Autor: Rav Dr. Michael
Laitman
Tomado del periódico "Vesty" (Rusia). Junio, 2001
Sobre el pavimento, una llorosa muchacha se
arrodilló frente a las velas. Gritó sin pausas, sin esperanzas, y su
falda negra se empapó con sus lágrimas. Frente a ella, rosas rojas
frescas dispuestas en hileras, ocultando las manchas oscuras en el
pavimento debajo de ellas.
"Un muchacho estuvo en este punto ayer" le dijo
a su amigo y comenzó a gritar. Ella dijo que este no era el momento
oportuno para un reportaje periodístico, había habido demasiada
sangre. Era el día 3 de junio. Y nadie en el mundo podría ofrecerle
suficiente consuelo a esta muchacha arrodillada frente a las velas.
El 1º de Junio, justo en este punto, ella había perdido todas sus
esperanzas. Todo lo que quedó fue su desaliento y su ensangrentado
amor.
En un articulo sobre el Holocausto, encontré
por casualidad este breve dialogo: “¿Dónde estuvo su Dios cuando los
judíos fueron empujados a las cámaras de gas?”
El estaba parado en la entrada, llorando, fue
la respuesta. Cité este diálogo al Rav Dr. Laitman. "Hermosas
palabras pero absolutamente insignificantes si uno no comprende el
objetivo de la Creación", dijo él.
Pero la sangre de ese muchacho y el dolor de la
aquella muchacha requiere al menos alguna explicación sino consuelo,
que probablemente será imposible. A pesar del objetivo de la
Creación, al menos alguna clase de justificación.
Rav Dr. Laitman: Si busca consuelo, yo no soy la
persona adecuada. No le diré nada tanto de la sangre como de los
sufrimientos, y si bien yo estoy tan apenado como usted. Mi pena es
de una clase diferente; no puedo participar de su pena. Pero si
usted quiere comprender porqué y que sucede hoy día en Israel, y que
es lo que deberíamos hacer acerca de ello, se lo puedo explicar.
Nosotros –nuestro mundo– estamos localizados en
el punto más bajo en el Universo. El Creador nos ha colocado aquí
para permitirnos, según su plan, elevarnos independientemente al
punto más alto del Universo. Nosotros deberíamos igualarnos con el
Creador en los términos de perfección, estar plenos de tranquilidad
y conocimientos. Para alcanzar esto, nosotros deberíamos superar los
125 peldaños de la escala espiritual que se eleva de nuestro mundo
al Creador mismo. Esta escala está formada por cinco etapas (Fig. 1)
y cada una de esas cinco etapas a su vez, está formada por cinco
"partzufim" (objetos espirituales), los que a su vez están
constituidos por cinco sefirot. Si sumamos todos estos elementos
obtenemos la cifra de 125 sefirot, calidades y etapas.
Todo lo que usted explicó es información
absolutamente teórica. ¿Qué podemos hacer con ella? ¿Cómo se
relaciona con las catástrofes de nuestro mundo, con esa mancha de
sangre en el pavimento?, ¿por qué nosotros debemos pagar el precio
por el hecho de que de acuerdo con el plan del El Creador fuimos
colocados "en la parte más baja del Universo"
Rav Dr. Laitman: Con esta clase de preguntas y
demandas no llegaremos a ninguna parte en nuestra conversación. Una
vez que usted haya aprendido y entendido las leyes del universo, y
haya aprendido a ver la naturaleza de los mundos espirituales más
allá de nuestro pequeño mundo material, solo entonces usted tendrá
sus respuestas. Naturalmente, hoy usted no me preguntó por qué se
estrella contra el pavimento un hombre que saltó desde un séptimo
piso o por qué se ahogó por no saber nadar.
A usted e parece normal porqué usted conoce
algunas de las indispensables leyes física y no tiene ninguna duda
acerca de su credibilidad.
Sin embargo, desde finales del siglo XX, de
acuerdo con la curva de desarrollo de La Creación, usted y todos
nuestros contemporáneos están obligados a aprender las leyes de los
mundos espirituales, que son tan indispensables como las leyes
físicas de nuestro mundo. Debemos entenderlas como entendemos la Ley
de la gravedad, sin tener ninguna duda acerca de su existencia.
Estamos muy retrasados, sobre todo los judíos, en adoptar las leyes
espirituales. Ignorantemente las hemos violado, y habiendo hecho
esto, con ira protestamos cuando nos ahogamos, nos estrellamos y nos
quemamos.
