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El reino secreto

La Cabalá  es conocida como una sabiduría confidencial. Precisamente es debido a este secreto que se ha dado lugar a las numerosas leyendas, falsificaciones, cosmografía, ignorantes argumentos y malas conclusiones.

Sólo al final del siglo 20  fue que la sabiduría de la Cabalá pudo ser revelada a todos circulando incluso alrededor del mundo. Por consiguiente, al dirigirme al lector al principio de este libro, me siento obligado a rasgar las capas seculares de esta sabiduría antigua que es común a toda la humanidad.

La sabiduría de la Cabalá no tiene que ver con la religión, no hay nada más relacionado a ella que la física, química o matemática.

La Cabalá no es una religión y esto se hace obvio porque las personas religiosas no saben nada sobre ella, no entienden ni una palabra. Es en primer lugar, el conocimiento más profundo sobre las leyes del Universo, el método de aprehender el mundo, el logro del propósito de la Creación que se mantuvo fuera de las masas religiosas.

La Cabalá estaba esperando hasta que la humanidad madura aceptara esta sabiduría y la usara correctamente. Es el conocimiento que se legó a toda la gente del mundo y que permite al hombre controlar su destino.

La Cabalá trata sobre el reino escondido a nuestros cinco sentidos. Sólo opera con las nociones espirituales, con cosas que pasan más allá de nuestra percepción, en el Mundo Superior. Sin embargo, la Cabalá  pide prestado los nombres del idioma de nuestro mundo para nombrar los objetos espirituales, fuerzas y acciones. Esto es necesario porque no tenemos ninguna palabra a nuestra disposición que pueda describir los fenómenos no terrenales.

Cierta fuerza desciende desde cada objeto en el Mundo Superior para formar un objeto correspondiente en el nuestro. Un cabalista, quien vive en ambos mundos, ve esta conexión y describe la realidad espiritual usando los nombres de nuestro mundo.

Sin embargo, lo que cuentan los cabalistas a aquellos que no han logrado todavía el reino espiritual parecen experiencias terrenales. La Cabalá habla exclusivamente de lo que pasa en el Mundo Superior. El uso de palabras familiares en las definiciones propicia las concepciones falsas y erróneas. La Cabalá prohíbe imaginar una conexión entre los nombres de nuestro mundo y sus raíces espirituales. Esto es considerado como el error más grande en la Cabalá.

Por esto se prohibió durante tantos años hasta este tiempo: el desarrollo del hombre era insuficiente para dejar de imaginar toda clase de brujas, fantasmas, ángeles y demonios, cuando se trata de algo completamente diferente.

Sólo a partir de los 90s del siglo 20 está permitido estudiar la Cabalá y se recomienda diseminar esta sabiduría. ¿Por qué es así? Porque las personas dejaron de pensar sobre las fuerzas naturales como las criaturas varoniles, las sirenas, los centauros, etc. Están listas para imaginar el Mundo Superior como un dominio de fuerzas, los campos de fuerzas, la materia anterior al mundo. Este dominio de fuerzas e ideas es el tema de la Cabalá.

Deseándole éxito en lograr el Mundo Superior,

Rav Dr. Michael Laitman

¿Para qué estoy viviendo?

¿De qué trata la Cabalá?

La Cabalá se refiere a la pregunta sobre el propósito de la vida. Hombres muy jóvenes se hacen esta pregunta, pero luego la olvidan por el resto de su vida. El hombre no puede atormentarse de manera indefinida con esta pregunta sin encontrarle una respuesta.

Esta sólo puede hallarse en una fuente: La sabiduría de la Cabalá, la cual sólo estaba disponible a algunos escogidos a lo largo de los siglos. Las generaciones fueron y vinieron pero sólo los representantes de las últimas generaciones pueden recibir la contestación a la pregunta más importante.

Pero, ¿es igual ahora que la Cabalá ha dejado de ser una doctrina confidencial para ser accesible prácticamente a todos nuestros contemporáneos? ¿Se concibe para aquellos que, habiendo madurado e incluso envejecido, no dejan de hacerse esa pregunta infantil:¿Cuál es el propósito de mi vida y el de toda la humanidad?

Las personas para quienes esta pregunta es constante se acercan a la Cabalá. No se sienten satisfechas, llenas en su vida diaria. No sufren ni manías ni depresiones, simplemente no pueden alcanzar la paz en esta vida. ¿Por qué? La Cabalá da la respuesta a esta pregunta.

