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Guerra eterna en el cielo y en la Tierra

Autor: Rav Dr. Michael Laitman

Tomado del periódico "Vesty" (Rusia). Junio, 2001

Sobre el pavimento, una llorosa muchacha se arrodilló frente a las velas. Gritó sin pausas, sin esperanzas, y su falda negra se empapó con sus lágrimas. Frente a ella, rosas rojas frescas dispuestas en hileras, ocultando las manchas oscuras en el pavimento debajo de ellas.

"Un muchacho estuvo en este punto ayer" le dijo a su amigo y comenzó a gritar. Ella dijo que este no era el momento oportuno para un reportaje periodístico, había habido demasiada sangre. Era el día 3 de junio. Y nadie en el mundo podría ofrecerle suficiente consuelo a esta muchacha arrodillada frente a las velas. El 1º de Junio, justo en este punto, ella había perdido todas sus esperanzas. Todo lo que quedó fue su desaliento y su ensangrentado amor.

En un articulo sobre el Holocausto, encontré por casualidad este breve dialogo: “¿Dónde estuvo su Dios cuando los judíos fueron empujados a las cámaras de gas?”

El estaba parado en la entrada, llorando, fue la respuesta. Cité este diálogo al Rav Dr. Laitman. "Hermosas palabras pero absolutamente insignificantes si uno no comprende el objetivo de la Creación", dijo él.

Pero la sangre de ese muchacho y el dolor de la aquella muchacha requiere al menos alguna explicación sino consuelo, que probablemente será imposible. A pesar del objetivo de la Creación, al menos alguna clase de justificación.

Rav Dr. Laitman: Si busca consuelo, yo no soy la persona adecuada. No le diré nada tanto de la sangre como de los sufrimientos, y si bien yo estoy tan apenado como usted. Mi pena es de una clase diferente; no puedo participar de su pena. Pero si usted quiere comprender porqué y que sucede hoy día en Israel, y que es lo que deberíamos hacer acerca de ello, se lo puedo explicar.

Nosotros –nuestro mundo– estamos localizados en el punto más bajo en el Universo. El Creador nos ha colocado aquí para permitirnos, según su plan, elevarnos independientemente al punto más alto del Universo. Nosotros deberíamos igualarnos con el Creador en los términos de perfección, estar plenos de tranquilidad y conocimientos. Para alcanzar esto, nosotros deberíamos superar los 125 peldaños de la escala espiritual que se eleva de nuestro mundo al Creador mismo. Esta escala está formada por cinco etapas (Fig. 1) y cada una de esas cinco etapas a su vez, está formada por cinco "partzufim" (objetos espirituales), los que a su vez están constituidos por cinco sefirot. Si sumamos todos estos elementos obtenemos la cifra de 125 sefirot, calidades y etapas.

Todo lo que usted explicó es información absolutamente teórica. ¿Qué podemos hacer con ella? ¿Cómo se relaciona con las catástrofes de nuestro mundo, con esa mancha de sangre en el pavimento?, ¿por qué nosotros debemos pagar el precio por el hecho de que de acuerdo con el plan del El Creador fuimos colocados "en la parte más baja del Universo"

Rav Dr. Laitman: Con esta clase de preguntas y demandas no llegaremos a ninguna parte en nuestra conversación. Una vez que usted haya aprendido y entendido las leyes del universo, y haya aprendido a ver la naturaleza de los mundos espirituales más allá de nuestro pequeño mundo material, solo entonces usted tendrá sus respuestas. Naturalmente, hoy usted no me preguntó por qué se estrella contra el pavimento un hombre que saltó desde un séptimo piso o por qué se ahogó por no saber nadar.

A usted e parece normal porqué usted conoce algunas de las indispensables leyes física y no tiene ninguna duda acerca de su credibilidad.

Sin embargo, desde finales del siglo XX, de acuerdo con la curva de desarrollo de La Creación, usted y todos nuestros contemporáneos están obligados a aprender las leyes de los mundos espirituales, que son tan indispensables como las leyes físicas de nuestro mundo. Debemos entenderlas como entendemos la Ley de la gravedad, sin tener ninguna duda acerca de su existencia. Estamos muy retrasados, sobre todo los judíos, en adoptar las leyes espirituales. Ignorantemente las hemos violado, y habiendo hecho esto, con ira protestamos cuando nos ahogamos, nos estrellamos y nos quemamos.

