Purim, la fiesta
de los opuestos: regocijo vs. pesar; ocultamiento vs. revelación;
Mordejai vs. Amán; genocidio vs. redención.
¿Cuál es la
historia real detrás de ésta fiesta?
¿Que fuerzas
actúan en lo abierto? y ¿qué pasa detrás del escenario de esta
interesante fiesta?
Un cabalista es
una persona que busca dentro de sí en lo profundo las causas de los
eventos en su vida. Es evidente para él que lo que sea que esté a
punto de descubrir, ya está dentro de él, esperando. Todo lo que
tiene que aprender es cómo estar en contacto con la fuerza que hace
que las cosas pasen. Esa fuerza lo llevará y guiará a controlar los
eventos futuros en su vida, su felicidad personal y la recompensa
que fluirá a través de él a toda la humanidad.
En los ojos de la
Cabalá, Megilat Ester nos habla de las fuerzas que se descubren en
las partes más profundas del hombre. Fuerzas que hablan de lo que
uno descubre de la relación de uno con el Creador, las fuerzas que
guían los eventos de la vida de todos. Esas fuerzas llamadas
Mordejai, Ester, Amán, etc.
La historia de
Purim se desarrolla ante la construcción del segundo templo, justo
antes de la inmigración a la tierra de Israel. Esta habla de la
última batalla antes de la corrección final (Gmar Tikun). En esta
etapa, el pueblo de Israel, que simboliza nuestras aspiraciones
internas por la espiritualidad vive calmado y pacíficamente en el
reino de Ajashverosh.
Mordejai, la
fuerza interna dentro del judío, que no quiere nada más que
aferrarse al Creador y adorarlo, vivía felizmente y el reino estaba
en paz.
El pueblo de
Israel representaba la mayoría de los deseos en línea directa
(Isra=Yashar, directo) a ( Él=Dios) la escalera del mundo y aprender
de Él las leyes del universo y cómo disfrutarlas.
En verdad, en el
principio de la historia, la narrativa insinúa que algo anda mal:
“Hay una nación que es esparcida entre las naciones”. Es esta
nación, que se supone está unida contra todas las otras naciones que
quieren solamente su propia gratificación, esta nación cuya fuerza
viene solamente de su unidad, es dispersada. Esta es una señal
segura que el hombre aún no ha cumplido su destino, por lo que sólo
la gente de Israel puede llevar a la humanidad a su meta, la unión
con el Creador.
El malo Aman, que
representa lo egoísta en nosotros, el opuesto al judío, quiere
explotar la situación para beneficio propio. Él eventualmente quiere
derribar al rey de su trono.
Él cree que el
hecho de que los judíos hayan sido dispersos testifica su debilidad,
confusión y falta de fe. Por lo tanto, considera que la situación es
una gran oportunidad para eliminar a los judíos de la faz de la
tierra, porque ellos son la única fuerza que se interpone entre él y
el poder sacar provecho del Creador.
Lo
que Amán no logra comprender, no obstante, es que los judíos están dispersos por una
razón. Esta se sostiene en el hecho de que la gente de Israel ha
sido elevada ahora a un nivel más alto.
Este nivel más
alto se refiere a un directo y abierto contacto con el Creador. Una
unión tan abierta que nadie será capaz de negarla. Nosotros vemos la
verdad de esto cuando al final de la historia, todas las gentes se
reforman. El significado es que todos los deseos en el hombre,
llamados Gentes, aceptan la fuerza principal que lleva a la
confianza y felicidad, llamada Israel.
El judío en un
hombre se encuentra limitado. Esa limitación puede sólo ser superada
por el malvado Amán. Por eso es que nosotros debemos encontrar al
Amán dentro de nosotros.
El principio de la
historia nos dice cómo Mordejai, el judío, salvó al rey de los dos
asesinos Bigtan y Teresh. Naturalmente, nosotros esperaríamos que el
rey pagara a él por su obra, tal vez un aumento, o algún otro tipo
de recompensa.
Pero las cosas no
son tan simples, porque Mordejai es el Israel en hombre, él no
quiere nada sino estar en contacto con su Creador. No quiere
ganancia personal, por lo tanto, tú no le puedes dar ningún regalo,
porque no lo aceptaría.
Así, para nuestra
sorpresa, leemos que no es Mordejai quien es honrado, sino Amán
quien de todos los candidatos obtiene los honores, cuando el rey lo
nombra cabeza de todos los ministros. Amán obtiene dominación total
del reino y a todos los esclavos del Rey se les ordena que hagan
reverencia ante él. Esto significa que el egoísmo ha sido ahora
elevado a su máxima proporción.