Las fases del desarrollo de los deseos

El desarrollo de la humanidad durante los miles de años de su existencia es un desarrollo y realización de niveles diferentes de deseo. Los deseos y la búsqueda de la manera de satisfacerlos determinan este u otro nivel de la evolución de la civilización y todo lo que nosotros definimos como progreso tecnológico y científico. La Cabalá divide el complejo de deseos en cinco fases:

- Los deseos primarios: Comida, sexo, sueño.

- Segunda fase: Deseo de lograr riqueza.

- Tercera fase: Deseo de poder y fama.

-Cuarta fase: Sed de conocimiento.

-Quinta fase: La aspiración a la espiritualidad, al Creador.

La necesidad por el sexo y la comida son los deseos animales, porque los animales también los tienen. Incluso en completo estado de aislamiento el hombre siente hambre y el impulso de reproducirse, es decir de tener relaciones sexuales. Los deseos de riqueza, poder, fama y conocimiento ya son deseos humanos, porque para satisfacerlos debe rodearse de otras personas.

El hombre nace, sus deseos animales y humanos se desarrollan y entonces descubre que su realización no lo satisface, porque no logra comprender su aspiración interna y verdadera, tampoco la puede formular ya que cae fuera de los límites de este mundo. No se da por naturaleza como el deseo del animal, ni se desarrolla bajo la influencia de una sociedad  como los otros deseos humanos.

La Cabalá llama a este nivel el deseo de Luz espiritual o el alma del hombre. La Cabalá enseña que la construcción espiritual del alma general se llama Adán. Esta construcción consiste en 600.000 partes, cada una de ellas se divide a su vez en una multitud de fragmentos que se localizan dentro de los deseos terrenales.

El surgimiento de un nuevo tipo de deseos

Los deseos terrenales se llaman el Corazón del Hombre y un fragmento de los anteriores (deseos espirituales) es llamado un Punto en el Corazón. Durante su vida biológica en este mundo el hombre debe llenar su deseo espiritual completamente. Él regresará repetidamente a nuestro mundo hasta que alcance su meta.

Así, cada generación en nuestro mundo constituye las mismas 600.000 almas vestidas en los cuerpos de nuestro mundo. Cada generación son las 600.000 almas moviéndose en fila hacia delante para ser llenada por la Luz espiritual: el cuerpo muere y el alma se mueve vestida en un nuevo cuerpo, el cual avanzará hasta llegar a cierta fase de desarrollo, el de la Luz Suprema.

La mayoría de las personas perciben las necesidades limitadas por la estructura de nuestro mundo. Estas incluyen las aspiraciones creativas, intelectuales, culturales del hombre, así como la necesidad de investigar y entender la estructura mundial. Eso testifica que las almas vestidas en los cuerpos de estas personas no han alcanzado todavía el deseo de la espiritualidad, la quinta fase en el desarrollo. Las almas de ese tipo no producen las aspiraciones de desarrollarse fuera de los cuerpos mundanos en que se instalan.

Pero hay un pequeño (hasta ahora) número de almas de un tipo diferente. Instaladas en una zona de la albúmina, esta alma empuja al hombre hacia algo no terrenal y eterno. Como todos los otros hombres, él prueba satisfacerse con lo que el mundo puede proporcionar, pero sin lograrlo. Él ve cómo otras personas piden riquezas y éxito y comprende que él es diferente. Participa de estos juegos, a menudo con éxito, pero no le trae ninguna satisfacción. Gradualmente, procesándose en este mundo se defrauda y desencanta, el hombre empieza a sentir que su alma exige llenarse de algo diferente.

Habiendo recibido el deseo de espiritualidad, el hombre siente que ya no puede llenarse con los placeres terrenales y percibe que su vida está vacía. Es entonces que empieza a llenar su vida con un nuevo deseo, el deseo de espiritualidad.

La búsqueda y desilusión son los momentos culminantes de este nuevo tipo de deseo, tan característico de nuestro tiempo. Empezando a la mitad del siglo XX cada vez más las personas despiertan a este deseo espiritual recibido anteriormente. En comBináción con todos los otros deseos, crea un conflicto en el corazón del hombre. El quinto tipo de deseos causa incomodidad interna y finalmente lleva a la persona a la Cabalá. Tales personas vienen a nosotros y empezamos a explicarles cómo pueden llenar este deseo.

Pero como el deseo espiritual desciende del anterior, no puede llenarse de los objetos de nuestro mundo. La Cabalá puede mostrarle al hombre cómo puede llenarse de este deseo más exaltado. los cabalistas que llenan este deseo espiritual (Cabalá o recepción en hebreo)  llaman a este relleno la Luz o, más bien la Luz Suprema.