Si usted observa la curva de desarrollo de la Creación, su corrección y rescate (Fig. 2), usted puede ver que todos estos procesos y sus fechas han sido predefinidos. Antes, esta información había sido ocultada de la gente, y solo unos pocos tenían acceso a ella. Hoy día está libremente disponible. Esta información es muy importante para la humanidad de hoy día. Es más importante que la ley de la gravedad. No es solamente nuestra misma existencia en este mundo que depende de ello, como así también de la dirección futura de toda la humanidad, y sobre toda la de los judíos.

Todas nuestras almas son parte de una misma alma, llamada "Adam". Esta alma es la única creada por El Creador de acuerdo con su plan – El Programa de la Creación – esta alma debe distanciarse por sí misma de El Creador hasta tal punto de alcanzar a sentir toda la amargura, la humillación, la vanidad, la imperfección y la inestabilidad de este estado. Esto es hecho para hacerlo querer parecerse a El Creador, para retornar y elevarse a Él.

Todo el tema de este descenso desde el Creador, y subsecuentemente el ascenso para regresar a Él, es para que el alma adquiera por sí misma el deseo de parecerse al Creador. Cuando regresa al Creador a causa de su propio deseo, el alma percibe un infinito y enorme placer, eternidad, conocimiento superior, tranquilidad y perfección que tenía en su estado original.

El ascenso del alma desde nuestro mundo al Creador es gradual– atravesando 125 etapas–, y es el grado en el que el alma adquiere las cualidades del Creador. El retorno del alma a Él debería ocurrir durante nuestra vida terrenal, y no después de la muerte, como a menudo fue descrito por los poetas. La parte más baja de esta etapa es el mal absoluto, la etapa más alta de esta escala es el bien absoluto. Todas las etapas intermedias son victorias relativas del bien sobre el mal. El ascenso por la escala se considera como la lucha continua del hombre contra el mal; esto es la naturaleza egoísta del hombre.

Si el hombre alcanza un entendimiento de la estructura general de los mundos, comprendería que toda su vida es una continua batalla contra su mal interior: la gradual expulsión del mismo y su reemplazo por las cualidades del Creador, el bien. Hasta que todo el mal no haya sido reemplazado por el bien, la batalla continuará.

Por otra parte, cuanto más activamente nos comprometemos con el bien para expulsar el mal, el mal se torna más intenso y despiadado. La razón de esto es que cuanto mas alto asciende el alma por esta escala, las más poderosas y opuestas fuerzas del bien y del mal se alzan nuevamente una contra otra. El alma se encuentra entre estas dos fuerzas – y esta no es una metáfora poética. La lucha entre el bien y el mal es un estado permanente de el alma en su camino para alcanzar la Creación.

¿Una guerra eterna?

Rav Dr. Laitman: Por supuesto. La incapacidad para comprender y la mala predisposición a ver las constantes diferencias que separa al bien y el mal –el permanente estado de guerra entre ellos- conduce al hombre a la esperanza de que aquí sobre la Tierra, es posible alcanzar la paz en cualquier momento. Todo lo que se necesita es la buena voluntad para intentarlo y negociarlo.

Nunca, durante su historia, ha existido humanidad sin guerras, choques, distanciamientos, y preparativos para la guerra, o la curación de las heridas después de la guerra. Esto es un hecho. También es un hecho de que si en alguna parte del mundo existe una guerra, va a buscar a los judíos. Ellos están allí, ya sea, ocultos o evidentes. Ellos están ocultos porque el rastro de diez de las tribus judías se ha perdido, pero, una vez que hemos aprendido las razones de las guerras y la de sus participantes, muy probablemente encontraremos a nuestros compatriotas allí – ya sean ocultos o evidentes. Este será siempre el caso hasta el final mismo, hasta la corrección eventual de El Mal, y su reemplazo por el bien.

¡Usted pinta una perspectiva tan desesperanzadora!

Rav Dr. Laitman: El verdadero proceso que eventualmente nos conduciría a la perfección, la eternidad y la tranquilidad, que es el objetivo de la Creación.

Pero nosotros no queremos ver el final de este proceso.

