El día festivo de
Pascua encarna el éxodo del hombre de la sensación de nuestro mundo
a la sensación del mundo espiritual. Durante nuestra vida, varios
eventos no placenteros vienen hacia nosotros de alguna parte. Estos
llegan de los mundos superiores y descienden sobre nosotros en
nuestro mundo. Estamos tratando de reaccionar a ellos de alguna
forma pero no sabemos exactamente cómo hacer esto porque no
entendemos sus causas.
De manera muy
importante, no vemos las consecuencias de nuestros pasos debido a
que ellos también van al Mundo Superior. Somos como gatitos ciegos
en medio de una cadena que no tiene idea dónde comienza y donde
termina. Debido a esto, no podemos aprender de nuestras propias
acciones sin ver resultados y por lo general, actuamos completamente
sin sentido desde la perspectiva de la perfección de vida eterna.
A fin de sacar al
hombre de esta condición hay una muy clara metodología científica,
con un extensivo conjunto de instrumentos matemáticos y lógicos.
Esto es llamado Cabalá y con su ayuda, un hombre puede empezar a
sentir el Mundo Superior donde todos los eventos empiezan y después
descienden sobre nosotros y los resultados de nuestras acciones
regresan también. Una comprensión de este Mundo Superior es la única
salvación para el hombre, la única cosa que no tenemos es la
habilidad de ver el universo entero en su verdadera forma.
Tal condición del
hombre en su verdadera realidad está escondida de él y es llamada el
Exilio de Egipto de lo espiritual, en otras palabras, el Exilio de
Egipto es una condición del hombre que sólo siente nuestro mundo.
Todos nosotros estamos en exilio pero necesitamos una muy clara
sensación de éste como tal.
¿Cómo se alcanza
la sensación del mundo entero?, ¿cómo ver todas las acciones de
principio a fin?, ¿cómo entender todo lo que está pasando,
controlarlo, conectar todos los estados antes del nacimiento en este
mundo con la vida entera en este mundo, vida después de morir? Esto
es lo principal que la Cabalá enseña: cómo cerrar el ciclo entero de
la eterna existencia del hombre, su propio “yo”. La Cabalá abre los
ojos de uno mismo para poder ver el Mundo Superior y actuar con
completa santidad.
El principio de la
sensación del hombre de los mundos espirituales es llamado el Éxodo
del Cautiverio de Egipto. El camino entero de un hombre es el camino
para dominar el Mundo Superior. El camino para recibir un vaso
espiritual consiste en siete atributos (Sefirot) y la corrección de
éstos. Cada uno de esos atributos en su oportunidad consiste en
siete sub-pasos.
Un hombre recibe
todos esos 49 atributos sin corregir. El debe gradualmente
corregirlos dentro de sí mismos y mientras corrige esos 49
atributos, está dominando el mundo espiritual paso a paso, empezando
a sentir éstos más y más. El universo completo aparece ante él de
acuerdo al grado de su corrección de los 49 atributos.
Un hombre empieza
a sentir el mundo espiritual al comparar sus propios atributos con
los de los mundos espirituales, él se comprende a sí mismo, sus
pequeños deseos egoístas, su disposición a discusiones, peleas,
robo, acciones de males menores, traición, búsqueda de injusticia.
En contraste entre sus atributos y la comprensión de lo espiritual,
un hombre empieza a odiar sus atributos. Precisamente este odio hace
que pida al Creador que cambie esos atributos despreciables por
virtudes espirituales.
La gente que ha
experimentado muerte clínica y que ha estado ligeramente cerca de
encontrar los sentimientos del mundo espiritual, se ha transformado
en más amable, más transparente y más altruista al regresar a
nuestro mundo. El aborrecimiento de un hombre por sus atributos
personales hace que corte con ellos para que pueda utilizarlos para
hacer buenas obras.
Cuando el hombre
empieza a sentir al Creador, se eleva alto y más alto, viendo el
universo cada vez en mayor volumen, viendo las causas y
consecuencias localizadas en los mundos superiores. Aquellos que aún
residen en nuestro mundo pueden corregirse a sí mismos
espiritualmente si lo desean. El salir de nuestro mundo a la
espiritualidad es algunas veces alcanzado a través de tres a cinco
años de estudiar Cabalá.
Todas las acciones
que un hombre cumple en el mundo espiritual para sus correcciones
internas son llamadas Mandamientos (Mitzvot). Como por ejemplo, el
mandamiento del sacrificio, el cual significa que un hombre
sacrifica parte de su egoísmo natural, en orden de corregirlo y
dentro de este deseo altruista corregido él recibe la Luz más alta,
la sensación del Creador, lo cual es llamado la Torá. |