Si usted observa la curva de desarrollo de la
Creación, su corrección y rescate (Fig. 2), usted puede ver que
todos estos procesos y sus fechas han sido predefinidos. Antes, esta
información había sido ocultada de la gente, y solo unos pocos
tenían acceso a ella. Hoy día está libremente disponible. Esta
información es muy importante para la humanidad de hoy día. Es más
importante que la ley de la gravedad. No es solamente nuestra misma
existencia en este mundo que depende de ello, como así también de la
dirección futura de toda la humanidad, y sobre toda la de los
judíos.
Todas nuestras almas son parte de una misma
alma, llamada "Adam". Esta alma es la única creada por El Creador de
acuerdo con su plan – El Programa de la Creación – esta alma debe
distanciarse por sí misma de El Creador hasta tal punto de alcanzar
a sentir toda la amargura, la humillación, la vanidad, la
imperfección y la inestabilidad de este estado. Esto es hecho para
hacerlo querer parecerse a El Creador, para retornar y elevarse a
Él.
Todo el tema de este descenso desde el Creador,
y subsecuentemente el ascenso para regresar a Él, es para que el
alma adquiera por sí misma el deseo de parecerse al Creador. Cuando
regresa al Creador a causa de su propio deseo, el alma percibe un
infinito y enorme placer, eternidad, conocimiento superior,
tranquilidad y perfección que tenía en su estado original.
El ascenso del alma desde nuestro mundo al
Creador es gradual– atravesando 125 etapas–, y es el grado en el que
el alma adquiere las cualidades del Creador. El retorno del alma a
Él debería ocurrir durante nuestra vida terrenal, y no después de la
muerte, como a menudo fue descrito por los poetas. La parte más baja
de esta etapa es el mal absoluto, la etapa más alta de esta escala
es el bien absoluto. Todas las etapas intermedias son victorias
relativas del bien sobre el mal. El ascenso por la escala se
considera como la lucha continua del hombre contra el mal; esto es
la naturaleza egoísta del hombre.
Si el hombre alcanza un entendimiento de la
estructura general de los mundos, comprendería que toda su vida es
una continua batalla contra su mal interior: la gradual expulsión
del mismo y su reemplazo por las cualidades del Creador, el bien.
Hasta que todo el mal no haya sido reemplazado por el bien, la
batalla continuará.
Por otra parte, cuanto más activamente nos
comprometemos con el bien para expulsar el mal, el mal se torna más
intenso y despiadado. La razón de esto es que cuanto mas alto
asciende el alma por esta escala, las más poderosas y opuestas
fuerzas del bien y del mal se alzan nuevamente una contra otra. El
alma se encuentra entre estas dos fuerzas – y esta no es una
metáfora poética. La lucha entre el bien y el mal es un estado
permanente de el alma en su camino para alcanzar la Creación.
¿Una guerra eterna?
Rav Dr. Laitman: Por supuesto. La incapacidad
para comprender y la mala predisposición a ver las constantes
diferencias que separa al bien y el mal –el permanente estado de
guerra entre ellos- conduce al hombre a la esperanza de que aquí
sobre la Tierra, es posible alcanzar la paz en cualquier momento.
Todo lo que se necesita es la buena voluntad para intentarlo y
negociarlo.
Nunca, durante su historia, ha existido
humanidad sin guerras, choques, distanciamientos, y preparativos
para la guerra, o la curación de las heridas después de la guerra.
Esto es un hecho. También es un hecho de que si en alguna parte del
mundo existe una guerra, va a buscar a los judíos. Ellos están allí,
ya sea, ocultos o evidentes. Ellos están ocultos porque el rastro de
diez de las tribus judías se ha perdido, pero, una vez que hemos
aprendido las razones de las guerras y la de sus participantes, muy
probablemente encontraremos a nuestros compatriotas allí – ya sean
ocultos o evidentes. Este será siempre el caso hasta el final mismo,
hasta la corrección eventual de El Mal, y su reemplazo por el bien.
¡Usted pinta una perspectiva tan
desesperanzadora!
Rav Dr. Laitman: El verdadero proceso que
eventualmente nos conduciría a la perfección, la eternidad y la
tranquilidad, que es el objetivo de la Creación.
Pero nosotros no queremos ver el final de este
proceso.
Rav Dr. Laitman: ¿Quién le dijo a usted esto?