Rav Dr. Laitman: ¿Quién le dijo a usted esto? Observe una vez más la curva del rescate. Por miles de años la humanidad ha avanzado inconscientemente hacia el objetivo de la Creación. Desde la última década del Siglo 20º el ascenso conciente del alma comenzó – exactamente como fuera pronosticado en el libro del Zohar y en los escritos de los grandes cabalistas como el Ari, el Gaón de Vilna y Baal Sulam. Nosotros somos la primera generación obligada a comenzar con este proceso conciente de corrección, pero nunca tuvimos que hacerlo con nuestra propia familia todavía. Nosotros nunca nos hemos molestado para saber algo acerca de eso todavía. Es por eso que hay cuerpos inanimados de muchachos y muchachas, y es por eso que hay manchas de sangre en el pavimento y mares de lágrimas.

¿Pero como podemos conscientemente participar en este proceso si todo está predefinido y la curva está dibujada?

Rav Dr. Laitman: La única manera es estudiar esta curva y deliberadamente cambiar este proceso, llegando al entendimiento de la naturaleza constante de las Leyes del Universo. El hombre debería comprender que el grado de la corrección depende solamente de él (este hecho constituye la libre elección) y de que existe cierto tiempo que se le da al proceso de corrección. Si el hombre llega tarde, la naturaleza misma lo empujará hacia delante mediante acontecimientos trágicos, demostrándole a él su estado incorrecto, el que el hombre debe comenzar a corregir.

Esto significa que estos sufrimientos, tragedias y catástrofes por las que hemos pasado, son solo las consecuencias de nuestras cualidades incorrectas, no corregidas a tiempo por medio de nuestros propios esfuerzos. Actos terroristas y guerras, explosiones y tragedias continuarán, a menos que comencemos nuestra guerra interna con El Mal en el mundo espiritual, mientras nos preparamos al mismo tiempo para nuestra guerra externa aquí. Este es el trabajo interno para corregir nuestra propia naturaleza, nuestro ego, y para descubrir y vencer el mal dentro nuestro. No hay ningún psicólogo o psiquiatra que conozca este método. Este método para desarrollar y corregir el alma fue elaborado por los judíos (como nuestra misión predeterminada). Debimos haber comenzado a aprender este método hace mucho tiempo.

Durante la década de 1930, en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, el más grande cabalista del Siglo XX, Baal Sulam, llamó a los judíos a hacer esto. Ellos no lo escucharon. Nosotros estamos obligados a comenzar a gobernar nuestra corrección, nuestro universo. Pero nosotros mientras tanto debemos dejar de soñar acerca del fin de la guerra. 

Usted nos priva de cualquier esperanza de paz y consuelo, mientras todas las otras religiones llaman a la paz.

Rav Dr. Laitman: Yo estoy mostrando el cuadro real de la contra-reacción entre el bien y el mal. Estoy tratando de mostrar los cálculos por los que las explosiones ocurren y las guerras comienzan. Yo no escribo palabras de consuelo, pero si para que conozcamos como podemos luchar contra el mal. Si comenzamos nosotros mismo a generar las correcciones de acuerdo con el plan de la Creación, nosotros no tendríamos esa sensación de empate entre el bien y el mal, que toma forma de trágicas catástrofes y actos terroristas en nuestro mundo, tan bruscamente. Todo depende de nuestra participación en el proceso de corrección y cuan activa es esa participación.

Si nosotros mismos corregimos y avanzamos hacia la percepción de los mundos espirituales en el modo de andar qué fue predefinido en el plan de nuestro desarrollo, gradualmente comenzaremos a sentir mas y mas consuelo, iluminación y tranquilidad. Para asistirnos en nuestra corrección, la supervisión superior intencionadamente creó ese modo de andar que nosotros podemos realizar en correspondencia a nuestro potencial interno y las condiciones externas.

Es por eso que las conferencias en nuestros grupos se concentran en los métodos para la corrección del alma y no sólo en las relajantes lecturas de los Salmos. Todas las religiones hablan sobre sufrimientos y recompensas. La Cabalá en ningún caso afirma que nuestras tragedias son el pago por el cual seremos admitidos en el Jardín del Edén. Nuestras tragedias no son el pago pero sí una consecuencia de una de nuestras cualidades espirituales no corregidas a tiempo. Las tragedias continuarán mientras nosotros mismos no corrijamos nuestras cualidades. He aquí una analogía: si mi automóvil no funciona correctamente, el mismo se detendrá constantemente, a no ser que me ocupe de conocer las causas. Y si retraso la reparación, los problemas aumentarán y me conducirán a accidentes y catástrofes.