Esta Luz Suprema se llama el Creador, porque Él crea el deseo y su plenitud. Sin embargo, este deseo no se nota en el hombre que sigue viviendo como todos los otros. 

Buscando la satisfacción y el proceso para alcanzarla

La vida humana es un proceso de búsqueda interminable. Continuamente estamos en busca de algo que pueda satisfacer nuestros deseos nuevos, sigue buscando después de haber obtenido comida, sexo, riqueza, poder y conocimiento. Todos estos deseos se alternan constantemente y lo hace estallar. El hombre consagra su vida entera para satisfacerlos.

Muchas personas en la historia de la humanidad han logrado llenar su deseo espiritual. En sus libros nos cuentan sobre la búsqueda de la satisfacción y el proceso de lograrlo. Sus explicaciones y la descripción de este proceso se han desarrollado en una ciencia llamada Cabalá. Tales personas se llaman cabalistas.

los cabalistas dicen que mientras el hombre está en nuestro mundo debe llenar su alma de la Luz para volver a subir al mismo nivel espiritual que tenía antes de descender y transformarse en el corazón del hombre, es decir el deseo de su corazón. Nuestra tarea, sin tener en cuenta todos los otros deseos llamados el Corazón o el Cuerpo, es llenar ese punto de la Luz Suprema.

Dicen los cabalistas que el llenar el alma de la Luz le da al hombre una sensación del Mundo Superior. Esto significa que él puede vivir simultáneamente (sentir) en  ambos, tanto el Mundo Superior como el nuestro. Él une estos dos mundos en sí mismo. El estado en que se maneja completamente en nuestro mundo y corrige y llena su alma al nivel espiritual más alto, es llamado el Extremo de la Corrección de un alma o simplemente el Extremo de la Corrección.

La Cabalá habilita a la persona- desde el momento que ha sentido la aspiración a la espiritualidad y debido a esto ha recibido la primera información sobre Cabalá- dominar un método para llenar su alma, lograr un estado de deleite infinito, la sensación de eternidad, conocimiento absoluto y perfección. Es más, él recibe la oportunidad de comprenderlo ahora, en este mundo, en esta vida, en lugar de regresar de nuevo a éste, no el mejor de los mundos, investigando y padeciendo desde el nacimiento hasta la muerte.

Como las almas están siempre cambiando, mejorando y desarrollándose, la tarea de la Cabalá es crear un método de recepción del relleno espiritual conveniente para cada generación. Esta ciencia se llama Cabalá (recepción), porque ofrece llenar el alma con la Luz.

La Cabalá le enseña al hombre a recibir la Luz Suprema y llenar su alma de ambos deseos: los terrenales y los espirituales.

¿Qué es el deseo espiritual?

Las primeras cuatro categorías de deseos se sienten y se entienden claramente, pero no tenemos ninguna idea sobre lo que es un deseo espiritual.

El hombre no descubrirá “lo espiritual” mientras siga satisfaciendo sus deseos por medio de los objetos de este mundo. El ve estos objetos y sabe exactamente qué son. Pero cuando un deseo espiritual despierta en él, no ve posiblemente ninguna fuente que pueda llenarlo. Simplemente se siente mal. Algo incierto “tira” de él. ¿Pero, adónde? El hombre no sabe adónde ir porque la fuente de placer le es disimulada. Normalmente escoge olvidarse del deseo.

Como los niños nos preguntamos: “¿para qué estamos viviendo?”, luego las hormonas encendidas por la adolescencia suprimen esta pregunta y el testamento para descubrir el significado y la fuente de la vida. Nuestras aspiraciones sexuales e intelectuales nos llevan fuera de la solución de este problema. Entonces vuelve la pregunta  para perturbarnos nuevamente. A aquellos que no pudieron llenar el vacío y exijen una respuesta a esa pregunta descubren la Cabalá o más bien es llevada a descubrirla: El momento de llenar el alma humana ha llegado.

El espacio espiritual

Cuando el cuerpo muere el alma pasa a un recién nacido. De una vida a la próxima el alma aumenta gradualmente la rapidez para manifestarse en el hombre. El vive muchas vidas sin sentir su alma - una aspiración al Mundo Superior -No lo confunda con la terrenal aspiración a la arrogancia, que son normalmente la disposición para la creatividad, poesía, música y arte.

