(Ejemplo del día 10 de marzo, 2010)

¿Existe acaso alguna diferencia entre un rasguño  en una pierna y un  "rasguño en el cerebro", de acuerdo a la percepción espiritual?

En nuestra percepción, la de este mundo, hay un orden de importancia de  los distintos órganos del cuerpo,  según el cual cuanto más importante es el órgano mayor será su contribución al cuerpo y del mismo modo mayor será el daño que pueda causar. Por ejemplo: sabemos que un rasguño en  una pierna no es nada en comparación con el más pequeño problema de funcionamiento del cerebro o del corazón, los cuales permiten la existencia de todo el cuerpo. Una raspadura en una pierna nos afectaría mucho menos, mientras que un problema en el cerebro tendría un efecto crítico en nuestros cuerpos y en nuestras vidas.    

En la percepción espiritual, el "tamaño" de la corrupción es insignificante, pues cada corrupción afecta a todo el sistema  por igual.

En la percepción de la realidad espiritual hay una ley llamada "equivalencia entre el colectivo y el individuo" –ni el más mínimo detalle existe por sí mismo, sino que es una parte integral de todo el mecanismo, y del mismo modo todo el mecanismo depende de cada detalle, "pequeño" o "grande". Ya en la más mínima percepción espiritual, se revela una conexión armoniosa y perfecta que es la dependencia mutua y la relación entre todas las partes del sistema -cada persona contiene a todos en su interior,  y  todos contienen a la persona en su interior. Cada uno o todos juntos, es lo mismo.         

No obstante, ahora debemos aceptar, que en nuestra percepción física y material, parece que hubiera grande y pequeño, importante e inferior. Sin embargo, debemos recordar que una vez que logremos el primer alcance espiritual, de conexión con los demás, mediante éste descubriremos la Fuerza Superior que desempeña esta unión. Descubriremos que, en realidad, todo se encuentra en nuestro interior, todo es uno y perfecto.

(Clase matutina, de la parte III)