¿Cuál es la raíz espiritual de Januká?, ¿por
qué encendemos velas y quiénes fueron los Macabeos?
Hay una raíz en el mundo espiritual para todo
lo que existe, una raíz que inicia y motiva nuestro comportamiento,
nuestros pensamientos, nuestras emociones y los diferentes eventos
que experimentamos. Todo lo que imaginemos posible.
El reino de la Cabalá describe la realidad, tal
como es revelada a quienes han alcanzado el mundo del
espíritu. Cualquiera que desee entender el curso de nuestras vidas
puede alcanzar ese mundo. Este ofrece a los que llegan a sus puertas
una oportunidad de controlar en forma consciente sus vidas, para
alcanzar un placer supremo que nunca antes habían sentido.
Esos que se unen con este mundo lo sienten como
una completa realidad, describiéndolo en nuestro lenguaje, justo
como nosotros describimos nuestra propia realidad.
Si tú y tu amigo observan una flor, es muy
probable que cada uno tenga una diferente impresión de ésta en la
mente. Por ejemplo, puedes admirar su belleza y tu amigo su esencia.
Pero ambos estarán de acuerdo, por ejemplo, en que se trata de una
rosa roja.
De manera similar, cualquiera que se una con el
mundo eterno, describe lo que ha visto en un lenguaje que sólo
aquellos que han estado ahí comprenderán.
En el mundo del espíritu, no hay flores, hay
anhelos y deseos que se abren por sí mismos en un orden
predeterminado. Cualquiera que alcance ese mundo pasará por las
mismas fases que sus predecesores.
El ciclo del desarrollo espiritual es
llamado un “año” porque en cada una de las fases uno se encara con
los mismos deseos a los que se ha enfrentado en las fases previas,
pero en un nivel más profundo, ayudándolo a entenderse a sí mismo
mucho mejor.
Así, un cabalista observando sus propios deseos
vive a través de 6,000 años de crecimiento antes de que alcance su
destino y triunfe al recibir todos los placeres que un humano puede
sentir. Debido a que el asunto central es el desarrollo interno, el
cual está separado de la realidad física en la cual vivimos, un
cabalista puede vivir los 6,000 años (fases) en tan solo cinco o
diez años de su vida.
En el curso de esos años encuentra situaciones
recurrentes de revelación que lo ayudan a ascender al siguiente
grado. los cabalistas llaman a esos grados “días festivos” y
“sábados.”
Los días festivos y Shabat en nuestro mundo
fueron determinados por los cabalistas para permitir a la gente que
deseaba pero que no era cabalista, actuar en la carne de acuerdo con
el mundo espiritual.
Es por eso que celebramos las fiestas cada año
y el Shabat cada semana. Un cabalista puede, no obstante, celebrar
la Pascua internamente aún cuando la fiesta esté meses lejos, porque
no hay conexión entre nuestro estado espiritual y el tiempo físico
en el que vivimos.
De todos los días festivos, Januká y Purim son
considerados especiales. Hay un número de razones para eso. Primero,
éstos no están escritos en la Torá. Segundo, se dice que cuando
todas las correcciones sean hechas, todas las fiestas serán
canceladas a excepción de esas dos. Tercero, las dos fiestas están
conectadas con la reconstrucción del Templo.
Espiritualmente, el Templo significa el
lugar donde el Creador y la criatura se unen. La destrucción del
Templo es una ruptura de la unión entre ambos. Esa unión es la que
los cabalistas están tratando de reconstruir.
Hay dos fases de reconexión. En la primera, el
humano debe aprender cómo elevarse por arriba de la naturaleza
egocéntrica y alcanzar una herramienta (llamada vaso de
otorgamiento) con la cual se unirá al mundo espiritual. Esta es la
fase de corrección.
Después de eso viene la fase de recepción,
cuando el humano puede recibir tremendos placeres usando la
herramienta adquirida de nuevo.
Un hombre sediento, que sostiene en su mano un
vaso quebrado, debe primero reparar el vaso antes de poder llenarlo
y tomar de él. El que se siente separado de la espiritualidad debe
primero enmendar su unión con el Creador antes de que pueda recibir
las cosas ofrecidas.
Januká marca y celebra el haber
alcanzado los vasos de otorgamiento. Esta es una fiesta espiritual
que pertenece a la primera mitad del trabajo: la corrección. Esto es
por lo que uno puede dividir su nombre en dos: Janu (estático,
descansado) Ka (como un símbolo del descanso), el descanso que el
humano toma una vez que se ha corregido su vaso antes de empezar a
llenarlo.
Las velas de Januká simbolizan la Luz de
Misericordia que uno adquiere cuando ha alcanzado el mundo
espiritual. La Luz se incrementa gradualmente durante el día de
fiesta, por lo que se enciende una vela extra cada día.
Las festividades que celebramos mantienen una
compleja relación entre varias situaciones en nuestra alma.
Israel se interpreta como la fuerza que nos
lleva directamente al Creador. Isra viene de la palabra Yashar
(directo), y Él es la palabra hebrea para Dios, por lo tanto, la
palabra Israel significa “directamente a Dios”, la razón espiritual
detrás de este mundo.
Los griegos son los deseos que se oponen al
desarrollo espiritual del hombre. Ellos le dicen a él que es
irracional ir más allá de las leyes de la naturaleza, para comulgar
con el Mundo Superior. Ellos claman que no tiene racionalidad. El
griego debilita la fuerza de Israel usando argumentos lógicos que se
originan en la acumulación propia de experiencias en este mundo.
Los griegos no quieren exterminar a Israel,
como lo hizo Haman, ellos simplemente querían eliminar que Israel
alcanzara la vida. Querían poner estatuas hechas por el hombre en el
Templo y hacer que Israel hiciera reverencia ante ellas. Ellos no
lucharon por la denominación materialista, sino por la espiritual.
El Israel dentro del hombre debe reunir el
esfuerzo del poder de la fe contra los argumentos griegos. Israel le
dice a los griegos que eso es correcto desde el punto de vista
lógico, pero Israel cree que es posible ir más allá de las barreras
de la razón, al mundo de las causas. Mientras más fuertes se
volvieron los griegos, más poderosa se volvió la fe de Israel. Esta
guerra siguió y siguió hasta que apareciera un milagro que pudiera
ganar Israel. El milagro ocurrió.
El milagro de Januká es que uno al final tiene
éxito en la unión con lo que era largamente anhelado. Más allá, un
bello y encantador mundo aparece mucho más maravilloso de lo que se
pueda imaginar. Entonces se da uno cuenta lo real que ha sido el
camino de Israel y por qué es bueno apegarse a éste.
La victoria sobre los griegos es el cimiento
del camino de cualquier criatura en el reino espiritual. Este le
permite a uno cumplir las correcciones que lo llevarán a la frontera
final, que es el Purim, la lucha en la cual uno tiene éxito en
alcanzar la eterna recompensa que el Creador ha preparado para
todos. |