El hombre siente la manifestación del alma como un deseo nuevo, el anhelo que es como un vacío, y no tiene la menor idea de cómo llenarlo. En este momento empieza la búsqueda; finalmente llegará el hombre a la Cabalá. Así llegan todas las personas en el mundo a la Cabalá porque es el único método para llenar el alma.

En cuanto el hombre descubra la Cabalá, libros y un grupo, comienza el llamado “período preparatorio”. Este período puede durar durante algunos años (mínimo 3 años).

Luego el hombre entra en las sensaciones del Mundo Superior, es decir, en forma clara y distinta de otras comienza a sentir al Creador. El espacio espiritual se abre ante él. Los hallazgos periféricos de ese espacio del cual el Creador es el mismo centro. El espacio espiritual es un reino de propiedades similares a un campo físico con una manifestación máxima de poder en el centro y el debilitamiento gradual hacia el perímetro hasta que esa propiedad desaparece completamente al cruzar la frontera en que empieza nuestro mundo.

Cambiando sus propiedades respecto del Creador, el hombre puede entrar al espacio espiritual. La diferencia entre las propiedades del hombre respecto de las del creador lo hace remoto, mientras las propiedades similares a las suyas nos llevan a acercarnos a Él. Una equivalencia completa causa la unión. Nosotros en nuestro estado inicial estamos opuestos a las propiedades del Creador, estamos totalmente fuera de este campo y no podemos sentirlo.

Habiendo completado el período de la preparación el hombre alcanza el estado mínimo de similitud con el Creador, cruza la barrera (Majsom) entre nuestro mundo y el superior. Entonces, comienza su avance espiritual sintiendo al Creador de forma distinta, corrige sus propiedades concientemente y se acerca a Él.

Esta manera de acercamiento gradual al Creador a través de la similitud de propiedades avanza en la corrección consecutiva, es decir la sustitución de todas las 620 propiedades egoístas por propiedades altruistas. La Cabalá describe el proceso de ascensión a través de 620 pasos. Habla sobre los métodos de corregir los deseos en cada uno de esos pasos. Como resultado el hombre cada vez se dirige hacia el Creador a un nivel más alto.

El hombre deberá corregir todos sus 620 deseos paso a paso, es decir escalando todos los 620 niveles, mientras está en su cuerpo físico, viviendo en este mundo. Al completar su ascensión espiritual, se asocia totalmente con el alma y no tiene que volver al mundo material encarnado.

Hay ciertas almas que encarnan para cumplir una misión muy especial, ayudando a otras almas incluidas en este mundo. El ejemplo más llamativo es el consistente en el descenso del alma exaltada de Abraham, Moisés, Rashbi, el Ari y Baal HaSulam.

Tras la muerte del hombre, ¿qué muere, el cuerpo o el alma?

El hombre no muere, su cuerpo biológico lo hace. Originalmente, todos nosotros sólo sentimos nuestro cuerpo, los deseos terrenales. Entonces, un deseo por la espiritualidad despierta en nosotros. Este deseo no es de este mundo, pertenece al Creador. Si el hombre lo desarrolla, comienza a sentir en él no sólo las propiedades de su cuerpo sino también el alma: una parte de las propiedades del Creador.

 Si el hombre se corrige para que los deseos del espíritu supriman los deseos del cuerpo y el cuerpo se asocie completamente con el alma, percibe la muerte de su cuerpo como la eliminación de una cobertura del alma.

El cuerpo se muere pero las percepciones del hombre aislado de su cuerpo siguen todavía viviendo en él. Si nosotros vivimos dentro de los deseos de nuestro mundo (sexo, comida, poder y conocimiento), los recibimos a través del cuerpo, es decir a través de los cinco sentidos. Podemos excitar nuestro cerebro uniéndolo a electrodos con impulsos eléctricos y sentir los placeres recibidos a través de los cinco sentidos ostensiblemente. En este caso nosotros influimos directamente el centro del  placer enviando el mismo impulso eléctrico que recibe de los receptores sensoriales. Este es un ejemplo de cómo afectar el centro del placer que recibe todas las señales. 

El alma, pantalla y deleite

Nosotros recibimos en forma directa los deseos espirituales. Para satisfacerlos necesitamos un sentido especial llamado “pantalla” (masaj). En cuanto el hombre adquiera este sentido, comienza a percibir a través de ella el placer sensible. Entra en nuestro deseo de disfrutarlo a través de la pantalla. Este deseo de disfrutar la Luz Suprema se llama “el alma“.