Observe una vez más la curva del rescate. Por miles de años la
humanidad ha avanzado inconscientemente hacia el objetivo de la
Creación. Desde la última década del Siglo 20º el ascenso conciente
del alma comenzó – exactamente como fuera pronosticado en el libro
del Zohar y en los escritos de los grandes cabalistas como el Ari,
el Gaón de Vilna y Baal Sulam. Nosotros somos la primera generación
obligada a comenzar con este proceso conciente de corrección, pero
nunca tuvimos que hacerlo con nuestra propia familia todavía.
Nosotros nunca nos hemos molestado para saber algo acerca de eso
todavía. Es por eso que hay cuerpos inanimados de muchachos y
muchachas, y es por eso que hay manchas de sangre en el pavimento y
mares de lágrimas.
¿Pero como podemos conscientemente participar
en este proceso si todo está predefinido y la curva está dibujada?
Rav Dr. Laitman: La única manera es estudiar
esta curva y deliberadamente cambiar este proceso, llegando al
entendimiento de la naturaleza constante de las Leyes del Universo.
El hombre debería comprender que el grado de la corrección depende
solamente de él (este hecho constituye la libre elección) y de que
existe cierto tiempo que se le da al proceso de corrección. Si el
hombre llega tarde, la naturaleza misma lo empujará hacia delante
mediante acontecimientos trágicos, demostrándole a él su estado
incorrecto, el que el hombre debe comenzar a corregir.
Esto significa que estos sufrimientos,
tragedias y catástrofes por las que hemos pasado, son solo las
consecuencias de nuestras cualidades incorrectas, no corregidas a
tiempo por medio de nuestros propios esfuerzos. Actos terroristas y
guerras, explosiones y tragedias continuarán, a menos que comencemos
nuestra guerra interna con El Mal en el mundo espiritual, mientras
nos preparamos al mismo tiempo para nuestra guerra externa aquí.
Este es el trabajo interno para corregir nuestra propia naturaleza,
nuestro ego, y para descubrir y vencer el mal dentro nuestro. No hay
ningún psicólogo o psiquiatra que conozca este método. Este método
para desarrollar y corregir el alma fue elaborado por los judíos
(como nuestra misión predeterminada). Debimos haber comenzado a
aprender este método hace mucho tiempo.
Durante la década de 1930, en vísperas de la
Segunda Guerra Mundial, el más grande cabalista del Siglo XX, Baal
Sulam, llamó a los judíos a hacer esto. Ellos no lo escucharon.
Nosotros estamos obligados a comenzar a gobernar nuestra corrección,
nuestro universo. Pero nosotros mientras tanto debemos dejar de
soñar acerca del fin de la guerra.
Usted nos priva de cualquier esperanza de paz y
consuelo, mientras todas las otras religiones llaman a la paz.
Rav Dr. Laitman: Yo estoy mostrando el cuadro
real de la contra-reacción entre el bien y el mal. Estoy tratando de
mostrar los cálculos por los que las explosiones ocurren y las
guerras comienzan. Yo no escribo palabras de consuelo, pero si para
que conozcamos como podemos luchar contra el mal. Si comenzamos
nosotros mismo a generar las correcciones de acuerdo con el plan de
la Creación, nosotros no tendríamos esa sensación de empate entre el
bien y el mal, que toma forma de trágicas catástrofes y actos
terroristas en nuestro mundo, tan bruscamente. Todo depende de
nuestra participación en el proceso de corrección y cuan activa es
esa participación.
Si nosotros mismos corregimos y avanzamos hacia
la percepción de los mundos espirituales en el modo de andar qué fue
predefinido en el plan de nuestro desarrollo, gradualmente
comenzaremos a sentir mas y mas consuelo, iluminación y
tranquilidad. Para asistirnos en nuestra corrección, la supervisión
superior intencionadamente creó ese modo de andar que nosotros
podemos realizar en correspondencia a nuestro potencial interno y
las condiciones externas.
Es por eso que las conferencias en nuestros
grupos se concentran en los métodos para la corrección del alma y no
sólo en las relajantes lecturas de los Salmos. Todas las religiones
hablan sobre sufrimientos y recompensas. La Cabalá en ningún caso
afirma que nuestras tragedias son el pago por el cual seremos
admitidos en el Jardín del Edén. Nuestras tragedias no son el pago
pero sí una consecuencia de una de nuestras cualidades espirituales
no corregidas a tiempo. Las tragedias continuarán mientras nosotros
mismos no corrijamos nuestras cualidades. He aquí una analogía: si
mi automóvil no funciona correctamente, el mismo se detendrá
constantemente, a no ser que me ocupe de conocer las causas. Y si
retraso la reparación, los problemas aumentarán y me conducirán a
accidentes y catástrofes.
