Maaser

Masser es un nivel de alcance al que se debe llegar durante el período de preparación antes de entrar en la espiritualidad. El ingreso depende del desarrollo del deseo por alcanzar la cualidad del Creador – la capacidad de amar – en tal medida que esta se vuelve más importante que cualquier otro deseo. ¿Cómo puedo llegar a adquirir tal tipo de importancia? Por cuenta propia es imposible, pero cada uno de mis amigos, con quienes comparto la misma meta, posee también una pequeña cantidad de la importancia. Entre más conexión exista con estos amigos, de manera que cada uno de nosotros perciba la importancia conjunta como propia, más cercano me encontraré de la meta. Además, necesito ayudar a encontrar nuevos amigos, cuyos puntos en el corazón empiezan a encenderse, porque solo a través de la conjunción de nuestros niveles de importancia podremos alcanzar la meta espiritual.

Dentro de este contexto, ¿cómo se integra el pago del Maaser (contribución financiera mensual del 10% de los ingresos)?

Gradualmente, la importancia llega a tales niveles que estoy dispuesto a negociar lo que sea para obtener la “cura” para esta enfermedad espiritual que se llama “egoísmo”. Dicho remedio se ubica en esos puntos en el corazón esparcidos por el mundo, que aún están dormidos. Nuestro esfuerzo mutuo por desarrollar esos puntos a través de medios pasivos se denomina “diseminación”. Yo respaldo este esfuerzo de dos formas: con mi tiempo y con mi contribución que aparto de lo que me ha dado el Creador (mi apoyo financiero: el Maaser).

A nadie se le obliga a pagar Maaser. Las clases por Internet, el sitio en la red, los materiales, absolutamente todo está disponible sin cargo y continuará estándolo independientemente de si se paga, o no, el Maaser. Sin embargo, cuando alcanzo este nivel de importancia (o tengo el deseo de alcanzarlo y por lo tanto trato de actuar como si ya lo tuviera), empiezo a percibir el pago del Maaser como una necesidad vital para mi vida espiritual, y no como una carga. El deseo de recibir nunca estará de acuerdo con ello, y encontrará muchas razones muy válidas para oponerse. Es entonces cuando se presenta la oportunidad para el trabajo espiritual, ya que nos elevamos por encima del consejo del deseo de recibir y elegimos continuar persiguiendo nuestra meta espiritual.