La Luz como fuente de placer no se siente a menos que el hombre adquiera un sentido adicional capaz de recogerla. Todos los componentes: Luz (el placer), Pantalla (los medios de recepción) y Alma (el receptor) no están de ninguna manera conectados con nuestro cuerpo físico. No importa si el hombre tiene cuerpo físico o no.

En cuanto el hombre establezca el contacto con la Luz Suprema, comienza a corregirse para ser llenado por ella. La semejanza gradual, rápida y consecutiva de nuestras propiedades con las del relleno se llama Ascensión Espiritual. El cuerpo es sólo un medio para el avance espiritual en este proceso excitante. Por otra parte no tiene ningún otro interés.

Un placer pequeño no puede sentirse en absoluto comparado con un gran deleite: el deleite más grande lo suprime. Por consiguiente, aunque un cabalista vive en el mismo mundo en que nosotros lo hacemos, él realmente ya está en el Mundo Superior. Sin embargo porque nosotros no podemos percibir su mundo, todas sus sensaciones están más allá de nuestra percepción, del otro lado del Majsom.

Cuando el ser humano sienta con su alma y no con su cuerpo físico, tomará la muerte como si fuera un cambio de ropa. Las sensaciones que adquirió en el mundo no desaparecen y el mundo de él vive en las estancias con él después de sus cambios de cuerpo. Todos los que se mantienen en la tierra pueden y deben completar su forma de acuerdo con el plan del Creador.

 ¿En qué datos esta basada la Cabalá?

La Cabalá sólo usa datos precisos, probados. No se tiene ninguna teoría ni suposición en cuenta. Toda la Cabalá se recibió de las personas que personalmente lograron las sensaciones espirituales a través del Punto del Corazón, a través del alma. Ellas probaron y describieron sus sensaciones. Los resultados de su investigación forman la ciencia de la Cabalá.

Como cualquier otra ciencia, la Cabalá opera con precisión matemática, física y gráfica (los diagramas y tablas). En lugar de tratar con los sentimientos, los cabalistas usan vectores, fuerzas de gravitación y supresión de deseos: sus correlaciones son numéricamente moderadas, definen deseos y satisfacción con exactitud. 

En nuestro mundo no podemos medir los esfuerzos internos de ningún hombre, ni sus sensaciones subjetivas, como mucho podemos comparar las percepciones e impresiones de dos personas diferentes con precisión. Pero, los psicólogos y psiquiatras son completamente incapaces de operar con los parámetros del alma del hombre.

La historia y el idioma de la Cabalá

Todo lo que sabemos sobre el Mundo Superior antes de que lo descubriéramos fue escrito por las personas que personalmente lo lograron. Ellos describieron a su manera sus sensaciones y las conclusiones respectivas, ofrecieron las recomendaciones para que nosotros pudiéramos seguir su camino. los cabalistas cuentan sus jornadas en el Mundo Superior desde el tiempo de Abraham.

Abraham fue el primer cabalista conocido. El comenzó a preguntarse por el sentido de la vida que después lo llevo a la revelación de la Fuerza Suprema.  Describió sus impresiones de la revelación divina en el libro titulado “Sefer Yetzirá.” Esto fue hace 3700 años. Abraham usó el idioma de la Cabalá en su libro, el cual puede comprarse hoy en día en cualquier librería que vende  literatura religiosa. 

El siguiente gran cabalista fue Moshe (Moisés). Él alcanzó al Creador y describió sus logros en el libro que él llamó “Torá” o Pentateuco. Moisés también usó el idioma de la Cabalá (“El Idioma de las Ramas”, basado en la similitud entre el Mundo Superior y el nuestro) para la descripción de sus impresiones espirituales, ya que todo en este mundo se forma por las fuerzas que descienden del Mundo Superior, cada objeto, acción o fenómeno en nuestro mundo es como una rama que crece desde el Mundo Superior.

Moisés pidió prestado los nombres de los objetos y acciones de nuestro mundo para describir los objetos y acciones del Mundo Superior. En la superficie su relato se parece a una historia sobre este mundo, pero detrás de las palabras de nuestro mundo la descripción del reino espiritual está completamente disimulada. Sólo aquellos que viven en las sensaciones del Mundo Superior entienden la historia de Moisés adecuadamente.  

El Talmud (principio de la Era Común) es un libro que describe las leyes del Mundo Superior en la forma de leyes jurídicas de nuestro mundo. Las leyes descritas hablan sobre la conducta del hombre en este mundo, pero es sólo una apariencia exterior del texto. los cabalistas ven un relato escrupuloso de la realidad superior.