En ningún caso quiero pintar cuadros atractivos
sobre el futuro: estamos en medio de una lucha constante contra El
Mal y solo podremos corregirlo si abolimos sus poderes contra
nosotros; solo así evitaremos guerras y actos terroristas. Hemos
entrado en una etapa consciente de corrección y de ahora en
adelante, nuestra naturaleza nos impulsará a actuar conscientemente.
Cuanto más nos quedamos atrás, más duro será el ímpetu, porque la
guerra entre la santidad y las fuerzas oscuras continuará hasta que
terminemos nuestras correcciones.
¿Significa que el Creador ha postulado el
objetivo de la Creación por el sufrimiento del ser creado?, ¿cómo se
puede justificar?
Rav Dr. Laitman: Sólo si usted ve el cuadro
completo. A menos que usted haga, usted no puede justificarlo no
puede cambiar nada y, nuevamente usted estará parado delante de otra
muchacha llorosa. Solo será capaz de cambiar si aprende Sus caminos,
y solo entonces podrá justificar al Creador y Sus objetivos. Pero
antes de esto, a pesar de todas las bellas palabras y frases. Cada
hombre sensible hoy día, con los conocimientos adecuados, le es
posible no solamente trazar la trayectoria de los planetas, de los
cometas, de los átomos y de los genes humanos, pero también los
medios, leyes y objetivos del Creador, al menos debería ejercer
cierto interés en este campo del conocimiento. Interpreto que hoy
día, la gente es holgazana y poco curiosa, y eso puede causar muchas
tragedias. A menos que el objetivo sea alcanzado, cada uno en este
mundo tendrá que luchar tanto a nivel material como espiritual. Uno
no contradice al otro. Nosotros aprendemos ciencias menos útiles, de
las que no dependen nuestra vida o nuestra muerte, o estados eternos
luego de nuestra muerte. ¿Por qué nosotros mismos nos permitimos
descuidar estos conocimientos tan importantes?
El universo inicialmente creado consiste en dos
entidades opuestas. Es por eso que la guerra que es la subyugación
del mal por el bien, es necesaria. Se trata de una guerra tanto
interna como externa aquí en la Tierra. Toda la vida de el rey
David, un prototipo de nuestro reino y estructura del Estado, es un
ejemplo para nosotros: el luchó durante 40 años y escribió Salmos
durante 40 años. El es un ejemplo de cómo uno debe comportarse en
este mundo: en un estado de guerra constante contra ambos enemigos
internos y externos. El claramente nos ha mostrado que el ascenso
espiritual es una guerra espiritual, y que la guerra en nuestro
mundo es una reflexión material de esto.
Hoy, nosotros deberíamos comprender que es
inútil esperar la paz; simplemente no llegará. Al contrario, los
conflictos y choques militares en todas partes se intensificarán.
Nosotros somos capaces de transferir esta guerra al nivel de nuestro
mundo espiritual, ganar allí, y ver como la paz descenderá a nuestro
mundo. De ninguna manera debemos olvidar que la guerra tanto a nivel
material como a nivel espiritual es inevitable y constante hasta que
se produzca la corrección total. No debemos engañarnos nosotros
mismos al creer que la guerra física puede ser evitada por acuerdos,
concesiones, rezos y otras acciones en nuestro mundo. Esto solo
puede ser hecho por el trabajo de corrección de nuestra alma.
La guerra física no podrá evitarse con la
aniquilación física del enemigo, ni tampoco con las guerras
victoriosas que nosotros hemos tenido a lo largo de la corta
historia de nuestros 50 años de nuestro Estado. La corrección
(aniquilación del mal, la reunificación con el bien, acercamiento al
Creador), sólo puede ser alcanzada en el Mundo Superior. El cesar de
las guerras no es más que la mera consecuencia de la reunión con el
Creador, lograble sólo mediante el estudio de la Cabalá. Nosotros
deberíamos destruir a nuestros enemigos como lo hizo el Rey David,
hasta alcanzar las fronteras de sus conquistas – "Kibbush David" –
que contenían a la Tierra de Israel en sus fronteras naturales,
incluyendo a Siria y Jordania.
