una. Podemos pasar días, semanas, o meses sin una papa, ¿pero, podemos comer sólo una? El Partzuf actúa de la misma manera. Mientras estaba sin aceptar Luz, podía permanecer en ese estado por mucho tiempo. Pero ahora que la Luz se encuentra adentro, es igual que disfrutar el sabor de la papa frita mientras te la comes, y tener la bolsa llena a tu alcance. Hay presión de dos lugares, no uno. Lo estás disfrutando en el interior, y ves que hay todavía más

El Partzuf recibe presión de adentro y de afuera. Pero ya tiene calculado que tanto puede aceptar para el Creador. Si toma de más cualquier cantidad de Luz por pequeña que sea, esa pequeña cantidad de Luz lo condena a recibir para sí mismo y experimentar esa terrible vergüenza, que es peor que no recibir placer.

Sólo hay algo que podemos hacer. Rechazar la Luz que se encuentra adentro para poder regresar a su estado inicial de vacío antes de volver a aceptar un poco de Luz. Y esto es exactamente lo que hace nuestra criatura, el Partzuf. La Luz que se acepta adentro por el Creador se llama Ohr Pnimi. La Luz Circundante, es decir la Luz que permaneció afuera se llama Ohr Makif.

La presión simultánea que estas dos Luces (Ohr Pnimi y Ohr Makif) ejercen sobre la pantalla (Masaj) a la altura del Tabur (ombligo, en hebreo), que es la frontera entre el Toch y el Sof del Partzuf, se llama Bitush Pnimi uMakif (golpear desde el interior y desde el exterior). En otras palabras, estas dos Luces ejercen presión en la frontera que divide las áreas donde la criatura aceptó placer y donde no aceptó placer.

¿Qué es lo que realmente está ocurriendo dentro del Partzuf? La Luz ingresó por la boca, Peh, y empujó la pantalla hasta al nivel del Tabur que igualó ese 20% que la criatura calculó podía aceptar para el Creador. El Tabur (el ombligo) es el lugar en el Guf (el cuerpo), donde la criatura decide que no debe aceptar Luz más abajo del Guf. Cuando la } criatura determina que no puede manejar la presión y debe expulsar la Luz de su cuerpo, el Masaj (pantalla) regresa a} la boca (Peh) expulsando la Luz hacia fuera. Realmente no es que la criatura no pueda manejar la presión. Resulta que lo que la criatura descubre es que no está cumpliendo con la meta de recibir solamente para complacer al Creador.

¿Así es que cómo sabe la criatura cuánto debe recibir adentro? ¿Cómo obtuvo la cantidad de 20%? Esta es la responsabilidad de Rosh. Antes que la criatura permitiera la entrada de Luz dentro de Toj, tenía toda la información necesaria para poder tomar la decisión. Sabía de qué tipo de Luz se trataba, qué tipo de deleite obtendría, cuál era su deseo, y que tan fuerte era su fuerza frente al deleite para su propio beneficio.

Recuerden que lo primero que hace el Partzuf es no aceptar la Luz, rechazándola completamente. Esa Luz se llama Ohr Hozer (Luz Retornante). Dentro de esa Luz está toda la información que necesita Rosh para calcular. Según esta información, así como la información que quedó del estado en que el Partzuf estuvo lleno de la Luz, y del estado posterior a la restricción de la Luz, el Partzuf conserva un recuerdo del pasado, una impresión llamada Reshimó.

¿Qué existe realmente en la espiritualidad? Solamente el deseo de deleitar y los deleites que satisfacen ese deseo. Recuerden el término Aviut, toda la información sobre del deseo que tiene la criatura. El Rosh tiene esta información así como la información acerca de la Luz. El proceso de expansión de esa Luz dentro del Partzuf se llama Hitlabshut (vestidura). Podemos afirmar quie sólo existe el Creador y la Creación.

Cada vez que la criatura expulsa la Luz y empieza a calcular, ya tiene la información de su estado previo. Tiene un recuerdo del deseo y un recuerdo de cómo era la Luz. En términos cabalistas, tiene un Reshimo de Aviut (el deseo) y Hitlabshut (la Luz). Eso es todo lo que necesita para poder saber precisamente que sintió cuando la Luz entró. Ahora puede realizar sus propios cálculos sobre lo que hay que hacer después y cómo llevarlo a cabo.

 

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