También se usan los idiomas de narrativa y profecía para la descripción del dominio espiritual. Da lo mismo para un cabalista en qué idioma un libro sobre el Creador es escrito. En todo caso, tal como un músico que oye la música mientras está mirando las notas, un cabalista siente lo que el autor describió en un texto cabalista.

Lo material y los sentidos espirituales

Nosotros nacemos con cinco sentidos: la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto; a través de ellos es que nosotros recibimos un poco de información de fuera. Nuestro cerebro procesa esta información y produce un cuadro comBinádo del mundo circundante. Estas sensaciones se llaman “este mundo” o “mi mundo”. Nosotros no sabemos lo que existe a nuestro alrededor. Apenas determinamos nuestra reacción a un poco de influencia externa.

Nuestro oído esta diseñado con una membrana (membrana timpánica) que separa nuestra parte interna y la realidad exterior. Esta membrana puede ser más sensible, saludable o dañada. Nosotros definimos un sonido como fuerte, débil, alto, bajo o incluso imperceptible. La calidad del sonido que oigo no depende de lo que se siente por fuera, es determinado por los parámetros de mi sentido; es decir, por mis cualidades internas. Lo que yo siento no son las fluctuaciones exteriores, sino la reacción de mi censor a ellos. De hecho, percibo algo dentro de mí y lo llamo un sonido externo.

Lo mismo se refiere al resto de nuestros sentidos. Resulta que nosotros somos un sistema completamente cerrado, cada uno de nosotros siente sus reacciones internas a una influencia desconocida externa. Nunca podemos percibir objetivamente algo que pasa afuera. Cualquier cosa que sentimos en nuestros sentidos se procesa por nuestro cerebro y la información se presenta de una cierta manera. Fuera de  nuestros sentidos no tenemos ninguna idea de lo que significa esta información. Nos encerramos con llave dentro de nosotros mismos.

¿Qué me puede proporcionar el sentido adicional conscientemente adquirido? No permite recibir la información por medio de mis cinco sentidos naturales en mis deseos egoístas (interpretado como todo lo que se refiere a la ganancia personal, es decir siendo filtrado), sino en forma directa e imparcial.  De esta manera puedo obtener un logro genuino del universo absoluto y objetivo. Esto es lo que la Cabalá puede permitirnos hacer. Como cualquier otra ciencia, la Cabalá se caracteriza por la repetición de la experiencia, de los datos registrados, etc. Lo digo como alguien que completó una educación científica antes de descubrir la Cabalá.

La Cabalá es una ciencia y no tiene nada que ver con la religión. Si le preguntamos lo que sabe de Cabalá a cualquier persona religiosa, reaccionaría con miedo y resentimiento. Si  bien exteriormente un cabalista se parece a una persona religiosa, su visión del mundo y actitud frente a la vida es totalmente diferente. La actitud de las masas religiosas claramente es diferente a la de los cabalistas.

Guematría del alma

Si dos cabalistas leyeran una misma descripción del Mundo Superior, percibirán un cierto marco de referencia, ¿pero, cómo podrán comparar sus sensaciones? Todos las sentimos según las propiedades internas del alma. Si un cabalista tiene una pantalla más grande que otro y su nivel espiritual es más alto, las imágenes que él puede ver serán definitivamente diferentes. Si ustedes están en la calidad 5 y yo estoy en la 10, ustedes obviamente entienden más que yo.

La calidad del alma es una comBináción de todas sus propiedades. El hombre en nuestro mundo tiene un juego completo de propiedades: la codicia, los celos, la misericordia, etc.; pero, todos las tenemos en una proporción diferente.

Estudiando la Cabalá podemos averiguar los deseos del alma, describir y formular su estructura. El Creador elaboró un solo deseo: el alma, al que llamó “Adán”. Las 600.000 estructuras fijas, las almas separadas pueden singularizarse fuera de él. Cada alma (común e individual) incluye 620 partes internas, los deseos. Su comBináción determina la estructura del alma.

Cada una de estas estructuras del alma reciben su nombre según su principal calidad distintiva. Tiene un valor numérico llamado Gematría. Esta se expresa por las propiedades de la comBináción de las letras, es decir las letras en idioma hebreo son usadas en lugar de números. Para definir las almas numéricamente, se usan los nombres, porque no ha habido ningún número originalmente en hebreo (se designan por las letras).