¿Pero qué son las fronteras naturales de
Israel?
Rav Dr. Laitman: Las fronteras naturales de
Israel en nuestro mundo contienen el territorio que es influenciado
por el poder superior, y que se corresponde con la Tierra Espiritual
de Israel. Cada parte del globo terrestre es influenciado por un
poder superior específico que desciende desde el Mundo Superior. Por
eso se dice: "Cuando se cambia de lugar, se cambia el destino". La
gente que vive en el mismo lugar tiene similares estructura
corporal, rasgos faciales y carácter, pero cuando se mudan a otro
lugar por un largo período, sus características internas y externas
cambian también.
Existen 70 fuerzas de poder en le mundo
espiritual que descienden en nuestro mundo y producen 70 naciones.
Cada nación ocupa su propio territorio. Hoy día, todo en nuestro
mundo está entremezclado, pero esas 70 fuerza todavía descienden de
los mundos superiores y cada uno de ellos está activo sobre el
territorio nativo de cada nación. Cuando uno puede ver los poderes
que descienden de los mundos superiores, uno puede indicar las
fronteras exactas de Israel.
Pero este no es el punto. La preocupación
principal es la corrección del alma. Hasta que no se produzca esta
corrección, las guerras, tanto espirituales como físicas no se
podrán detener. Es por eso que bajo ninguna circunstancia debemos
debilitar a nuestros ejércitos y permanecer silenciosos,
permitiéndole a nuestros enemigos hacer todo lo que ellos quieren.
Al contrario, si nosotros entendiéramos que la guerra podría
terminar con la victoria total sin ningún tipo de acuerdo con el mal
( de acuerdo con el plan de la Creación), sería suficiente con
atacar al mal espiritualmente para someterlo externamente. Debemos
corregir el mal interior mediante su captura y destrucción,
erigiendo el edificio del bien. Lo mismo deberíamos hacer en nuestro
mundo físico exterior.
Es un error creer que tan solo por estudiar
Torá y leer los Salmos vamos a poder detener la guerra y los ataques
terroristas, como a menudo piensan los ortodoxos. Esto sería verdad
si estuviéramos en el estado de corrección final, "Gmar Tikum". Es
también una ilusión el pensar que los acuerdos y concesiones pueden
detener los ataques terroristas y las guerras como a menudo presumen
los "ortodoxos" incrédulos. Ello contradice totalmente el plan de la
Creación y sólo conduce a la escalada del mal, y así solo se
profundiza el problema.
Es esencial comportarse como el Rey David. El
luchó simultáneamente contra el mal tanto en el mundo material como
el espiritual, es decir, uno debería hacer la guerra tanto afuera
como adentro de uno mismo. Las condiciones en las que estamos son
mejores que las que tenía el Rey David porque nuestro tiempo es el
comienzo de la Correción Final y la venida del Mesías.
Por lo tanto, como está escrito en el libro de
"Zohar", solo mediante los estudios del libro de "Zohar" es posible
influir en las fuerzas superiores, ganar sobre el mal y salvar al
mundo entero de las catástrofes que vienen.
Conozco mucha gente que estudia Cabalá y el
libro "Zohar" y estoy seguro que probablemente había muchos de ellos
en el pasado. Pero parece no haber resultados visibles.
Rav Dr. Laitman: El resultado es la consecuencia
de la corrección. Esto no puede conseguirse sólo con el trabajo de
esa gente específica. Recuerde a los profetas y sus mensajes a la
nación entera. Necesitamos estudiar Cabalá sobre una base nacional,
como en las escuelas. Esto no significa que cada uno se convierta en
un cabalista y aprenda profundamente los secretos de su enseñanza.
El tema esencial es hacer que la gente entienda las leyes básicas
del desarrollo y corrección del alma como esta descrito en la
Cabalá. Esta es la exigencia de nuestro tiempo. El tiempo de la
gente solo sabia y cabalista ha pasado.
Además de el entendimiento apropiado de los
estudios, nosotros también deberíamos desarrollar un entendimiento
apropiado de las guerras y considerar nuestras guerras como la
corrección. ¡Nosotros deberíamos cambiar totalmente el modo de ver
la guerra! No deberíamos tratar de escapar pero si comportarnos
bastante como adultos cuando se produce la necesidad de corregir el
alma; nosotros debemos comprender que no debería haber nada en este
mundo que contradiga al mundo espiritual. En el mundo espiritual hay
una guerra continua. Si la terminamos en el, la terminaremos en
nuestro mundo también.