En ningún caso quiero pintar cuadros atractivos sobre el futuro: estamos en medio de una lucha constante contra El Mal y solo podremos corregirlo si abolimos sus poderes contra nosotros; solo así evitaremos guerras y actos terroristas. Hemos entrado en una etapa consciente de corrección y de ahora en adelante, nuestra naturaleza nos impulsará a actuar conscientemente. Cuanto más nos quedamos atrás, más duro será el ímpetu, porque la guerra entre la santidad y las fuerzas oscuras continuará hasta que terminemos nuestras correcciones.

¿Significa que el Creador ha postulado el objetivo de la Creación por el sufrimiento del ser creado?, ¿cómo se puede justificar?

Rav Dr. Laitman: Sólo si usted ve el cuadro completo. A menos que usted haga, usted no puede justificarlo no puede cambiar nada y, nuevamente usted estará parado delante de otra muchacha llorosa. Solo será capaz de cambiar si aprende Sus caminos, y solo entonces podrá justificar al Creador y Sus objetivos. Pero antes de esto, a pesar de todas las bellas palabras y frases. Cada hombre sensible hoy día, con los conocimientos adecuados, le es posible no solamente trazar la trayectoria de los planetas, de los cometas, de los átomos y de los genes humanos, pero también los medios, leyes y objetivos del Creador, al menos debería ejercer cierto interés en este campo del conocimiento. Interpreto que hoy día, la gente es holgazana y poco curiosa, y eso puede causar muchas tragedias. A menos que el objetivo sea alcanzado, cada uno en este mundo tendrá que luchar tanto a nivel material como espiritual. Uno no contradice al otro. Nosotros aprendemos ciencias menos útiles, de las que no dependen nuestra vida o nuestra muerte, o estados eternos luego de nuestra muerte. ¿Por qué nosotros mismos nos permitimos descuidar estos conocimientos tan importantes?

El universo inicialmente creado consiste en dos entidades opuestas. Es por eso que la guerra que es la subyugación del mal por el bien, es necesaria. Se trata de una guerra tanto interna como externa aquí en la Tierra. Toda la vida de el rey David, un prototipo de nuestro reino y estructura del Estado, es un ejemplo para nosotros: el luchó durante 40 años y escribió Salmos durante 40 años. El es un ejemplo de cómo uno debe comportarse en este mundo: en un estado de guerra constante contra ambos enemigos internos y externos. El claramente nos ha mostrado que el ascenso espiritual es una guerra espiritual, y que la guerra en nuestro mundo es una reflexión material de esto.

Hoy, nosotros deberíamos comprender que es inútil esperar la paz; simplemente no llegará. Al contrario, los conflictos y choques militares en todas partes se intensificarán. Nosotros somos capaces de transferir esta guerra al nivel de nuestro mundo espiritual, ganar allí, y ver como la paz descenderá a nuestro mundo. De ninguna manera debemos olvidar que la guerra tanto a nivel material como a nivel espiritual es inevitable y constante hasta que se produzca la corrección total. No debemos engañarnos nosotros mismos al creer que la guerra física puede ser evitada por acuerdos, concesiones, rezos y otras acciones en nuestro mundo. Esto solo puede ser hecho por el trabajo de corrección de nuestra alma. 

La guerra física no podrá evitarse con la aniquilación física del enemigo, ni tampoco con las guerras victoriosas que nosotros hemos tenido a lo largo de la corta historia de nuestros 50 años de nuestro Estado. La corrección (aniquilación del mal, la reunificación con el bien, acercamiento al Creador), sólo puede ser alcanzada en el Mundo Superior. El cesar de las guerras no es más que la mera consecuencia de la reunión con el Creador, lograble sólo mediante el estudio de la Cabalá. Nosotros deberíamos destruir a nuestros enemigos como lo hizo el Rey David, hasta alcanzar las fronteras de sus conquistas – "Kibbush David" – que contenían a la Tierra de Israel en sus fronteras naturales, incluyendo a Siria y Jordania.