Como resultado de su corrección, todas las almas se unen en una sola común y se interrelacionan dentro de un sistema unificado. Esta construcción del alma común liga todas las almas individuales juntas, para que finalmente cada una de ellas sienta lo que todas las otras sienten, alcanzado el logro absoluto. A ese estado se le llama La Última Corrección.

Después, el alma que recibe la Luz asciende a la Fuente–al Creador-, se iguala a Él. Los niveles superiores de la Última Corrección se llaman “los secretos de la Torá”. No se mencionan ni discuten en cualquier libro. Dichos estados se manifestarán cuando el mundo entero alcance un nivel definido en un período del  año 6000, de acuerdo al calendario judío. Nosotros tenemos un poco más de doscientos años avanzados, pero, nuestros esfuerzos pueden acortar ese período de manera considerable.

¿Por qué la Cabalá es una ciencia sobre la recepción de placer?

En la Cabalá nosotros entendemos cómo satisfacer todas las manifestaciones del placer: el material, moral, intelectual o físico. Además, aquí nosotros hablamos del deleite que es absoluto, eterno, perfecto e infinito.

El deleite sólo se siente cuando un deseo muy fuerte está presente– hay un deseo claro como el cristal- por algo que no es disponible. El placer recibido extingue el deseo, el que a su vez reduce el placer al instante. El más grande deleite sólo se siente durante el primer contacto del deseo con lo que anhelamos, de la forma como la percepción del primer trozo de comida lo es en la boca de un hombre hambriento. Entonces, el  hambre disminuye, el deseo desaparece y se sacia. La comida deja de provocar el deleite que se sentía al principio de la comida. Los gourmet dejan los platos más deliciosos para el final de una fiesta, porque el deleite mayor compensa la falta de deseo.

Si nosotros empezamos investigando los diferentes tipos de placer que recibimos del conocimiento, poder, riquezas, sexo y comida, notaremos que todos ellos disminuyen con la recepción de lo que deseamos. A menudo el hombre trabaja durante años para conseguir lo que quiere, pero habiendo recibido el objeto, deja de disfrutarlo. Sólo ante la desaparición de la fuerza de la sensación de placer buscamos nuevos deleites.

Publicidad, moda etc., nos  proporcionan los nuevos deseos y nosotros nos dejamos llevar en la persecución constante tras los placeres anticipados. Una vez que los deseamos y recibimos, nos sentimos obligados a buscar el nuevo goce. Este proceso es interminable. El hombre nunca puede quedar realmente satisfecho, constantemente está en movimiento.

La Cabalá le enseña al hombre cómo recibir sin que desaparezcan los placeres: eternos, absolutos y perfectos, que los reveló como paz permanente y deleite. Este método se llama “Jojmát HaKabbalah” (La Ciencia de La Recepción). Se nos confirió a nosotros a través del Creador, para que nuestros enormes deseos fueran satisfechos de forma inmediata, y entonces los nuevos deseos que surgireran, se cumplirían y así sucesivamente. La ausencia de un hueco entre un deseo y su relleno nos permitiría disfrutar paz interminable y deleite. Los deseos más grandes llevan a los placeres mayores.

¿Cómo puede crearse tal deseo? No existe en nuestro mundo. El alma está opuesta a nuestro mundo entero. Difiere de este mundo por su propiedad de altruismo llamada “pantalla” en Cabalá. El proceso de adquirir una pantalla es un asunto de los estudios de la Cabalá.

Nosotros hablamos sobre un acercamiento estrictamente práctico, sobre dominar un método especial. Puede lograrse en el proceso de estudiar ciertos libros de los cabalistas.

El libro de texto del cabalista “El estudio de las diez Sefirot” tiene la estructura siguiente: El Ari (gran cabalista del  siglo 16) escribió el libro “El Árbol de Vida”, sigue con el comentario escrito por otro gran cabalista Yehuda Ashlag (en el siglo 20). Luego en la parte que tituló “La Reflexión Interna”, da una explicación más detallada de la primera sección en un idioma diferente, llamándola “Los Significados de las Palabras”, la cual proporciona las preguntas que se refieren al significado de las palabras usadas. Finalmente la parte “Las preguntas y respuestas”, se habla de las descripciones y explicaciones de los fenómenos espirituales.

Aunque los autores de libros cabalistas no hayan asistido a ninguna institución educativa, ni supieran de los métodos de instrucción modernos, sus trabajos tienen una estructura completamente académica. Ellos absolutamente aplicaron su conocimiento profundo de la naturaleza humana.

El hecho de que el material se presenta de acuerdo con los libros científicos modernos, una vez más da énfasis a que la Cabalá es una ciencia.