Hoy vemos que el regreso del exilio se
transforma en un nuevo exilio, el escape del miedo. La gente no
desea vivir de acuerdo con su escenario de "lucha eterna". El número
de románticos decrece constantemente.
Rav Dr. Laitman: Eso es verdad. Mucha gente
desea dejar Israel. Y muchos se marcharán. Haciendo eso agregarán
más mal a su cuenta privada espiritual. Ellos no desean oír las
explosiones cerca de sus hogares, pero en varios años ellos se
convertirán en victimas de catástrofes aún mayores. Todo está
predefinido y nadie puede escapar a este hecho. Nadie puede escapar
de su misión – como en el caso del profeta Jonah. El encuadre de
cada alma tiene lugar en el Mundo Superior de acuerdo con la
reencarnación, el destino de cada alma y su estado finito. A no ser
que aprenda esas maneras, mis palabras le sonarán vacías.
El conocimiento de la Cabalá permite al hombre
no ocultarse de la guerra, pero manejarlo espiritualmente,
plenamente conciente de que seguramente ganaremos esa guerra. La Luz
espiritual bajará sobre nosotros en abundancia inesperada y entonces
nosotros ganaremos por el conocimiento de las luchas concientes,
desilusiones y caídas en las guerras privadas de cada uno, y en
nuestra mutua guerra nacional.
Con la ayuda de la Cabalá somos capaces de
adquirir el control sobre hechos que han de producirse, y esto nos
conducirá deliberada y concientemente a librar algún espacio para el
Creador. No debemos engañarnos pensando que la paz vendrá pronto. La
separación entre los dos poderes es inevitable y nosotros, los
judíos, seremos los únicos que determinaremos este proceso. Nosotros
tuvimos muchas guerras durante la existencia del Estado. Hay algunas
guerras que no se han sentido en lo absoluto.
Si uno conoce de antemano sobre la necesidad de
la guerra y comprende su elevado propósito y sus bases morales, el
enemigo es derrotado tan eficientemente, que la guerra nos pasará
inadvertida. El Creador dijo: "Los seguiré a ustedes en sus guerras
y pelearé con ustedes en los campos de batalla". Esto es porque son
las guerras de el Creador. La visión de cómo esto sucede en el Mundo Superior y alcanza sus objetivos, hace que el hombre prácticamente
no sienta la guerra en este mundo.
Pero todavía la sentimos y con bastante dolor
en este mundo. ¿Si uno puede transferir esta guerra al nivel de
guerra con el mal, por que no sucedió hasta ahora y por qué no
podemos verlo suceder?
Rav Dr. Laitman: Las condiciones de ocultamiento
y oscuridad en las que existimos, nuestra inconciencia y nuestra
ineficacia, son la consecuencia de un estado espiritual. Nosotros
solo podemos cambiarlo si estudiamos Cabalá, el libro de "Zohar".
Aunque no apliquemos algún esfuerzo conciente para establecer la
conexión con el Creador, conseguir acceder al Mundo Superior, las
circunstancias nos obligarán a volver a Él y a hacer contacto con
Él. El universo entero esta organizado de tal modo que deberíamos ir
a la guerra contra el faraón, contra el mal, juntos con el Creador.
Toda nuestra guerra interna debería conducirse de esa manera,
sintiendo que no somos nosotros los que hacemos la guerra, sino que
es el Creador. Únicamente podemos tener esta percepción a través de
la metodología cabalística.
Pero recuerdo que usted había dicho que no hay
nadie que pueda ser obligado en el mundo espiritual ni forzado a
interesarse en las estructuras del universo y de la divina
supervisión temas tratados en la Cabalá.
Rav Dr. Laitman: Correcto. Es imposible obligar
a nadie a estudiar Cabalá mientras la gente no padezca algún
sufrimiento. Lo inevitable obligará al hombre a desarrollar y yo
supongo que en uno o dos años la gente comenzará a ver y sentir en
que dirección deberían moverse. En cualquier caso el tiempo está de
nuestro lado.
Si el 10% de los judíos sintiera que necesita
estudiar Cabalá y le dedica varias horas por semana, y otro 50-70%
se interesase en la necesidad e importancia de este trabajo, y de el
estudio de esta metodología de cómo influir en la supervisión
superior, ello podría dramáticamente cambiar el equilibrio de los
poderes espirituales y conducirían a la llegada del Mesías.