¿Pero qué son las fronteras naturales de Israel?

Rav Dr. Laitman: Las fronteras naturales de Israel en nuestro mundo contienen el territorio que es influenciado por el poder superior, y que se corresponde con la Tierra Espiritual de Israel. Cada parte del globo terrestre es influenciado por un poder superior específico que desciende desde el Mundo Superior. Por eso se dice: "Cuando se cambia de lugar, se cambia el destino". La gente que vive en el mismo lugar tiene similares estructura corporal, rasgos faciales y carácter, pero cuando se mudan a otro lugar por un largo período, sus características internas y externas cambian también.

Existen 70 fuerzas de poder en le mundo espiritual que descienden en nuestro mundo y producen 70 naciones. Cada nación ocupa su propio territorio. Hoy día, todo en nuestro mundo está entremezclado, pero esas 70 fuerza todavía descienden de los mundos superiores y cada uno de ellos está activo sobre el territorio nativo de cada nación. Cuando uno puede ver los poderes que descienden de los mundos superiores, uno puede indicar las fronteras exactas de Israel.

Pero este no es el punto. La preocupación principal es la corrección del alma. Hasta que no se produzca esta corrección, las guerras, tanto espirituales como físicas no se podrán detener. Es por eso que bajo ninguna circunstancia debemos debilitar a nuestros ejércitos y permanecer silenciosos, permitiéndole a nuestros enemigos hacer todo lo que ellos quieren. Al contrario, si nosotros entendiéramos que la guerra podría terminar con la victoria total sin ningún tipo de acuerdo con el mal ( de acuerdo con el plan de la Creación), sería suficiente con atacar al mal espiritualmente para someterlo externamente. Debemos corregir el mal interior mediante su captura y destrucción, erigiendo el edificio del bien. Lo mismo deberíamos hacer en nuestro mundo físico exterior.

Es un error creer que tan solo por estudiar Torá y leer los Salmos vamos a poder detener la guerra y los ataques terroristas, como a menudo piensan los ortodoxos. Esto sería verdad si estuviéramos en el estado de corrección final, "Gmar Tikum". Es también una ilusión el pensar que los acuerdos y concesiones pueden detener los ataques terroristas y las guerras como a menudo presumen los "ortodoxos" incrédulos. Ello contradice totalmente el plan de la Creación y sólo conduce a la escalada del mal, y así solo se profundiza el problema.

Es esencial comportarse como el Rey David. El luchó simultáneamente contra el mal tanto en el mundo material como el espiritual, es decir, uno debería hacer la guerra tanto afuera como adentro de uno mismo. Las condiciones en las que estamos son mejores que las que tenía el Rey David porque nuestro tiempo es el comienzo de la Correción Final y la venida del Mesías.

Por lo tanto, como está escrito en el libro de "Zohar", solo mediante los estudios del libro de "Zohar" es posible influir en las fuerzas superiores, ganar sobre el mal y salvar al mundo entero de las catástrofes que vienen.

Conozco mucha gente que estudia Cabalá y el libro "Zohar" y estoy seguro que probablemente había muchos de ellos en el pasado. Pero parece no haber resultados visibles.

Rav Dr. Laitman: El resultado es la consecuencia de la corrección. Esto no puede conseguirse sólo con el trabajo de esa gente específica. Recuerde a los profetas y sus mensajes a la nación entera. Necesitamos estudiar Cabalá sobre una base nacional, como en las escuelas. Esto no significa que cada uno se convierta en un cabalista y aprenda profundamente los secretos de su enseñanza. El tema esencial es hacer que la gente entienda las leyes básicas del desarrollo y corrección del alma como esta descrito en la Cabalá. Esta es la exigencia de nuestro tiempo. El tiempo de la gente solo sabia y cabalista ha pasado.

Además de el entendimiento apropiado de los estudios, nosotros también deberíamos desarrollar un entendimiento apropiado de las guerras y considerar nuestras guerras como la corrección. ¡Nosotros deberíamos cambiar totalmente el modo de ver la guerra! No deberíamos tratar de escapar pero si comportarnos bastante como adultos cuando se produce la necesidad de corregir el alma; nosotros debemos comprender que no debería haber nada en este mundo que contradiga al mundo espiritual. En el mundo espiritual hay una guerra continua. Si la terminamos en el, la terminaremos en nuestro mundo también.