¿Cómo los deleites de nuestro mundo pueden compararse a aquellos en el mundo espiritual?

Estos son incomparables. El nivel más bajo del Mundo Superior nos dota de billones de veces mayor tiempo de beatitud constante que todos los placeres que son sentidos en cada momento por todas las personas en la Tierra. Esto ocurre con la naturaleza de los niveles espirituales, que son un billón de veces superiores a los del nivel más bajo.

¿Cómo podemos ascender al Mundo Superior?

Hay sólo una manera para cruzar el Majsom y entrar en el Mundo Superior: se necesita recibir una fuerza espiritual, una pantalla. Sin atraer la Luz Circundante a través del estudio de libros cabalistas el hombre se confina a las sensaciones de este mundo. No hay fuerza en este mundo que podría proporcionarme una pantalla. Con este fin los cabalistas han escrito sus libros.

Un cabalista vive en el mundo espiritual, en su libro describe lo que siente. Mientras estoy leyendo su libro no puedo imaginar las cosas sobre las que escribe, pero anhelo entenderlo, sentir lo que siente. De esta forma, leyendo un texto de un cabalista  deduzco la influencia de la Luz del nivel que describe. Brilla lejos en mí, mientras me estoy corrigiendo y elevándome. Es prohibida una actitud diferente hacia los libros de los cabalistas.

Uno necesita un gran deseo de estimular la emanación de la Luz Circundante suficientemente grande como para subir al Mundo Superior. Normalmente el deseo del hombre se frustra. Algunas personas poseen un deseo enorme y pueden entrar en el mundo espiritual independientemente; pero, son pocas. los cabalistas nos aconsejan aprovecharnos de un efecto de grupo, de la unión de las almas, de la unión de los deseos.

De hecho, es así en el nivel de la Última Corrección, todas nuestras almas se unen en un alma común llamada “Adán.” Si nosotros nos unimos en un grupo, estudiamos juntos, nos afecta de forma positiva, haciendo que aumente nuestro deseo espiritual de crecer, además de recibir un poderoso deseo de corrección.

Si el hombre adquiere los deseos de diez de sus amigos, será suficiente para atraer la Luz Circundante muy intensa, capaz de adaptarlo al primer nivel espiritual.

Hace muchos años, el cabalista formuló un método de organizar un grupo, explicó qué relaciones deben mantenerse entre los estudiantes y la conexión entre ellos. Consiste en la aprehensión de los cambios mundiales espirituales para que el proceso sea dinámico y vivo, incluyendo las comidas colectivas en las fiestas, fines de semana y viajes.

¿Y  si nosotros no lo queremos todavía?

Si el hombre no está interesado en la espiritualidad, tiene dos posibilidades: olvidarse de todo, o asistir a las clases de Cabalá, si  espera adquirir un deseo para él. Esto es similar a la manera en que los anuncios nos afectan.

¿Por qué nosotros tenemos que actuar esta manera?

Porque en este caso usted adelanta hacia la meta. Además, haciendo muchas cosas innecesarias en su vida, evitará sufrimientos que, en todo caso, lo obligarán a venir a la Cabalá. No desea simplemente regresar a este mundo y volver a empezar de nuevo.

Quiénes no sienten ningún deseo de descubrir el propósito de la vida, necesitan escuchar  los materiales de la Cabalá, ser imbuidos con la necesidad de estudiarla. Nosotros esperamos a quienes de manera implacable buscan el significado de la vida. Éstas son las personas en cuyos corazones el punto espiritual está despertando. Muchos vienen y van, pero sólo son pocos los que están dispuestos a sacrificar todo por lograr la meta: la estancia. Hay más cada año.

A lo largo de los siglos el cabalista señaló que desde 1995 muchas personas empezarían a descubrir la Cabalá, porque éste es el tiempo de corrección en masa para alcanzar el nivel desde el que cada alma descendió.

Para todos aquellos que todavía no han logrado estar con nosotros o que no se sienten listos para avanzar espiritualmente, hemos creado nuestro sitio de Internet en 22 idiomas - http: //www.Kabbalah.info. Todos nuestros materiales de Cabalá y el método para dominarlos están allí disponibles. Adicionalmente, nosotros transmitimos nuestras lecciones en vivo con la traducción simultánea en inglés, ruso, y en algunos casos, también español. Todo depende sólo del propio deseo del hombre. ¡Yo les deseo que experimenten  las maravillas que el Creador ha preparado para nosotros!

 

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