De toda la gente,
sólo Mordejai se rehúsa a reverenciar a cualquiera con excepción del
rey. La razón de eso es que siempre hay una voz en el hombre que le
dice quién es el rey y a quién permanecer leal sea cual sea el
costo. Él es el único que lo recuerda, aún cuando el pueblo entero
de Shushan está desconcertado y confundido. Aún cuando su vida es
amenazada, el leal israelita escoge la lealtad a su rey antes que
cualquier otra cosa.
Es sólo a través
de la magnificación del ego de Amán a la proporción que este creció,
que la gente pudo darse cuenta de lo correcto que era el camino de
Mordejai.
La diferencia
entre el camino que toma Amán y el que toma Mordejai es el corazón
alrededor del cual gira la historia.
Amán quiere sacar
provecho del rey y usarlo para tomar el control del reino. Él piensa
sólo en sí mismo y resume la fuerza más vil en el hombre, su deseo
de gobernar el mundo a toda costa, aún a pesar de su propia
destrucción.
La única meta de
Mordejai, por otra parte, es descubrir la verdadera escalera del
mundo y aprender de ella cómo conducirse a sí mismo. Por lo tanto,
no puede ser sobornado en ninguna forma. Puede estar en el castillo
del rey y cuidar la puerta mientras todos se inclinan ante Amán. No
hay precio a su lealtad. Sabe que llegará el día cuando cada uno se
dé cuenta de esto, pero también sabe que no puede imponer su mente
en los otros.
Amán toma control
del reino, precisamente con el propósito de incrementar sus deseos.
El egoísmo es revelado de tal forma que el hombre se dará cuenta de
las fuerzas destructivas que habitan dentro de él. Amán decide
utilizar el poder que le ha sido dado a fin de realizar su plan de
destruir a su enemigo primario: el Israel dentro de nosotros.
El cuidadosamente
planea sus acciones, prepara el árbol y la cuerda, confiado de que
en unos pocos momentos, la persona que se encuentra por completar
sus sueños, será eliminada.
Entonces le
preguntan a Amán: ¿Qué debe hacerse con el hombre que el rey quiere
honrar? Estando seguro de que él es el hombre más querido, sugiere
que fuera sentado en un caballo (la fuerza interna del hombre) y
declarar públicamente: “Así es como el rey honra al hombre que el
rey más quiere”.
En ese punto la
gente de Israel se une. Su plegaria colectiva por el éxito de la
misión de Ester, representando la fuerza de la fe, enmendando lo
que al principio parecía ser una separación entre la gente. Esa
corrección le permite a ella llegar al rey directamente, lo que es
el gran milagro de Purim. Antes de eso nadie había podido llegar al
rey en esa forma. Sólo la fuerza de la gente unida en plegaria por
ayuda, le dió a ella la defensa necesaria para salir del escondite
(Hebreo: Hester) y al tener una visión en la cara del rey, a ella
se le revela el verdadero objetivo del rey: otorgar a todas las
criaturas.
Entonces Amán (la
fuerza egoísta del hombre) descubre el fraude, pero es muy tarde
para él. Descubre que el propósito del trabajo del hombre es revelar
la dominación y benevolencia del rey. Se da cuenta que él fue una
herramienta en las manos del rey, cuyos verdaderos deseos fueron
cultivar a Mordejai.
Pero en este punto
no puede cambiar la sentencia a la que ha sido sujeto. Es debido al
gran deseo de Amán de dirigir el reino que Mordejai tiene el honor y
la publicidad que merece.
Así los deseos del
hombre descubren el intento del rey de otorgar a sus criaturas y la
correcta forma de alcanzarlo a Él, el camino de Israel interior.
Israel es el deseo
del hombre de estar en perpetuo contacto con Él, quien semeja la
realidad con el Rey.
Israel es el que
recuerda todo tiempo quién gobierna nuestras vidas y utiliza cada
oportunidad para fortificarse en la unión con Él.
Israel es el que
nunca desespera cuando enfrenta graves dificultades a lo largo del
camino, porque está seguro que éstas solo lo elevan hasta revelarse
la benevolencia del Rey.
Israel es el que
finalmente ve lo justo de su camino llegando a la Luz a través de
la unificación de las fuerzas para el propósito de su vida.
Israel es el que
cambia la ocultación a revelación y escribe con sus obras la
historia de Ester. |