Bajamos por 125 peldaños de distanciamiento
del Creador. Ahora llegó el momento de subirlos nuevamente y restablecer nuestra relación con
Él.
La Luz Superior” (el Creador) tenía el deseo
de dar una eterna y total abundancia. Para poder realizar Su deseo de impartirla, creó
una criatura con la capacidad de recibir precisamente lo que deseaba darle.
Separación que fortalece
La relación con el Creador es el mayor
placer que pueda existir, en el que la criatura está totalmente sumergida experimentándolo,
sin independencia alguna.
Para que esta criatura pueda adquirir un deseo
independiente, libre de la influencia del goce, estableciendo así una verdadera relación
con el Creador, es necesario traerla primeramente adonde se encuentre completamente desconectada de
Él, del origen de su placer.
Solo así, la criatura es capaz de acercarse
al Creador libre e independientemente, como un padre se aleja de su bebé para que éste empiece a
caminar de manera autónoma. Por lo tanto, el Creador se aleja de la criatura gradualmente,
para darle la posibilidad de llegar por sus propios medios a ser como Él.
La fisura en la relación con el Creador
no se produce de golpe, sino, por medio del descenso gradual” de 125 peldaños, hasta el
grado de este mundo”. Cada descenso significa mayor alejamiento del Creador, que sigue creciendo
al punto de total desconexión.
Esta distancia del Creador puede superarse
cuando la criatura decide retornar a Él de manera independiente, ascendiendo los 125
peldaños de la escalera y fortaleciendo su conexión con Él. Al final de ese
proceso, adquiere independencia y se fusiona completamente con el Creador.
De arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba
El proceso de distanciamiento termina con
la ruptura de lo creado, en numerosas partes llamadas almas”. Al término del proceso,
estas partes caen en este mundo, el lugar más alejado y externo al Creador.
Este estado, donde la realidad del Creador
está completamente oculta a las almas, se llama el mundo corporal”. Tiene como propósito,
permitirle al ser humano dar como preferencia el regreso al Creador mientras vive, y dentro de
una libre elección.
El ser humano, habiendo atravesado (inconscientemente)
un prolongado proceso donde la relación con el Creador fue desvaneciéndose, se encuentra ahora
totalmente disociado de Él.
Hoy día, sin embargo, estamos situados
frente a la elección de comenzar conscientemente el ascenso gradual de retorno a nuestras
raíces, hacia el Creador.
La sabiduría de la Cábala, que se
está revelando en la actualidad, es el método designado para llevarnos por este camino
espiritual, atravesando los mismos 125 peldaños, hasta llegar a la percepción de toda
la realidad, el Creador.
Así lo escribe el Rabí Yehuda Ashlag
(Baal haSulam) en el artículo titulado “Esencia de la sabiduría de la
Cábala”:
Esta sabiduría se divide en dos secuencias,
paralelas e iguales como dos gotas de agua. La única diferencia entre ellas es que la primera se
extiende desde arriba para abajo hacia este mundo, y la segunda, comienza en este mundo y va de
abajo para arriba exactamente por las mismas vías y formas que se grabaron en sus raíces
cuando aparecieron y se desplegaron desde arriba hacia abajo”.
Volviendo a la íntegra realidad
La relación del Creador con la criatura
está basada en la relación entre lo interno y lo externo, el Creador siendo lo interno
y la criatura, lo externo a Él.
De manera similar, se dividen las almas en
internas y externas, de acuerdo a la relación y cercanía entre ellas y el Creador.
La parte interna se denomina pueblo de Israel" y la parte externa, naciones del mundo”.
Al ser la parte interna, el pueblo de Israel
tiene que conducir el proceso de retorno de las almas en su totalidad hacia el Creador.
Así lo describe Baal haSulam: Los mundos
en general son considerados como interioridad y exterioridad. La rama que se extiende del interior
es el pueblo de Israel, que fue elegido como obreros de la corrección y del propósito
general, teniendo la preparación necesaria para desarrollarse y crecer hasta el máximo
alcance de este propósito universal, y motivar también a las naciones para alcanzarlo"
(Artículo, Shifjá ki tirash Gvirtá”, del libro Ohr Habahir”).
Para poder movilizar el proceso, el pueblo de
Israel recibió el método de la Cábala, pero con el transcurso de los años
perdieron el contacto con este método, y sólo unas pocas personas, llamadas cabalistas,
lo cuidaron en secreto para poder utilizarlo en un tiempo adecuado.
Hoy en día, llegado el momento, la Cabalá
se está revelando para que todos los seres humanos puedan regresar por propia elección a
la unión completa y eterna con el Creador.
De ahí que el rol de Israel es dar prioridad
y elevar la importancia de la interioridad, la espiritualidad y la eternidad, por encima de la
exterioridad, la corporalidad y lo efímero. Al establecer dentro de sí mismos la
relación correcta entre estos elementos y compartir con el resto del mundo el método
para lograrlo, atraerán todos los seres humanos la abundancia Superior, a través de
la cual lograremos llegar a una vida plena, eterna y llena de felicidad.
* El Rav
Dr. Michael Laitman es máster en ciber-nética, doctor
en filosofía y Cabalá, profesor de ontología y
teoría del conocimiento. Es fundador y presidente de
Bnei Baruj y del Instituto ARI, en Israel. Más
información en
www.kabbalah.info
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