De generación en generación, es decir de
reencarnación en reencarnación, el alma desciende a este mundo y se
reencarna en el cuerpo físico a fin de conducir la guerra contra
ello. Nosotros no percibimos esta guerra, ésta sucede en nuestro
interior, en el nivel inconsciente y es vista por nosotros como una
lucha por la vida, como una necesidad de sobrevivir, como la
anulación de los sufrimientos y el logro de placeres. Esta es
nuestra guerra interna.
También hay guerras externas, originadas en el
egoísmo humano y el deseo de tener poder sobre sus gustos: luchas
entre pueblos, facciones, toda clase de competencias incluida la
guerra entre naciones. Una vez que el alma pasó un cierto numero de
reencarnaciones de esta guerra inconsciente (el hombre no comprende
las razones y objetivos de sus pruebas y los procesos de la
reencarnación están ocultos para él), ello deviene en una nueva
etapa – una consciente. Para pasar esto de una manera rápida e
indolora los cabalistas desarrollaron un método especial que es
necesario estudiar durante esta etapa consciente de corrección. Por
estas razones la Cabalá es llamada las matemáticas del alma.
los cabalistas de los siglos pasados
escribieron que esta etapa podría comenzar después del regreso del
cuarto exilio – en 1990 para ser más precisos como fuera advertido
en el siglo XVI por el Gaón de Vilna. Rabino Yehuda Ashlag (Ba'al
Sulam) habló del año de 1995. De una u otra manera, este proceso ha
comenzado y nosotros podemos ver que la enseñanza secreta judía
ocultada durante siglos – la enseñanza de la corrección privada – se
hace cada vez más urgente para un número creciente de personas.
Ba'al Sulam escribió que el estudio de los cabalistas cambiaron el equilibrio entre los poderes de las
tinieblas y de la Luz. Como una consecuencia de ello los
correspondientes cambios descendieron sobre el mundo. Este balance
de poderes no viene a mostrarnos que no hay guerra. La guerra hasta
la corrección final es inevitable. Pero esto no tiene porqué causar
millones de muertes. La guerra es una separación entre los poderes y
no se detendrá hasta la corrección finita. Nosotros estamos ahora en
esta última etapa.
¿Pero qué es esto de que nosotros podemos
influir si la guerra es inevitable y es además el estado permanente
de los mundos espirituales y de nuestro mundo?
Rav Dr. Laitman: Estudiando Cabalá, nosotros
podemos influir en el equilibrio de poderes de el bien y el mal tan
efectivamente que ello causará cambios en el sistema de la
supervisión superior de tal manera que nosotros simplemente no
sentiremos la guerra, o la resistencia al mal.
¿Cuál es la guerra hoy día entre judíos y
árabes? La explicación cabalística de las diferencias entre los
judíos y gentiles (otras naciones) está basada en el análisis de la
estructura del alma mutua – la Creación en su parte externa
corresponde a los gentiles, mientras que la parte interna a los
judíos ("Ivrim" de la palabra "Ever" – los que pasaron el limite de
este mundo y entraron al mundo espiritual) o Israel ("Ysrael" –
"directo a Dios" – "yasar" directo "El" – Dios).
Dentro del alma hay una guerra constante entre
la parte externa (material, egoísta) – "gentil" – y la parte interna
– "los judíos". Los árabes, quienes están luchando contra los judíos
– esto es uno mismo, mis cualidades, mi naturaleza, a las que yo
debería derrotar al mismo tiempo que a los árabes propiamente
dichos. Nos volveremos judíos dentro del verdadero significado de
ello, sólo cuando derrotemos a los gentiles en nosotros mismos, lo
que significa que seremos corregidos.
Este no es el estado en el que estamos hoy día
– este será nuestro futuro estado. Si fuéramos corregidos hoy día,
no tendríamos que luchar.
Paz – "Shalom", se deriva del vocablo
"Shlemut", perfección. Esto puede alcanzarse si el bien ha subyugado
totalmente a el mal hasta hacerlo servir a el bien. En el estado no
corregido es imposible imaginar que el poder de el mal pueda ser
usado para servir a el bien a fin de alcanzar la unificación con D's
pero solo el cambio en la intención de ello puede ser suficiente.