Hoy vemos que el regreso del exilio se transforma en un nuevo exilio, el escape del miedo. La gente no desea vivir de acuerdo con su escenario de "lucha eterna". El número de románticos decrece constantemente.

Rav Dr. Laitman: Eso es verdad. Mucha gente desea dejar Israel. Y muchos se marcharán. Haciendo eso agregarán más mal a su cuenta privada espiritual. Ellos no desean oír las explosiones cerca de sus hogares, pero en varios años ellos se convertirán en victimas de catástrofes aún mayores. Todo está predefinido y nadie puede escapar a este hecho. Nadie puede escapar de su misión – como en el caso del profeta Jonah. El encuadre de cada alma tiene lugar en el Mundo Superior de acuerdo con la reencarnación, el destino de cada alma y su estado finito. A no ser que aprenda esas maneras, mis palabras le sonarán vacías.

El conocimiento de la Cabalá permite al hombre no ocultarse de la guerra, pero manejarlo espiritualmente, plenamente conciente de que seguramente ganaremos esa guerra. La Luz espiritual bajará sobre nosotros en abundancia inesperada y entonces nosotros ganaremos por el conocimiento de las luchas concientes, desilusiones y caídas en las guerras privadas de cada uno, y en nuestra mutua guerra nacional.

Con la ayuda de la Cabalá somos capaces de adquirir el control sobre hechos que han de producirse, y esto nos conducirá deliberada y concientemente a librar algún espacio para el Creador. No debemos engañarnos pensando que la paz vendrá pronto. La separación entre los dos poderes es inevitable y nosotros, los judíos, seremos los únicos que determinaremos este proceso. Nosotros tuvimos muchas guerras durante la existencia del Estado. Hay algunas guerras que no se han sentido en lo absoluto.

Si uno conoce de antemano sobre la necesidad de la guerra y comprende su elevado propósito y sus bases morales, el enemigo es derrotado tan eficientemente, que la guerra nos pasará inadvertida. El Creador dijo: "Los seguiré a ustedes en sus guerras y pelearé con ustedes en los campos de batalla". Esto es porque son las guerras de el Creador. La visión de cómo esto sucede en el Mundo Superior y alcanza sus objetivos, hace que el hombre prácticamente no sienta la guerra en este mundo.

Pero todavía la sentimos y con bastante dolor en este mundo. ¿Si uno puede transferir esta guerra al nivel de guerra con el mal, por que no sucedió hasta ahora y por qué no podemos verlo suceder?

Rav Dr. Laitman: Las condiciones de ocultamiento y oscuridad en las que existimos, nuestra inconciencia y nuestra ineficacia, son la consecuencia de un estado espiritual. Nosotros solo podemos cambiarlo si estudiamos Cabalá, el libro de "Zohar". Aunque no apliquemos algún esfuerzo conciente para establecer la conexión con el Creador, conseguir acceder al Mundo Superior, las circunstancias nos obligarán a volver a Él y a hacer contacto con Él. El universo entero esta organizado de tal modo que deberíamos ir a la guerra contra el faraón, contra el mal, juntos con el Creador. Toda nuestra guerra interna debería conducirse de esa manera, sintiendo que no somos nosotros los que hacemos la guerra, sino que es el Creador. Únicamente podemos tener esta percepción a través de la metodología cabalística.

Pero recuerdo que usted había dicho que no hay nadie que pueda ser obligado en el mundo espiritual ni forzado a interesarse en las estructuras del universo y de la divina supervisión temas tratados en la Cabalá.

Rav Dr. Laitman: Correcto. Es imposible obligar a nadie a estudiar Cabalá mientras la gente no padezca algún sufrimiento. Lo inevitable obligará al hombre a desarrollar y yo supongo que en uno o dos años la gente comenzará a ver y sentir en que dirección deberían moverse. En cualquier caso el tiempo está de nuestro lado.

Si el 10% de los judíos sintiera que necesita estudiar Cabalá y le dedica varias horas por semana, y otro 50-70% se interesase en la necesidad e importancia de este trabajo, y de el estudio de esta metodología de cómo influir en la supervisión superior, ello podría dramáticamente cambiar el equilibrio de los poderes espirituales y conducirían a la llegada del Mesías.