Esta paradoja puede ser comparada con las
tragedias privadas del hombre, cuando aparentemente no puede saber
acerca del Supremo – acerca de D's – porqué es de el que el
sufrimiento proviene. Pero actualmente, solo dolor y sufrimiento
llevan a la gente a pensar en la divinidad y no hay lugar en el que
ocultarse de esta paradoja.
Después del 1º de Junio encontré esta paradoja:
un grupo de adolescentes sentados en "shiv'a" en la casa de dos
muchachas, dos hermanas que fueron asesinadas. Mi camarógrafo y yo
durante la grabación de una entrevista para un programa de
televisión, súbitamente, inesperadamente para mi, formulé una
pregunta inapropiada: ¿"Creen en Dios?". Yo esperaba una torpe, sino
agresiva respuesta. Los ocho animadamente contestaron: "Sí, por
supuesto que creemos. ¿Cómo puede alguien sobrellevar esta vida
luego de lo ocurrido sin fe en Dios?" respondieron estos
adolescentes de 15 años con aros en sus orejas.
Rav Dr. Laitman: Un individuo desarrollado y
maduro aprende de las experiencias de sus generaciones pasadas. La
muchedumbre cierra sus ojos, sufridamente por un instante de su
propio dolor. No quieren saber de ninguna tragedia del pasado. La
ceguera no termina por la cantidad de sufrimiento, pero sí por su
interna (espiritual) madurez.
El tema del significado de la vida, de las
causas de pruebas y sufrimientos, encuentra a un hombre no preparado
independientemente de su edad. Posiblemente, ya a la edad de 10
años, el comienza a sentir esta cuestión dentro de el mismo, aunque
aparentemente el no haya vivido ningún sufrimiento en su vida y
crezca dentro de una familia segura. La cuestión viene a el desde su
ultima reencarnación en este mundo.
Ahora casi no avanzamos hacia el final de la
Corrección porqué tratamos estos contratiempos inconscientemente.
Estamos en el mismo lugar y solo los acumulamos mientras su número
no se acerque a nuestro nivel de sufrimiento – y entonces, recibimos
un nuevo golpe. Cuando el total de la amargura de esos golpes cause
la necesidad de deshacerse de ellos, nos volveremos inteligentes.
Existe la ilusión que el camino de los
sufrimientos es el camino de la espiritualidad. Este no es el
camino. Este es el tiempo de acumular los sufrimientos hasta que el
umbral sea alcanzado y esto genera la necesidad de entender sus
causas. La guerra por otro lado es inevitable y continuará hasta la
corrección total del mundo. Estudiando Cabalá, podemos suavizar la
guerra y reducir el sufrimiento, o hasta podremos transferirlos al
nivel espiritual. Pero a no ser que la mayoría de nuestro pueblo
comprenda que además de una guerra externa existe otra guerra
interior, el sufrimiento se incrementará.
Este proceso se ha producido durante miles de
años porqué la realización de la causa superior y el objetivo debe
examinar en profundidad nuestra naturaleza egoísta. Por ahora
seguimos tratando a nuestro cuerpo (que ya sea sufre o disfruta)
como nuestro único y principal activo, ya que no sentimos nuestra
alma. Pensamos que somos nuestro cuerpo (mente e intelecto están
incluidos en esta noción) y nos identificamos nosotros mismos solo
con ello.
¡Desde luego, nosotros somos nuestro cuerpo y
nuestro intelecto! ¿Todo lo demás está oculto a nosotros, entonces,
como podemos manejarnos con otras nociones que no percibimos?
Rav Dr. Laitman: Hoy día es posible entender y
tenemos pruebas suficientes que nuestro cuerpo – su vida – es algo
insignificante, un fragmento volátil comparado con la eternidad
suprema. Pero estamos tan relacionados con nuestro cuerpo que no
podemos pensar acerca del alma, solo acerca del cuerpo. La Cabalá ha
sido dada para elevar al hombre por encima del mundo material,
corrigiéndose el mismo, sentir su alma y establecer un contacto con
el Creador.
De acuerdo con el plan del Creador, las
circunstancias nos conducirán a la necesidad de comprender que hay
algo más en nosotros junto a nuestro cuerpo. Esto es nuestra alma y
este es el tema principal. Está presente en todos y cada uno de
nosotros. Algo que no conocemos no tiene sentido. Ese algo es
inmenso, eterno y vacío. Ahora la gente puede comenzar a descubrir
ese vacío y a llenarlo. El descubrimiento del alma – ese vacío
inmenso – ha tomado miles de años, y ahora hemos alcanzado su última
etapa. |