De generación en generación, es decir de reencarnación en reencarnación, el alma desciende a este mundo y se reencarna en el cuerpo físico a fin de conducir la guerra contra ello. Nosotros no percibimos esta guerra, ésta sucede en nuestro interior, en el nivel inconsciente y es vista por nosotros como una lucha por la vida, como una necesidad de sobrevivir, como la anulación de los sufrimientos y el logro de placeres. Esta es nuestra guerra interna.

También hay guerras externas, originadas en el egoísmo humano y el deseo de tener poder sobre sus gustos: luchas entre pueblos, facciones, toda clase de competencias incluida la guerra entre naciones. Una vez que el alma pasó un cierto numero de reencarnaciones de esta guerra inconsciente (el hombre no comprende las razones y objetivos de sus pruebas y los procesos de la reencarnación están ocultos para él), ello deviene en una nueva etapa – una consciente. Para pasar esto de una manera rápida e indolora los cabalistas desarrollaron un método especial que es necesario estudiar durante esta etapa consciente de corrección. Por estas razones la Cabalá es llamada las matemáticas del alma.

los cabalistas de los siglos pasados escribieron que esta etapa podría comenzar después del regreso del cuarto exilio – en 1990 para ser más precisos como fuera advertido en el siglo XVI por el Gaón de Vilna. Rabino Yehuda Ashlag (Ba'al Sulam) habló del año de 1995. De una u otra manera, este proceso ha comenzado y nosotros podemos ver que la enseñanza secreta judía ocultada durante siglos – la enseñanza de la corrección privada – se hace cada vez más urgente para un número creciente de personas.

Ba'al Sulam escribió que el estudio de los cabalistas cambiaron el equilibrio entre los poderes de las tinieblas y de la Luz. Como una consecuencia de ello los correspondientes cambios descendieron sobre el mundo. Este balance de poderes no viene a mostrarnos que no hay guerra. La guerra hasta la corrección final es inevitable. Pero esto no tiene porqué causar millones de muertes. La guerra es una separación entre los poderes y no se detendrá hasta la corrección finita. Nosotros estamos ahora en esta última etapa.

¿Pero qué es esto de que nosotros podemos influir si la guerra es inevitable y es además el estado permanente de los mundos espirituales y de nuestro mundo?

Rav Dr. Laitman: Estudiando Cabalá, nosotros podemos influir en el equilibrio de poderes de el bien y el mal tan efectivamente que ello causará cambios en el sistema de la supervisión superior de tal manera que nosotros simplemente no sentiremos la guerra, o la resistencia al mal.

¿Cuál es la guerra hoy día entre judíos y árabes? La explicación cabalística de las diferencias entre los judíos y gentiles (otras naciones) está basada en el análisis de la estructura del alma mutua – la Creación en su parte externa corresponde a los gentiles, mientras que la parte interna a los judíos ("Ivrim" de la palabra "Ever" – los que pasaron el limite de este mundo y entraron al mundo espiritual) o Israel ("Ysrael" – "directo a Dios" – "yasar" directo "El" – Dios).

Dentro del alma hay una guerra constante entre la parte externa (material, egoísta) – "gentil" – y la parte interna – "los judíos". Los árabes, quienes están luchando contra los judíos – esto es uno mismo, mis cualidades, mi naturaleza, a las que yo debería derrotar al mismo tiempo que a los árabes propiamente dichos. Nos volveremos judíos dentro del verdadero significado de ello, sólo cuando derrotemos a los gentiles en nosotros mismos, lo que significa que seremos corregidos.

Este no es el estado en el que estamos hoy día – este será nuestro futuro estado. Si fuéramos corregidos hoy día, no tendríamos que luchar.

Paz – "Shalom", se deriva del vocablo "Shlemut", perfección. Esto puede alcanzarse si el bien ha subyugado totalmente a el mal hasta hacerlo servir a el bien. En el estado no corregido es imposible imaginar que el poder de el mal pueda ser usado para servir a el bien a fin de alcanzar la unificación con D's pero solo el cambio en la intención de ello puede ser suficiente.

Esta paradoja puede ser comparada con las tragedias privadas del hombre, cuando aparentemente no puede saber acerca del Supremo – acerca de D's – porqué es de el que el sufrimiento proviene. Pero actualmente, solo dolor y sufrimiento llevan a la gente a pensar en la divinidad y no hay lugar en el que ocultarse de esta paradoja.

Después del 1º de Junio encontré esta paradoja: un grupo de adolescentes sentados en "shiv'a" en la casa de dos muchachas, dos hermanas que fueron asesinadas. Mi camarógrafo y yo durante la grabación de una entrevista para un programa de televisión, súbitamente, inesperadamente para mi, formulé una pregunta inapropiada: ¿"Creen en Dios?". Yo esperaba una torpe, sino agresiva respuesta. Los ocho animadamente contestaron: "Sí, por supuesto que creemos. ¿Cómo puede alguien sobrellevar esta vida luego de lo ocurrido sin fe en Dios?" respondieron estos adolescentes de 15 años con aros en sus orejas.

Rav Dr. Laitman: Un individuo desarrollado y maduro aprende de las experiencias de sus generaciones pasadas. La muchedumbre cierra sus ojos, sufridamente por un instante de su propio dolor. No quieren saber de ninguna tragedia del pasado. La ceguera no termina por la cantidad de sufrimiento, pero sí por su interna (espiritual) madurez.

El tema del significado de la vida, de las causas de pruebas y sufrimientos, encuentra a un hombre no preparado independientemente de su edad. Posiblemente, ya a la edad de 10 años, el comienza a sentir esta cuestión dentro de el mismo, aunque aparentemente el no haya vivido ningún sufrimiento en su vida y crezca dentro de una familia segura. La cuestión viene a el desde su ultima reencarnación en este mundo.

Ahora casi no avanzamos hacia el final de la Corrección porqué tratamos estos contratiempos inconscientemente. Estamos en el mismo lugar y solo los acumulamos mientras su número no se acerque a nuestro nivel de sufrimiento – y entonces, recibimos un nuevo golpe. Cuando el total de la amargura de esos golpes cause la necesidad de deshacerse de ellos, nos volveremos inteligentes.

Existe la ilusión que el camino de los sufrimientos es el camino de la espiritualidad. Este no es el camino. Este es el tiempo de acumular los sufrimientos hasta que el umbral sea alcanzado y esto genera la necesidad de entender sus causas. La guerra por otro lado es inevitable y continuará hasta la corrección total del mundo. Estudiando Cabalá, podemos suavizar la guerra y reducir el sufrimiento, o hasta podremos transferirlos al nivel espiritual. Pero a no ser que la mayoría de nuestro pueblo comprenda que además de una guerra externa existe otra guerra interior, el sufrimiento se incrementará.

Este proceso se ha producido durante miles de años porqué la realización de la causa superior y el objetivo debe examinar en profundidad nuestra naturaleza egoísta. Por ahora seguimos tratando a nuestro cuerpo (que ya sea sufre o disfruta) como nuestro único y principal activo, ya que no sentimos nuestra alma. Pensamos que somos nuestro cuerpo (mente e intelecto están incluidos en esta noción) y nos identificamos nosotros mismos solo con ello.

¡Desde luego, nosotros somos nuestro cuerpo y nuestro intelecto! ¿Todo lo demás está oculto a nosotros, entonces, como podemos manejarnos con otras nociones que no percibimos?

Rav Dr. Laitman: Hoy día es posible entender y tenemos pruebas suficientes que nuestro cuerpo – su vida – es algo insignificante, un fragmento volátil comparado con la eternidad suprema. Pero estamos tan relacionados con nuestro cuerpo que no podemos pensar acerca del alma, solo acerca del cuerpo. La Cabalá ha sido dada para elevar al hombre por encima del mundo material, corrigiéndose el mismo, sentir su alma y establecer un contacto con el Creador.

De acuerdo con el plan del Creador, las circunstancias nos conducirán a la necesidad de comprender que hay algo más en nosotros junto a nuestro cuerpo. Esto es nuestra alma y este es el tema principal. Está presente en todos y cada uno de nosotros. Algo que no conocemos no tiene sentido. Ese algo es inmenso, eterno y vacío. Ahora la gente puede comenzar a descubrir ese vacío y a llenarlo. El descubrimiento del alma – ese vacío inmenso – ha tomado miles de años, y ahora hemos alcanzado su última etapa.

 

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